Conecta con nosotros

Titulares

Clara López: “El modelo de crecimiento económico en Colombia está agotado definitivamente”

Por Ricardo Angoso / Atenea digital  

Presidenta del izquierdista PDA, ex alcaldesa de Bogotá y presidenciable para las elecciones de 2012. Tras su paso por la alcaldía de Bogotá, de donde salió con altos índices de popularidad, Clara López es uno de los grandes activos de izquierda colombiana y uno de los principales referentes políticos y morales de la formación que preside, el Polo Democrático Alternativo (PDA). Procedente de la desaparecida Unión Patriótica, de la que fue su candidata a presidir la capital del país, Bogotá,

Publicado

en

Por Ricardo Angoso / Atenea digital  

Presidenta del izquierdista PDA, ex alcaldesa de Bogotá y presidenciable para las elecciones de 2012. Tras su paso por la alcaldía de Bogotá, de donde salió con altos índices de popularidad, Clara López es uno de los grandes activos de izquierda colombiana y uno de los principales referentes políticos y morales de la formación que preside, el Polo Democrático Alternativo (PDA). Procedente de la desaparecida Unión Patriótica, de la que fue su candidata a presidir la capital del país, Bogotá,

ahora afronta un nuevo ciclo político donde su nombre suena como presidenciable para las elecciones del 2014. Valores, ni otras cosas, no le faltan.

Ricardo Angoso: En qué izquierda se sitúan ustedes, ¿en la moderna que puede representar el PRD de México, e incluso Lula, o en la populista tipo Chávez?

Clara López: Nuestro modelo de izquierda es amplio, mirando hacia las buenas experiencias de Lula en Brasil, o de lo que está haciendo Mujica en el Uruguay, ya no sólo en la política, sino en su actitud personal hacia lo público y hacia la vida. Pero también aspiramos, en ese concepto dúctil de una izquierda que sería confiable y fiable, que podamos entrar en contacto no solo con los sectores de la izquierda del país, sino más allá de la izquierda, pues nosotros creemos que, para cambiar a Colombia, no lo puede hacer un partido solo o la izquierda por sí misma: nosotros tratamos de estimular una amplia convergencia que incluya a amplios sectores de la sociedad colombiana y ser capaces de ofrecer una alternativa al modelo neoliberal que está haciendo aguas tanto en América Latina como en otras latitudes. Se está viendo en España, Grecia y otras partes del mundo.

¿Cuál es el motivo que les ha llevado a abandonar la Marcha Patriótica, que para algunos era un foro de apoyo a los terroristas de las FARC, mientras que para otros era una iniciativa para lograr la paz en Colombia?

El Polo surgió como un esfuerzo mancomunado de todas las fuerzas y expresiones de izquierda, para buscar lo que siempre habíamos eludido: la unidad de toda la izquierda democrática del país sobre la base de un programa muy claro y de mínimos, no de máximos. Y en ese programa planteábamos un programa muy firme frente al proyecto neoliberal y también buscando una paz política negociada, pero, de la misma forma, nos desligábamos de toda forma de utilizar o justificar la violencia para conseguir nuestros objetivos políticos. Renunciamos a la violencia como forma de hacer política, pero tampoco aceptamos que nadie la utilice ni la justificamos de ninguna forma en el actual escenario del país, cualquiera que sea la pertenencia de quien la utiliza en el espectro político.

Uno tiene la sensación de que en Colombia lo que le impide a la izquierda llegar al poder es la existencia de un grupo terrorista como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que se ligue a determinadas fuerzas, como el PDA, con esa organización criminal, ¿es así?

Sí, la estigmatización es permanente. Nos tratan de asociar, lo digo por el PDA, con las guerrillas, lo cual es falso y no se atiene a los principios ni a los fundamentos de nuestro partido. Nosotros con mucho esfuerzo hemos conseguido desligarnos del terrorismo. Pero cada vez que quieren golpearnos vuelven con el mismo cuento y tratan de asociarnos con las guerrillas. Lo más revolucionario, creo, es profundizar y afianzar la democracia en el país, en donde haya un mutuo respeto a todas las fuerzas y que a las alternativas se las pueda conocer por lo que son y no por lo que les endilgan injustamente. Es muy fácil combatir al contrario no por lo que propone, sino por la estigmatización de lo que le suponen los contrarios para evitar que la opinión pública desconozca lo que proponen y realmente desean para la nación. Tenemos unas alternativas y propuestas que muchas veces se desconocen porque nos estigmatizan con estas ideas que nada tienen que ver con nuestro ideario político.

¿Qué salidas se le pueden encontrar al problema que representa el terrorismo de las FARC?

Yo sostengo que para hacer frente al conflicto y hacer la paz se requiere la voluntad política tanto del establecimiento como de las FARC, pero tal vez el problema de fondo es que se quieren hacer las cosas de espaldas a la sociedad y en esta etapa de la vida nacional pienso que no se puede llegar a un acuerdo a puerta cerrada. Hay que interesar a toda la sociedad colombiana para darle sustento al gobierno para un proceso de paz, que ahora no tiene, y se está viendo con la oposición tan rabiosa que le ha surgido al presidente de la mano del ex presidente Álvaro Uribe. También hay que presionar a las FARC, y en este proceso se inscribe lo que los indígenas del Cauca han exigido a la organización terrorista para que cesen en sus acciones, para que les dejen vivir en paz. Es decir, llevarles a una mesa de negociación y obligarles a negociar. Creo que derrotar a las FARC, a una organización guerrillera de esas características, es casi imposible y así se ha visto en estos diez años de política de “seguridad democrática”, que no ha dado los resultados esperados y no ha llevado a la derrota definitiva del movimiento guerrillero. No bastaron esas políticas, y ahora se pretende seguir con esa dirección e insistiendo, creo, en una dirección errada. Se está descuidando la lucha contra el crimen organizado, mientras no se avanza en la lucha contra el terrorismo. Por ejemplo, casi todos los últimos presidentes han salido de alguna forma “tocados” o señalados por sus vínculos con el paramilitarismo, algo, desde luego, muy grave.

¿Cómo valora el mandato del presidente Santos en estos dos años ya cumplidos?

Creo que el gobierno de Santos ha cambiado su estilo menos virulento y violento, pero tampoco reconoce la existencia de una oposición. Pasamos de ser estigmatizados a ser ignorados por el nuevo ejecutivo. Por ejemplo, se vio en la reforma de la justicia, donde mantuvimos una posición seria y rotunda, denunciando a la impunidad que se trataba de imponer y otros aspectos absolutamente criticables del proyecto. No fuimos escuchados y nuestras propuestas fueron desestimadas.

www.ateneadigital.es

 

Continúe leyendo
Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Facebook

⚠️LO MÁS RECIENTE ⚠️️

NUESTRO TWITTER