155 grandes empresas agrícolas buscan torcer la ley para lograr restitución de tierras, denuncia senador Robledo

En una clara intención retorcida para aprovecharse de la Ley 1448 de 2011 alrededor de 155 grandes empresas del sector agrícola, entre ellas Indupalma, que hasta hace poco gerenciaba el actual ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde,  están impulsando procesos para lograr restitución de tierras por parte del Estado colombiano. La denuncia la hizo el senador del Polo Democrático Alternativo, Jorge Enrique Robledo, en el marco del Foro Internacional: Política rural, riesgos, retos y perspectivas,

organizado por la Contraloría General de la República.

Durante su intervención en este certamen académico, el senador Robledo dijo que estas empresas de grandes hacendados pretenden alegar que vendieron sus tierras al antiguo Incora o al actual Incoder debido a que estas entidades estatales ejercieron violencia y por ello buscan que se les indemnice.

De esta forma, precisó el congresista del Polo, algunos terratenientes quieren aprovecharse en forma descarada de la Ley de víctimas y restitución de tierras.

Robledo se lamentó también de que las metas de restitución por parte del gobierno de Juan Manuel Santos no se están cumpliendo.

“No van siquiera 450 restituciones de tierras y el gobierno se comprometió a restituir 160 mil hasta el 7 de agosto del año entrante y a partir de esta fecha la meta es hacer 200 mil, entonces esto va supremamente mal, peor es imposible de como van las cosas”, explicó.

Señaló además que la política agraria de este gobierno son los TLCs y advirtió que con libre comercio es imposible que haya agro. Y lo peor, agregó Robledo, es que ahora el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde que viene de agenciar un agronegocio de palma busca implementar ese modelo a todo el campo colombiano.

Lo que el congresista del Polo ha denominado “el modelo de Indupalma” consiste  en concretar unas falsas asociaciones de grandes empresas con campesinos en las que todo el riego agrario lo asumen estos últimos.

En efecto, explicó Robledo, “el campesino corre el riesgo de la agricultura, corre el riesgo del comercio de sus bienes, corre el riesgo de sus deudas hasta el punto de perder sus tierras. Indupalma, en cambio, es una especie de intermediario o de capataz que administra los recursos y cobra carísimo por administrarlos. No corre ningún riesgo, toda la parte buena del negocio la tienen estas grandes empresas. Es una asociación inaceptable –dijo- porque es como regresar como a una especie de servidumbre del medioevo pero en este caso de servidumbre del siglo XXI”.