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“La reelección es un tóxico para la democracia”: Clara López

El Tiempo  

Candidata presidencial del Polo pide además a Farc y Gobierno no pararse de la mesa de negociación.

Clara López, candidata presidencial del Polo, pidió este martes por igual a las Farc y al gobierno del presidente Juan Manuel Santos “no pararse de la mesa hasta concluir el acuerdo para el fin del conflicto”.

López, quien tiene reparos al Gobierno, pero le reconoce el “valor” de apostarle a la búsqueda paz, dijo que espera que la fecha del 18 de noviembre, mencionada por el Presidente, no sea un “ultimátum”.

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El Tiempo  

Candidata presidencial del Polo pide además a Farc y Gobierno no pararse de la mesa de negociación.

Clara López, candidata presidencial del Polo, pidió este martes por igual a las Farc y al gobierno del presidente Juan Manuel Santos “no pararse de la mesa hasta concluir el acuerdo para el fin del conflicto”.

López, quien tiene reparos al Gobierno, pero le reconoce el “valor” de apostarle a la búsqueda paz, dijo que espera que la fecha del 18 de noviembre, mencionada por el Presidente, no sea un “ultimátum”.

¿Cómo se ve el proceso electoral desde el Polo?

Uno lo que ve es un campo lleno de incógnitas. El desplome del presidente Santos en las encuestas ha abierto la posibilidad de que se le embolate la reelección, y por eso ya empiezan a sonar una cantidad de candidaturas por el Partido Liberal, por el Partido Conservador.

¿Cree que la reelección de Santos se puede enredar?

La reelección es un tóxico para la democracia; ha degradado de manera grave la función de gobierno, ha desbaratado el equilibrio de los poderes, y uno lo que está viendo es que se presta incluso para que se desvíe la acción gubernamental hacia el clientelismo, hacia los tratos por debajo de la mesa. Incluso, temas estratégicos como la negociación de paz en La Habana empiezan a no responder a las necesidades de la negociación, sino al cronograma de la reelección presidencial. Entonces, uno no se explica cómo es posible que un sistema político permita que alguien aspire cuando lo han rajado en todas sus políticas.

¿Qué piensa de que el Presidente haya puesto el 18 de noviembre como fecha para que haya resultados en La Habana?

Espero que no sea un ultimátum, porque el bien de la paz es tan estratégico para el país que no puede depender del cronograma electoral del Presidente. Reitero el llamado tanto al Gobierno como a las Farc para que no se paren de la mesa hasta que no concreten el acuerdo para poner fin al conflicto armado.

¿Los riesgos que le ve a la reelección le abren espacio a la izquierda?

Nadie ha entendido el mérito de la izquierda para construir partido en medio de un conflicto armado. Eso requiere profundas convicciones y un trabajo en el desierto, que no resistió el Partido Liberal sino durante un periodo. Eso nos da credibilidad para una alternativa de carácter programático profundo. La gente sabe que tenemos un proyecto de cambio con fundamento en las transformaciones sociales que está reclamando el pueblo colombiano, tenemos la voluntad política para ejecutarlo y la firmeza y la templanza para hacerlo de manera concertada.

¿Qué aspectos destacaría de su propuesta programática?

Vamos a presentar nuestro programa, pero en su ejecución desde el Gobierno le vamos a dar vida a esa comisión de concertación que hoy solo se ocupa del salario mínimo, de manera parcial e incompleta, para que sea el cuerpo asesor principal, y si es necesario ampliarlo lo ampliamos para la ejecución de todas las políticas públicas en materia económica y social.

¿Cuáles serán los ejes de ese programa?

El primero es que la meta de pleno empleo tiene que ser explícita en la política macroeconómica del Estado colombiano, que incluye al Banco de la República. No podemos solo enfocarnos en combatir la inflación, porque eso ha condenado a Colombia a una política monetaria restrictiva que le ha limitado el potencial de crecimiento a la economía y su capacidad de generación de empleo.

Un segundo punto es el comercio internacional. El país tiene que tener soberanía sobre las herramientas y los instrumentos sobre la política económica. Necesitamos recuperar la soberanía sobre las herramientas de política económica para poder responder a cada coyuntura. Uno tiene que poder renegociar algunas cláusulas del libre comercio para poder de manera coyuntural intervenir para evitar quebrar sectores de la industria y el agro.

Y hay que acudir a herramientas ya inventadas, que incluso el Fondo Monetario Internacional ya concibe como posibles para controlar el ingreso de los capitales golondrina. Uno tiene que fundamentar el crecimiento de la economía con unas políticas industriales y agrarias que aprovechen el ahorro interno, y tenemos que generar las condiciones para ampliar el mercado interno y de esa manera reducir tanta dependencia de la industria extractiva, que tiene una desgracia: que trae recursos pero no genera empleo.

¿Qué le hace pensar que Colombia sea un país maduro para que una mujer llegue a la Presidencia?

Estoy convencida, porque en todas partes del mundo las mujeres están llegando al poder. Y Colombia no puede ser la excepción. Además, no es solo en la política, o en el ejercicio de la actividad gubernamental; también, en las ciencias, en las empresas, en la academia. Me cuesta trabajo pensar que se necesite ser maduro para entender que es importante el talante de la mujer por sus características propias de mujer, pero lo que debe ser crucial son las capacidades, independientemente del género. A la señora Merkel, en Alemania, no la eligieron por ser mujer, sino porque es capaz. A la señora Michelle Bachelet, en Chile, también. Yo tengo amplia confianza en que el tema de género no va a hacer una desventaja sino una ventaja.

¿Qué piensa de que una tercería podría ganar la Presidencia en 2014?

Lo que percibo es que Colombia necesita una nueva mayoría capaz de enrumbar al país en una senda de desarrollo sostenible con equidad, porque el agotamiento de las políticas de los últimos 20 años no lo permite ni garantiza. Llamamos a una gran convergencia democrática para presentarle una alternativa promisoria al país, capaz de disputar con éxito la Presidencia.

¿Pero con los verdes y progresistas?

Queremos una convergencia más allá de los partidos que incorpore la inconformidad del ciudadano de a pie, que se ha expresado en las protestas en todo el país.

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El Tiempo.

 

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