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“Los muertos del capitalismo salvaje”

Por José Arlex Arias Arias  

El hecho ha causado conmoción en algunos sectores, mas no a los neoliberales que privilegian las ganancias por encima de la humanidad. Por algo se conoce como “capitalismo salvaje”. La muerte, el pasado 24 de abril, de 1.127 trabajadores en una fábrica de Bangladesh,

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Por José Arlex Arias Arias  

El hecho ha causado conmoción en algunos sectores, mas no a los neoliberales que privilegian las ganancias por encima de la humanidad. Por algo se conoce como “capitalismo salvaje”. La muerte, el pasado 24 de abril, de 1.127 trabajadores en una fábrica de Bangladesh,

al derrumbarse el edificio Rana Plaza, zona industrial de Ashullia, que compone la Zona de Procesamiento de Exportaciones, EPZ, –equivalente a las zonas francas– reconfirma que el capitalismo, en la búsqueda de la máxima ganancia, somete a los trabajadores a todo tipo de vejámenes.  En 2005, en la misma ciudad de Savar, el derrumbe de una fábrica mató a 64 personas. En noviembre del 2012, un incendio dejó 112 muertos en Dacca. Organizaciones internacionales estiman que miles de vidas se han perdido en accidentes industriales en Bangladesh, ejemplo del milagro económico. El año pasado, en Karachi (Pakistán), 1.000 personas murieron en el incendio de otra fábrica. El mismo día, otra conflagración mató a 14 trabajadores vietnamitas en una fábrica de ropa en Moscú. El tema sigue poniendo en boga el debate sobre las normas laborales, dice El País de España.

La campaña internacional Ropa Limpia encontró etiquetas de marcas occidentales que demuestran su vínculo con las fábricas que allí operaban en unas condiciones que el Papa Francisco describió como “trabajo esclavo”. Oxfam International reveló que el salario mínimo en Bangladesh es de 38 dólares –30 euros– al mes o sea menos de $70 mil, los cuales se pagan por producción y sin prestaciones sociales. Esta ong califica como una “explotación peligrosa, que los obreros son quienes arriesgan su vida trabajando en edificios inseguros, durante largas horas, en condiciones terribles y con salarios terribles”. En confecciones, en este país hay 5.400 empresas que en 2012 exportaron 19,1 billones de dólares, la mayoría a Europa. La producción es el 80% de las exportaciones de Bangladesh. EE.UU reconoció que “numerosas firmas estadounidenses y europeas” usaban los servicios de las fábricas afectadas. El cruel trato a los trabajadores salpica a marcas europeas como El Corte Inglés, Primark, Benetton y Mango, que indicó que realizó un “pedido piloto”. Pero incluso hay talleres –mipymes- en donde se trabaja en peores condiciones y salarios: “Aquí producimos telas que, muchas veces, acaban en la EPZ y llegan a Europa y a América ya confeccionadas”, reconoce un propietario –quien teme represalias– bajo condición de anonimato. “Muchos empresarios bangladesíes mienten sobre el origen del material”, dijeron Ahmed y sus compañeros de trabajo, algunos, niños de 12 años, subcontratados de los subcontratados, el último eslabón de una cadena que acaba en los escaparates de todo el mundo”, al medio de comunicación referenciado anteriormente.

En esa dirección avanza el modelo neoliberal en Colombia, con las diferentes medidas de “flexibilización laboral”, las garantías a la confianza inversionista, implementación de Zonas Económicas Especiales y las propuestas de eliminación del Salario Mínimo Legal, entre otras. Hoy más que nunca cobra vigencia el centenario llamado: ¡Proletarios de todos los Países, uníos!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena, 27 de mayo de 2013.


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