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Al Polo con mucho amor

Por Luis I. Sandoval M.

Construir un partido es un proceso de ensayo y error. Siempre es útil señalar, en debate abierto, lo que el partido hace bien y lo que no hace del todo bien, o inclusive lo que hace mal. Un partido, empresa humana, no está exento de cometer errores. Las limitaciones y errores de un partido solo afectan su proyecto político

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Por Luis I. Sandoval M.

Construir un partido es un proceso de ensayo y error. Siempre es útil señalar, en debate abierto, lo que el partido hace bien y lo que no hace del todo bien, o inclusive lo que hace mal. Un partido, empresa humana, no está exento de cometer errores. Las limitaciones y errores de un partido solo afectan su proyecto político

si el partido no es capaz de reconocerlos y producir oportunamente los cambios necesarios.

No parece que sea esto lo que está ocurriendo en el PDA. El Polo hoy presenta un contraste entre la capacidad de producir hechos importantes, ejemplo la destacada participación en la Cumbre de los Pueblos en Cartagena, y la incapacidad de manejar adecuadamente sus relaciones internas, ejemplo lo que acaba de ocurrir con las decisiones tomadas en el CEN del 26 de marzo y reacciones subsiguientes. 

Los aciertos del Polo no se traducen en avance y acumulación, ascenso y expansión, porque no acierta el partido en el manejo de su pluralidad. La riqueza de la pluralidad puede traducirse en fragmentación, puede tornarse explosiva y centrífuga, si la cotidianidad partidaria no es suficientemente incluyente, si no crea ambientes sostenidos de confianza, si la institucionalidad partidaria no es más fuerte que los grupos y los liderazgos presentes en el partido.

Al interior del Polo existen hoy dos lecturas del proceso partidario. De una parte están quienes consideran que no hay crisis partidaria, que la dirección acertó en lo fundamental en los últimos seis años, que los problemas del partido se originan en la derecha que quiere ahogar a la izquierda y en los líderes indómitos refractarios a toda disciplina; de otra parte están quienes consideran que sí hay crisis partidaria y que a producirla concurren errores sucesivos de la dirección, grupismos y  personalismos sin control, y circunstancias adversas originadas en un contexto hostil.

En la primera lectura las dificultades inocultables del Polo se explican más por factores exógenos, en la segunda los déficits notables del Polo se explican más por factores endógenos.  ¿Son irreconciliables estas lecturas? 

 

Las dos lecturas reseñadas producen actitudes diferentes frente al presente y el futuro del partido. Los primeros no quieren mucha discusión, los segundos exigen debate. Los primeros quieren ejercer la oposición sin tomar muy en cuenta que hay otras fuerzas inconformes fuera del Polo; los segundos asumen que en el campo alternativo hay otras fuerzas sociales y políticas con las cuales el Polo debe construir convergencias para avanzar. La pluralidad interna y la amplitud de las alianzas son concebidas de manera distinta, la caracterización del régimen difiere en matices importantes.

La situación descrita resulta insostenible si no se tramita mediante una disposición al entendimiento y al acuerdo. Las diferencias, legítimas, explicables, normales en la izquierda, es preciso manejarlas democráticamente mediante el debate serio entre tendencias reconocidas, y afiliados y afiliadas independientes, que actúan con responsabilidad política.

Surgieron los Verdes en 2010, surgieron los Progresistas en 2011, ahora surge la Marcha Patriótica, los analistas acotan que ello ocurre porque el Polo no respondió a las expectativas: o no fue suficientemente amplio, o se deslizó a los vicios de la vieja política, o se quedó en la función electoral sin ligarse a la movilización social.

El Polo no puede seguir reduciéndose por fugas o por depuraciones. Pluralidad es riqueza. Democracia no es solo marcar mayoría y minoría a toda hora, también lo es el acuerdo amplio o aun plenamente incluyente. Podemos volver a recurrir a él para recrear el partido. Es necesario. La oportunidad está dada: la Conferencia Ideológica y el III Congreso del partido.

 

Bogotá, 15 abril de 2012.

Polo, Marcha Patriótica, Congreso de los pueblos…*

Nuevas articulaciones son necesarias entre partidos y movimientos en el espacio alternativo.

Convergencia necesaria. En la proximidad del Polo gravitan fuerzas que pueden descentrarlo y aún diluirlo o, al contrario, formar parte de una articulación mucho más amplia y compleja como la que conceptualmente se visualiza en la mirada de sujeto político plural portador de innúmeras resistencias que aportan analistas contemporáneos (Rauber, Hinkelammert, Houtart…) o, más relevante aún, como la que políticamente visualiza y trata de hacer realidad el conjunto de partidos latinoamericanos, medio centenar, que conforman desde 1990 el Foro de Sao Paulo (Managua, Mayo 2011). Me refiero por un flanco a los Progresistas y por otro a iniciativas como la del Congreso de los Pueblos y la de la Marcha Patriótica cercanas a dar pasos importantes.

Colombia necesita que el eje de articulación y convergencia de  un gran conjunto plural de fuerzas sociales y políticas sea una postura indubitable de civilismo radical democrático como la que se expresa en el proyecto político del PDA contenido en su Ideario de Unidad. Un entendimiento básico sobre mínimos sustantivos de transformación democrática con el máximo de adhesiones posibles para formar nuevas mayorías es necesario. Campo de cooperación estratégica no solo de precaria unidad de acción electoral. La movilización, la cultura y la comunicación también entran en la construcción política alternativa. El Polo no puede arriar la bandera del civilismo y de la democracia en profundidad que haga realidad la promesa de Estado Social de Derecho contenida en la Constitución de 1991, caminando con paso firme al otro mundo posible que reclama el capitalismo depredador que colapsa.

Hacia la reafirmación de este horizonte ideológico de convergencia amplia, de liderazgo plural y de acción política transformadora se encamina la Conferencia Ideológica y el III Congreso del PDA. Lo que se busca salvar es el proyecto no el aparato. El Polo necesario. El Polo está en pleno debate. Debate en sus propios espacios y que tendrá definiciones en sus instancias estatutarias, pero debate abierto, en  urna de cristal, con puertas y ventanas abiertas, puesto que cada partido es una potencial opción de gobierno para el país, y todos los ciudadanos y ciudadanas están concernidos con su existencia y su devenir. Colombia debe entender que sin oposición real y vigorosa no hay democracia de verdad. Más aún sin alternativa transformadora no hay país viable con dignidad para todos y todas.

*Este texto es un extracto del artículo PDA: con nuevo aire retomando el rumbo, publicado en el mes febrero 2012 por el Periódico Desde Abajo y por el Semanario Virtual Caja de Herramientas.

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