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Echándole tierra al robo de baldíos

Periódico virtual El Satélite  

Declina el escándalo por el robo de baldíos, pues, parece quedar solo en Riopaila, como antonomasia del caso que encubre a otros ladrones, empresarial y políticamente más importantes que el oscuro Carlos Urrutia, ese embajador en Washington del que nos dimos cuenta que existía, solo por el escándalo.

En efecto, con los con los mismos procedimientos fraudulentos de Riopaila, se han implantado empresas del grupo Sarmiento Angulo, con 17.000 hectáreas y una inversión de cien millones de dólares en palma y caucho;

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Periódico virtual El Satélite  

Declina el escándalo por el robo de baldíos, pues, parece quedar solo en Riopaila, como antonomasia del caso que encubre a otros ladrones, empresarial y políticamente más importantes que el oscuro Carlos Urrutia, ese embajador en Washington del que nos dimos cuenta que existía, solo por el escándalo.

En efecto, con los con los mismos procedimientos fraudulentos de Riopaila, se han implantado empresas del grupo Sarmiento Angulo, con 17.000 hectáreas y una inversión de cien millones de dólares en palma y caucho;

Santo Domingo, 4.000 hectáreas (de momento alquiladas); La familia Eder (dueña del ingenio Manuelita), 20.000 has. en el Meta y 10.000 en Casanare, destinadas a palma de aceite y agrocombustibles; el industrial santandereano Jaime Liévano, 13.000 hectáreas, con una inversión de 100 millones de dólares en Puerto Gaitán, en cultivos de soya y maíz.

También se suman algunas empresas extranjeras como Timberland Holdings Limited, con 10 predios en La Primavera (Vichada), que abarcan un total de 13 mil hectáreas y Cargill, el principal monopolio mundial de la alimentación,  con 52.500 hectáreas, adquisición que también contó con el asesoramiento de Brigard & Urrutia.

Hasta el momento, en el Vichada se han ubicado 140 mil hectáreas en situación similar a la de Riopaila.

¿En qué van las investigaciones? Vamos a ver:

Cursa en el Senado un proyecto hecho a la medida de los usurpadores, pues, elimina el número de UAF (Unidades Agrícolas Familiares) que pueda acumular un mismo propietario, sin importar si son baldíos. Así mismo, se consideran como legales las acumulaciones de UAF por los grandes inversionistas en predios que hayan sido titulados antes de 1994.

Con este mico jurídico se legaliza la mayor parte de las adquisiciones fraudulentas de Riopaila y demás acaparadores de tierras en la altillanura. También se impone como condición de la pretendida modernización agrícola el establecimiento de “alianzas productivas” entre campesinos y empresarios, una figura decorativa para justificar el despojo de los primeros.

Todo esto se hace a título de otorgarle “seguridad jurídica” a los inversionistas de agrocombustibles, bajo el argumento de que es la única vía de garantizar el suministro de alimentos al país, cuando en esas tierras, Riopaila y compañía van a sembrar de todo menos alimentos.

Periodicoelsatelite.webnode.es.

 

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