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Nacional

Contra la reforma a la salud, ¡Viva la movilización de las batas blancas!

Por María Antonieta Cano  
 

Las enormes movilizaciones de batas blancas que sacuden el país por estos días dejan claro que afortunadamente los trabajadores de la salud tomaron la decisión de participar activamente en el debate y rechazar la reforma promovida por Juan Manuel Santos y su ministro Alejandro Gaviria.

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Por María Antonieta Cano  
 

Las enormes movilizaciones de batas blancas que sacuden el país por estos días dejan claro que afortunadamente los trabajadores de la salud tomaron la decisión de participar activamente en el debate y rechazar la reforma promovida por Juan Manuel Santos y su ministro Alejandro Gaviria.

Por inaudito que parezca la reforma agravará el ya deplorable sistema de salud colombiano. Transforma a las desprestigiadas EPS en Gestoras de Salud y les otorga una preponderancia tal que legaliza la apropiación privada de los recursos públicos generando ganancias a costa de la atención a los pacientes y las garantías laborales de los trabajadores. Está claro que es una reforma para mantener vivo un sistema inicuo. La ley no es para la salud de los colombianos sino para el negocio de las EPS, ahora Gestoras, con la salud de los colombianos. Santos intenta engañar cambiándole también el nombre al POS. Lo cierto es que la propuesta limita aún más el plan de beneficios y deja en manos de la sostenibilidad fiscal la inclusión de procedimientos, medicamentos y tecnologías. Y para rematar, serán enormes las dificultades que tendrán los pacientes para presentar tutelas, pues este mecanismo fue seriamente golpeado por la Ley Estatutaria de Salud aprobada por el Congreso en el primer semestre de 2013.

En materia laboral, el ministro Gaviria intenta hacer una contrarreforma laboral al otorgar facultades extraordinarias al presidente para afectar el régimen de contratación de las Empresas Sociales del Estado y además pretenden degradar la formación de las especialidades médico-quirúrgicas, sacándolas de la academia, al facultar a los hospitales para dar títulos, en contravía de lo establecido en la Ley 30 de 1992.

Por eso las movilizaciones de las batas blancas a las que asistimos demuestran el fracaso del gobierno de Juan Manuel Santos al tratar de engatusar a los colombianos. Cambiándoles el nombre a las EPS, no se acaba el negocio. Al contrario, lo afianza. Cambiándole el nombre al POS, no mejora el servicio. Y lastimando la tutela, limita este valioso instrumento para hacer valer el derecho a la salud.

Y, aunque se puede decir que el magisterio colombiano logró un avance en medio de este penoso calvario con los acuerdos entre el gobierno nacional y Fecode, con la preservación el régimen especial de salud y con ello acordar su reglamentación, que no se había podido alcanzar en veinte años, la realidad nos dice que el manejo que le dan a la salud en Colombia es en un sistema pútrido que solo lograremos cambiar si se corta el problema de raíz.

Como bien lo aclara el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo: “La reforma de salud no tiene arreglo. Es un Frankenstein y no dejará de serlo por más que se lo maquille”. O como afirma el reconocido periodista y escritor Juan Gossaín: “El sistema de salud colombiano mueve al año 44 billones de pesos. No se sabe cuál es el interés del Gobierno en que se acabe el control fiscal sobre semejante montaña de plata. Si se la han robado a pesar de los vigilantes, cómo será el festín de los buitres cuando nadie los esté mirando.”

El llamado es a que los maestros continuemos junto al resto de los colombianos en la lucha por una salud digna y de calidad. No más EPS, ésa es la consigna. No podemos seguir siendo esclavos de un cartel repudiable, que hace fiestas con esta reforma porque les garantiza el negocio.

Aplausos y más aplausos para la revolución de las batas blancas. Ese es el camino, el camino de la movilización ciudadana, pacífica y democrática. Es un motivo de alegría para todos los colombianos la reacción de los trabajadores de la salud que, junto a estudiantes, pacientes, gremios y sociedad civil en medio de una resistencia organizada logrará derrotar este otro engendro del presidente Santos y del ministro Gaviria.

¡Por el derecho a la salud!

¡Abajo la reforma santista!

¡Ni EPS, ni gestores!

7 de noviembre de 2013.


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