Nacional
La economía a media marcha
Por Eduardo Sarmiento Palacio
Las cifras del segundo trimestre registran un crecimiento superior al esperado y una estructura altamente irregular. La minería crece 8%, las obras civiles 23% y el café 19%. El resto de la economía avanza por debajo de 3,5%. No es usual que la actividad de una economía provenga de unos pocos sectores;
Por Eduardo Sarmiento Palacio
Las cifras del segundo trimestre registran un crecimiento superior al esperado y una estructura altamente irregular. La minería crece 8%, las obras civiles 23% y el café 19%. El resto de la economía avanza por debajo de 3,5%. No es usual que la actividad de una economía provenga de unos pocos sectores;
el crecimiento desbordado de un sector es flor de un día.
La primera inquietud se presenta con respecto a las obras civiles, que tras un largo letargo, registraron un repunte. En obras civiles se notifica la modificación de la metodología del cálculo en el segundo trimestre. Lo cierto es que el elevado crecimiento del sector se explica por estos cambios procedimentales y no guarda mayor relación con el modesto avance de los materiales de construcción. Si los cálculos se hubiesen hecho con la misma metodología, las obras no habrían aumentado y el PIB habría crecido 4%.
La composición del PIB es lamentable. La industria y el agro sin café descienden. La mayor parte del consumo de bienes industriales y agrícolas se realiza en el exterior. La principal fuente de expansión es el abaratamiento de las importaciones.
Lo más preocupante es el empleo. Por exclusión de materia, las oportunidades de empleo formal se encuentran en la minería y la infraestructura física, las actividades con menor capacidad de absorción de mano de obra. La fuerza de trabajo no tiene los ingresos que le permitan adquirir los bienes que están en capacidad de producir. La mayor parte de la población se va a la informalidad con bajos salarios y sin prestaciones.
Los resultados confirman nuestro diagnóstico de la burbuja de la inversión extranjera y la revaluación. El expediente ocasionó un déficit en cuenta corriente que se ha contrarrestado con una expansión del crédito que se destina a adquirir importaciones y vivienda. El drama que se está viendo es la insostenibilidad y el desinfle de la burbuja. Tan pronto se percibieron las primeras manifestaciones de deterioro de la cartera, los bancos recortaron el crédito y el Emisor los siguió. Por lo demás, la expansión de la vivienda está acompañada del desplome de las licencias y del disparo de los precios.
Lo que se planteaba era modificar el modelo cambiario y monetario de inversión extranjera, revaluación y aumento del crédito cinco veces por encima del producto. Pero la cirugía no se puede realizar por partes y mucho menos dejarse en la mitad. Nuestra propuesta consistía en establecer elevados depósitos de entradas de capitales, intervenir el tipo de cambio en forma anunciada sin límites y regular el crédito.
Las perspectivas para el segundo semestre no son buenas. La enorme dispersión sectorial crea serias dudas sobre la estabilidad del crecimiento. Así como el avance de 6% del año pasado no era sostenible, el 4,9% de ahora tampoco. A menos que se presenten sorpresas, la economía continuará decayendo y en el cuarto trimestre se aproximará a 3,5%.
El Espectador, Bogotá, 23 de septiembre de 2012.