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El paro de los médicos es totalmente por la salud. Respuesta a Arturo Argüello

Por Marcela Vélez*  

Con tristeza he leído sus dos columnas de los últimos días.  En la primera se vino lanza en ristre contra las universidades que forman el recurso humano en salud, haciendo aseveraciones que no consideran casos como el de la Universidad de Antioquia, en donde ni siquiera se cobra matrícula,

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Por Marcela Vélez*  

Con tristeza he leído sus dos columnas de los últimos días.  En la primera se vino lanza en ristre contra las universidades que forman el recurso humano en salud, haciendo aseveraciones que no consideran casos como el de la Universidad de Antioquia, en donde ni siquiera se cobra matrícula, y donde día a día se piensa en la formación de los profesionales. Y en la segunda, ha “macartizado” el movimiento que se opone a la reforma del sistema de salud promovido e impulsado por los médicos del país.

En algún momento de la última década pensé que ya no quedaban médicos ingenuos ante el modelo de competencia regulada que se apoderó del sistema de salud colombiano a través de la Ley 100. Un modelo que privilegia de manera directa y descarada al intermediario en salud, es decir las EPS, sin importar la vida ni el bienestar de la población. Porque usted debe saber que en la lógica del modelo, a estas intermediarias les va mejor cuando a la gente le va peor, su ganancia es más alta si a las personas se les atiende de la manera más infame posible.

En el afán de ganancia, las EPS hacen muchas cosas, niegan servicios a los pacientes, restringen el acceso a otros, limitan la autonomía médica, evaden la escasa regulación que pone el Estado, y manipulan leyes, decretos y resoluciones para que estén en consonancia con sus intereses. La reforma que se discute en el Congreso, es otro canto a la bandera, otra apuesta por apaciguar el descontento de la población, engañándola con promesas de acabar las EPS, pero en la realidad, seguir manteniendo el negocio de la intermediación, puesto que en su lógica, que es la misma del Ministro y del Presidente, sin EPS no podemos vivir; porque como Usted lo dice “no se puede ingenuamente eliminar a este actor”.  Yo le pregunto, cuál es el valor agregado que las EPS le han dado al sistema de salud Colombiano? Será la negación de servicios, la falta de oportunidad para la atención, la pobre progresión del país en temas de salud pública, el descontento de millones de colombianos que ya no confían en el sistema, la quiebra de los hospitales, el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores?

Usted piensa que los médicos no sabemos de la reforma, no sabemos acerca del sistema. Y le contesto, sabemos mucho, porque lo vivimos a diario, es más, somos los que llevamos en nuestros hombros el peso de la inequidad y las inconsistencias del modelo, porque las caras que ven los pacientes son las nuestras, no las del Ministro, el Gerente de la EPS, ni la del Superintendente, es la del profesional que se sienta a intentar dar la mejor respuesta a su padecimiento, con los recursos que el sistema permite e incluso peleando con las EPS para que la gente pueda acceder al tratamiento que requiere. Somos nosotros los que hacemos frente a la cotidianidad del sistema, miles de profesionales de la salud confinan el disfrute de su propia vida para estar noches, sábados, domingos, cumpleaños, navidades al frente del paciente; respondiendo por un sistema que no creamos, en el que no creemos, pero que tenemos que sufrir, así como lo hacen los pacientes.

Ahora la reforma, un canto de sirenas, no hace ningún cambio sustancial para volver el sistema de salud más justo, porque es una reforma no pensada para ello, no es una ley que tenga por objetivo mejorar la salud de la gente, es una ley economicista, diseñada para garantizar un negocio a las EPS.

Los médicos, a quienes la sociedad nos pide todo, la mayor moral, el mayor compromiso y la más alta integridad, estamos cansados, cansados de no poder estar a la altura de esa demanda de la sociedad, porque un modelo de salud que no pedimos, no permite hacerlo.  Porque dentro de un modelo corrupto se nos pide hacer lo correcto, pero lo correcto dentro de lo corrupto, no es bueno.

Así que, sí estamos pensando en los pacientes y también en el futuro de los médicos como gremio, porque si el gobierno le entrega a los hospitales y EPS la formación de los futuros profesionales, es aceptar que se les forme con los principios de este modelo corrompido, centrado en la ganancia y no en la salud de la gente.  Porque las EPS están pensando que graduar profesionales al estilo maquila, reducirá sus costos, no solo por la vía de pagar menos salarios, sino también de tener médicos que no le exijan al sistema la atención que los pacientes requieren.

Señor Argüello, si queremos reforma, pero no esta reforma.

*Profesora Universidad de Antioquia

31 de octubre de 2013.

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