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En Colombia o se radicaliza la defensa de los derechos sociales o se profundiza el neoliberalismo, afirma el presidente de la CUT

Gerardo Iglesias / UITA  

Cofundador de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en 1986, Luis Alejandro Pedraza ha tenido un pensamiento y una praxis que registran la porfiaba convicción de que el movimiento obrero debe actuar más allá del convenio colectivo, allí donde el corporativismo sindical se encapsula y se esconde de la sociedad.

Pedraza fue un ferviente seguidor del “Sindicalismo sociopolítico”, el estandarte deLuis Anderson y “su combo” en los años 80, para luego, en el año 2000, abrazar con fuerza la estrategia político- organizacional

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Gerardo Iglesias / UITA  

Cofundador de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en 1986, Luis Alejandro Pedraza ha tenido un pensamiento y una praxis que registran la porfiaba convicción de que el movimiento obrero debe actuar más allá del convenio colectivo, allí donde el corporativismo sindical se encapsula y se esconde de la sociedad.

Pedraza fue un ferviente seguidor del “Sindicalismo sociopolítico”, el estandarte deLuis Anderson y “su combo” en los años 80, para luego, en el año 2000, abrazar con fuerza la estrategia político- organizacional

“De la Tierra al Plato” de la Regional Latinoamericana de la UITA, conformando tiempo después la Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia (UNAC).

Su discurso del pasado 20 de agosto en la sede central del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (SINTRAINAGRO), en Apartadó, fue un acto de coherencia entre lo que aspira de la central y su trayectoria personal, que tanto apreciamos y de la cual tanto hemos aprendido.

Pedraza -también vicepresidente de la Regional Latinoamericana de la UITA- inició su intervención destacando el crecimiento que está experimentando SINTRAINAGRO.

“Este Sindicato, además de su histórica presencia en el sector bananero, ha constituido seccionales recientemente para organizar a los trabajadores y trabajadoras de la palma africana, del arroz y la floricultura.

“Su membresía ha crecido, pasando de 18 mil a 27 mil afiliados y, asimismo, ha expandido su espacio geográfico de acción”, dijo.

“La propia CUT -prosiguió Pedraza- en su 5to. Congreso Nacional de 2005, decidió que SINTRAINAGRO fuera el responsable de organizar a los trabajadores del agro colombiano.

Dos años después, la Rel-UITA y la CUT firmaban un convenio de cooperación para palanquear esa resolución, y SINTRAINAGRO creció,  en un ambiente tan hostil para el desarrollo sindical  como lo es Colombia”, puntualizó.

En un tono coloquial y fraterno, asumido por quien conoce muy bien a la organización que lo llevó nuevamente al Comité Nacional Ejecutivo de la CUT, Luis Alejandroenunció:

“Son ustedes, queridos compañeros y compañeras de SINTRAINGRO, los hacedores del mayor esfuerzo de sindicalización en el sector agroindustrial.
El movimiento sindical debería estudiar esta experiencia de un sindicato de puertas abiertas, donde llegan afiliados, pero también gente de pueblo, de a pie, a plantear sus problemáticas”.

“Sistematizar vuestra acción, para asimilarla y tratar de influenciar a otras estructuras y a otros dirigentes sobre la necesidad de salirse de las fronteras clásicas sindicales, y marchar al encuentro del trabajo con una agenda más amplia, social y con una clara vocación política”, enfatizó.

La CUT y el pueblo movilizado

Obreros, campesinos y estudiantes

Un día antes de este encuentro en Urabá, diferentes frentes campesinos iniciaban movilizaciones que sorprenderían a propios y extraños. En la antesala de ese escenario, Pedraza anunciaba el respaldo decidido de la CUT a las movilizaciones de los campesinos, a las organizaciones sindicales en conflicto y a las demandas de los estudiantes.

“Se quiere vender la idea de que se trata de enfrentar al presidente (Juan Manuel)Santos. No es así. ¿Creen ustedes que es posible sostener este modelo sin represión? ¿Creen ustedes que atacamos al gobierno por atacarlo, por el simple hecho que no queremos la reelección?”, preguntó.

Desde la CUT -replicó- “pretendemos sí confrontar a un modelo económico- social que está excluyendo a millones de personas, que administra sin considerar a la pequeña y la mediana empresa, que desconoce a los campesinos, que precariza condiciones de trabajo y nos lleva por un camino de pérdida absoluta de la soberanía alimentaria”.

La central y las alianzas estratégicas

Ser más, para hacer más

Destacó el trabajo de la CUT para promover una agenda social junto a diversas organizaciones, “algunas de ellas impensadas tiempo atrás, como la mesa estudiantil, que está realizando una gran tarea para defender la universidad pública, esa a la que pueden tener acceso nuestros hijos, porque la privada ya es imposible en materia de costos”.

“La problemática que nosotros denunciamos -prosiguió Luis Alejandro- no se soluciona con paliativos y por separado. Tenemos que entender que es necesario unificar acciones, construir un gran movimiento con base sindical y social”. 

Coyuntura y desafíos

Una central a la altura de las circunstancias

A la sede central de SINTRAINAGRO había acudido el Comité Ejecutivo en pleno del Sindicato y los responsables de los comités obreros de la mayoría de los municipios que integran el eje bananero de Urabá.

Luego de agradecer el respaldo dado a su candidatura para integrar el Ejecutivo de laCUT conjuntamente con Guillermo Rivera, presidente del Sindicato, Pedraza pasó lista a los desafíos de la central.

“La CUT tiene que estar a la altura de estas circunstancias y actuar de forma decidida en la construcción de políticas públicas que contribuyan a la eliminación de la inequidad social, que redefinan la posesión de la tierra, pues aquí el 85 por ciento de la tierra productiva está en menos del 5 por ciento de la población y el 85 por ciento de los campesinos e indígenas poseen solo 2 por ciento de la tierra cultivable”, dijo.

“Tenemos que frenar la extranjerización de la tierra”, agregó, y criticó las concesiones del gobierno a “las empresas transnacionales o a otros países para la implementación de megaproyectos o la producción de agrocombustibles”.

En Colombia, recordó, “otro grave problema es que el 68 por ciento del empleo activo corresponde a la informalidad, lo que priva a la gran mayoría de los trabajadores del acceso a la seguridad social”.

Una CUT hacia afuera

Reflexión y acción en equilibrada sintonía

“Esta presidencia de la CUT no estará ocupada en reuniones del Comité Ejecutivo o visitando sindicatos para saludar en sus asambleas”, puntualizó el presidente de la central.

“Pretendemos -agregó- ocuparnos de lleno en definir un marco de acción para la central en materia social, política y de Estado. Es por esa vía que tenemos que trabajar y asumir el liderazgo de la cuestión social, participando junto a los campesinos y a otros actores, unidos en una sola corriente social, respetando la naturaleza de cada organización, su cultura, su etnia y su historia.
En el marco establecido por la Constitución, debemos dar una gran lucha de masas y no facilitar a este gobierno su objetivo de entregar la nación al gran capital”.

“La gente no aguanta más”, dijo, citando el ejemplo de los trabajadores de la Drummond Company, que fueron a la huelga en razón de sus deficientes condiciones de trabajo.

“Hay miles de trabajadores que están muriendo o enfermando a causa de la contaminación de las empresas mineras, por lo que el sindicato dijo: “o se produce un cambio real en el proceder de estas compañías, o la huelga continúa”. Esto quiere decir que ya no se trata apenas del salario. Los trabajadores y las trabajadoras pelean por su salud y por su propia vida”, subrayó.

“La CUT tiene que dar la pelea y ponerle fin a esa política del gobierno donde las transnacionales que llegan a Colombia no aceptan sindicatos y se dan el lujo de traer a sus propios empleados, desde China por ejemplo, en condiciones de semiesclavitud, en zonas francas, donde la legislación laboral colombiana no tiene jurisdicción.

Este es un tema al que tenemos que estar atentos, porque este país no puede ser un terreno limpio para la usura del capital”, enfatizó Pedraza.

¿Una central radicalizada?

¿O la radicalización del neoliberalismo?

Un cambio en su perfil y un mayor protagonismo social ameritan toda suerte de críticas, entre ellas, que la CUT se ha radicalizado. Luis Alejandro no evade esta situación y la aborda con altura y claridad.

“Me preguntan varios periodistas: “¿no le parece que la CUT se está radicalizando al convocar  a las movilizaciones que han paralizado al país?”

Lo que sucede es que nosotros simplemente sacamos a la luz los problemas que permanecían durmiendo en los cajones y, por otra parte, dejamos ciertos temores y prejuicios de lado y convocamos a organizaciones con las que tenemos el objetivo común de frenar la forma en que nos están acabando como nación, como sociedad y como clase trabajadora”.

Por último recalcó, “la CUT debe asumir un rol protagónico en la defensa de los derechos de las y los trabajadores colombianos y del pueblo en general,  y desde la diversidad ideológica y la pluralidad política, que son los ejes de esta central, fortalecernos y trabajar en ese sentido”.

“Nos aguardan tiempos de duras presiones, pero sepan, queridas compañeras y queridos compañeros, que estamos preparados para dar batalla”, finalizó Pedraza.

UITA.

 

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