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La carta de Iván Cepeda

Por Carlos Bula  

Realmente no me gustó la carta que el representante a la Cámara Iván Cepeda envió a los dirigentes de la izquierda colombiana.

Por supuesto que hay coincidencias sobre la necesidad de  propender por una convergencia de estas expresiones. Claro. Eso no se discute. Pero por lo menos encuentro las siguientes deficiencias.

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Por Carlos Bula  

Realmente no me gustó la carta que el representante a la Cámara Iván Cepeda envió a los dirigentes de la izquierda colombiana.

Por supuesto que hay coincidencias sobre la necesidad de  propender por una convergencia de estas expresiones. Claro. Eso no se discute. Pero por lo menos encuentro las siguientes deficiencias.

1º. El Representante Iván Cepeda no se identifica. Cepeda es un militante del POLO.

Hace parte de su bancada  en la Cámara de Representantes y hasta donde sabemos, aspira a recibir el aval de nuestro partido para integrar su lista al Senado de la República. Hasta el momento está en todo su derecho ¿Pero a nombre de quien se expresa?

Cepeda sabe perfectamente que el III Congreso del PDA, aprobó por unanimidad una política de Convergencia Democrática, sobre lo cual nada dice.  He asistido personalmente a algunas reuniones de Cepeda con la presidenta de nuestro partido, Clara López Obregón, en las cuales ha recibido la comisión de propender por encuentros con el Partido Comunista y con la Marcha Patriótica, que  no han se han  concretado  lamentablemente. De manera  que incluir a la presidenta del POLO  con otras ilustres personalidades de la izquierda, en una comunicación orientada a producir efectos mediáticos, no parece lo más transparente, especialmente cuando también asistió y escuchó a la candidata presidencial del PDA en el encuentro convocado por el analista León Valencia. En la comunicación enviada por la presidenta del PDA, al segundo Encuentro Nacional Progresista en cabeza de su vocero Antonio Navarro el cual tuve la oportunidad de leer, se reafirmó la convocatoria a la convergencia democrática.

2º. Cepeda intenta dividir al POLO con su comunicación. No se si con intención o por descuido. Ya hemos señalado que la política de Convergencia Democrática fue aprobada por unanimidad en el III Congreso. De manera que dirigirse de una parte a Clara López como Presidenta del POLO y además al Senador Jorge E. Robledo como Senador del MOIR, puede ser hasta una provocación. Robledo es uno de los más importantes dirigentes del POLO y el mejor Senador del país. Según lo aprobó el III Congreso será la cabeza de la lista de nuestro partido al Senado de la República. El MOIR es una tendencia-porque el POLO es un partido de tendencias- que hace parte integral del PDA.No practica la doble militancia. Uno de sus principales dirigentes el compañero Gustavo Triana es el Secretario General del POLO y por supuesto comparten integralmente cualquier convocatoria a una gran Convergencia Nacional. Se preguntará  Cepeda si entre las diferentes tendencias del POLO se presentan diferencias en algunos aspectos. Claro, por supuesto, como las diferencias que existen entre la mayoría del Comité Ejecutivo nacional, con  este valiente representante. Pero estamos unificados en el Ideario de Unidad y en los Estatutos.

¿No es cierto?

3º. Cepeda se queda corto en el llamamiento. Ello seguramente se debe a su poca participación en los actos partidarios. EL PDA, propende por una Convergencia mas allá de la izquierda, que integre a todas las fuerzas, personalidades y sectores democráticos. Pero a condición que representen expresiones en clara oposición a la reelección santista. Y a su modelo de gobierno. Que por supuesto  no identifique el proceso de paz, el cual apoyamos con todo entusiasmo, con el electorerismo del Presidente Santos para asegurar su reelección. Esta convergencia debe creer con fervor en las posibilidades de una victoria alternativa. Con Cepeda. Nosotros levantamos el nombre de Clara López. Y así, esta presidencia democrática será la mejor garantía para una paz sostenible.

4º. Contesto esta comunicación de Cepeda con claridad y firmeza, porque lo aprecio y lo admiro. Pero me permito recordarle que el primer mandamiento de la unidad es el respeto mutuo.

Bogotá.

 

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