Nacional
La manguala y la patota
Por Luis I. Sandoval M.
A los 202 años de la independencia nacional, Colombia no es un país plenamente independiente, ni un país que se gobierne eficientemente aprovechando sus ingentes recursos en función de sus intereses y del bienestar de su población. Por ello, el 20 de julio, día nacional por excelencia,
Por Luis I. Sandoval M.
A los 202 años de la independencia nacional, Colombia no es un país plenamente independiente, ni un país que se gobierne eficientemente aprovechando sus ingentes recursos en función de sus intereses y del bienestar de su población. Por ello, el 20 de julio, día nacional por excelencia,
aparece de manera protuberante que los problemas centrales de este – a la vez extraordinario e infortunado – país son problemas políticos: ¿Cómo gobernar? ¿Cómo reducir la pobreza en medio de la riqueza? ¿Cómo transitar a un orden sin violencia? ¿Cómo explotar la riqueza minera sin entregársela a las multinacionales? ¿Cómo avanzar en justicia social y ambiental respetando territorios de campesinos, indígenas y afrodescendientes? ¿Cómo participar en la integración latinoamericana? ¿Cómo moverse al momento de la crisis global del capitalismo neoliberal?
La respuesta a estos acuciantes interrogantes políticos tiene que ver con la forma como jueguen y la suerte que corran la Manguala y la Patota, como coloquial y un tanto cáusticamente se nombran la derecha y la izquierda, los de arriba y los de abajo, el país político y el país nacional, los que ejercen desordenadamente el poder y quienes lo buscan también desordenadamente.
Colombia es un país con una formidable crisis de la política, en todas sus expresiones y dimensiones, en todos sus colores y sabores, como se está viendo en estos días con singular claridad: la perversa reforma de la justicia que la acción ciudadana hizo fracasar, el impúdico “sigamos unidos que todo está bien” del presidente Santos y la clase política en la instalación del Congreso, las lágrimas del sargento García que se conmueve con la determinación indígena de sacar a los actores armados de su territorio y no con los insoportables efectos de la confrontación experimentados durante décadas por comunidades pacíficas, la inconformidad popular que se manifiesta en marchas campesinas ante el abandono del Estado, marchas urbanas por la salud, marchas de víctimas por la reparación, marchas por la paz, mientras el Gobierno proclama el triunfo de reformas que no se sostienen. Los de arriba se declaran triunfantes mientras los de abajo protestan por doquier. La necesidad de alternativa política es evidente.
El Nuevo Siglo se preguntaba en titular de primera página el 18 de julio: ¿Se unirá la izquierda? La oposición de izquierda no se da por vencida decía al interior y resaltaba frase del Senador polista Jorge Robledo: “esto puede terminar en acuerdos con otros sectores políticos, esa puerta se tiene abierta”. Ciertamente las intervenciones en la apertura del Congreso Comunista, incluida la de Clara López Presidenta del Polo, la de Jaime Caicedo Secretario General, la de Piedad Córdoba vocera de la Marcha Patriótica y la de Carlos Benavides del Congreso de los Pueblos fueron en el sentido de estar dispuestos a buscar convergencias, pero naturalmente está de por medio la lectura de las movidas de la derecha, la apreciación sobre el alcance de los movimientos, el cruce de iniciativas que remite a doble y múltiple militancia y, sobre todo, la existencia de aspiraciones presidenciales de distinto signo: izquierda, centro izquierda, progresistas.
Dos circunstancias son especialmente notables en este panorama: en la derecha el lanzamiento hace dos semanas del Frente Antiterrorista del expresidente Uribe que, sin duda, como lo señaló un columnista, es una especie de FARA: Frente Antiterrorista, Reeleccionista, Antirrestitución; en la izquierda las luchas sociales de nuevo tipo que están en ascenso con enorme potencialidad como expresión de un nuevo sujeto plural. La Conferencia del PDA lo constatará: ante el fracaso de la derecha, también en Colombia le puede llegar el turno a la izquierda política.
lucho_sando@yahoo.es
Julio 22 de 2012.