Nacional
En la V Cumbre de los Pueblos, el ex zar antidrogas del Perú explicará por qué el problema debe ser respondido en términos nacionales
Ricardo Soberón Garrido ex zar antidrogas del Perú, será uno de los invitados internacionales de la V Cumbre de los Pueblos que se llevará a cabo en Cartagena de Indias entre el 12 y el 14 de abril “No hay un problema mundial de drogas: hay problemas nacionales que deben ser respondidos en términos nacionales porque uno de los trucos sobre los cuales se ha basado el sistema internacional ha sido hacernos pensar que el problema es global, que la respuesta es global, y que nadie puede poner en tela de juicio ese paradigma internacional”,
Ricardo Soberón Garrido ex zar antidrogas del Perú, será uno de los invitados internacionales de la V Cumbre de los Pueblos que se llevará a cabo en Cartagena de Indias entre el 12 y el 14 de abril “No hay un problema mundial de drogas: hay problemas nacionales que deben ser respondidos en términos nacionales porque uno de los trucos sobre los cuales se ha basado el sistema internacional ha sido hacernos pensar que el problema es global, que la respuesta es global, y que nadie puede poner en tela de juicio ese paradigma internacional”,
sostiene el ex zar antidrogas de Perú, Ricardo Soberón Garrido, quien debió dimitir al cargo por presiones de Washington.
Soberón Garrido, reconocido analista internacional en asuntos de drogas y seguridad, profesor de la Universidad de Lima, experto en geopolítica regional del narcotráfico, explicará en detalle en uno de los foros temáticos organizados por la Cumbre de los Pueblos, por qué la actual política contra el comercio ilegal de estupefacientes es un verdadero fracaso y planteará algunas alternativa a partir de una política latinoamericana para enfrentar el problema de las drogas sicotrópicas.
“Nuestras democracias y nuestras instituciones se han deteriorado como consecuencia de la política represiva” que se viene utilizando en el hemisferio en la lucha contra el narcotráfico, explica el especialista, quien además señala que en buena medida la dinámica que en la sociedad latinoamericana viene teniendo este negocio ilícito es “el resultado eficiente del libre comercio de bienes y de servicios que promueve el Consenso de Washington y el modelo neoliberal”.
Soberón Garrido, sostiene también que es muy difícil que la política norteamericana modifique su esquema para enfrentar el problema del narcotráfico por cuanto hay múltiples sectores que buscan que se mantenga el statu quo en esta materia.
Fundamentalmente son sectores del aparato empresarial y militar de los Estados Unidos, explica. “En el terreno empresarial obviamente los laboratorios farmacéuticos internacionales que pretenden seguir manteniendo el monopolio del control de las situaciones de neurosis, de psicosis, de distinto tipo de patologías a partir de sus propios medicamentos y no permitir que la gente tenga salidas más naturales. En el terreno militar estamos evidenciando un proceso de privatización de la guerra, particularmente en América Latina. Organizaciones y agencias de seguridad y de orden público del aparato tecnológico militar de Estados Unidos están interesadas en alimentar a las fuerzas armadas y policiales de nuestros países, y a sus servicios de inteligencia para poder encomendarles nuevas misiones, entre otras, el control del narcotráfico, el seguimiento y monitoreo de vuelos sospechosos, de embarcaciones sospechosas, la devolución de migrantes, etc. Hay también otros actores ideológicamente interesados, en algunos casos podemos hablar de sectores muy conservadores”.
Cada país debe adoptar políticas autónomas
El ex zar antidrogas del Perú propone algunas alternativas para que los países latinoamericanos enfrenten el problema. Para empezar, dice, es necesario que Estados Unidos “deje a cada país adoptar decisiones autónomas e independientes en la materia, evitando costos colaterales en derechos humanos, salud, desarrollo”. Igualmente, plantea la necesidad de que el principio de corresponsabilidad debe ser revisado, “pues el peso de la guerra es soportado por países pobres mientras la cooperación internacional sigue retrocediendo a cambio de políticas neoliberales que han ayudado a cimentar las bases de la concentración de la tierra, apertura de mercados de materias primas, la desregulación del sistema financiero, elementos todos que han favorecido el narcotráfico”. En lo que hace referencia a su país, Soberón ha acuñado una frase: “la política de drogas en el Perú sigue siendo secuestrada por la ignorancia, por el desconocimiento y por una concentración de intereses mediáticos, políticos y económicos al servicio de actores externos, y eso impide que el Estado peruano sea capaz de entender y actuar en consecuencia”.
Respecto a Colombia, el analista señala que a pesar del Plan Colombia y los severos golpes propinados a las Farc por sucesivos gobiernos, “al no haber abordado los problemas de concentración de la tierra y la existencia de mafias locales, se ha impedido resolver los problemas estructurales”. Durante su desempeño al frente de la dirección de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) de Perú, en los primeros meses del gobierno del presidente Ollanta Humala, Soberón defendió, desde el primer momento de su labor la suspensión de la erradicación de los cultivos para replantear la estrategia antidrogas en este país, el segundo productor de hoja de coca en el mundo y que, según datos de Naciones Unidas, está a punto de disputarle a Colombia el primer puesto.
Abril 9 de 2012.