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Titulares

“No opero con el propósito de tumbar cabezas”: senador Jorge Robledo

Por Alfredo García Sierra / El País  

La presentación, según el Gobierno inconsulta, al Congreso de un proyecto que reforma el manejo, titulación y futura explotación de los terrenos baldíos en Colombia, estuvo a punto de tumbar esta semana al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde.

Su más enconado crítico ha sido el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, quien sostiene que “Lizarralde debe irse del Gobierno” por sus actuaciones irregulares cuando fue presidente de Indulpalma, precisamente en el tema de baldíos.

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Por Alfredo García Sierra / El País  

La presentación, según el Gobierno inconsulta, al Congreso de un proyecto que reforma el manejo, titulación y futura explotación de los terrenos baldíos en Colombia, estuvo a punto de tumbar esta semana al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde.

Su más enconado crítico ha sido el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, quien sostiene que “Lizarralde debe irse del Gobierno” por sus actuaciones irregulares cuando fue presidente de Indulpalma, precisamente en el tema de baldíos.

Según Robledo, el Gobierno no tiene porqué sostener a un Ministro cuestionado en un campo tan delicado como lo son los baldíos, ya que en su concepto, él patrocinó falsas asociaciones en el Cesar y el Vichada para apropiarse de esas tierras.

El senador recalca que por ese tipo de hechos, más el descontento que vive el sector agrícola, el presidente Santos no recibirá el apoyo que busca en su camino a la reelección.

¿Qué percepción le quedó luego de que el presidente Santos decidiera dejar en su cargo al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, a pesar del ’regaño’ que le dio por presentar al Congreso un proyecto de ley sin consultarlo?

Una de las peores facetas de nuestro país es la desvergüenza de nuestros gobernantes, que juegan con los sentimientos de la opinión pública. Yo le iba a pedir el martes pasado al presidente Santos que sacara a Lizarralde, y así lo consigné en una carta enviada a la Casa de Nariño. El ministro Lizarralde es una vergüenza, y más la agresión que hizo contra mí, violando la ley, al revelar una grabación producto de una ’chuzada’ ilegal. Eso en un país medianamente democrático tumba un Ministro.

Y qué tal la especie de ópera bufa a que nos tiene sometidos con un proyecto de ley diseñado solo para arreglarle los problemas a Indulpalma y a otras empresas en materia de baldíos. Es bochornoso lo que está pasando cuando se anuncia que el proyecto volverá de nuevo a la Cámara.

¿Quién cree que lo ‘chuzó’ para denunciarlo por instigar paros agrícolas?

No sé quién sería. Es una pregunta que he venido haciéndole al Gobierno sobre si me están chuzando, o utilizando micrófonos, etc. Así no haya sido Lizarralde, quien me chuzó, cometió dos delitos: primero, tomar esa grabación y exponerla ante la faz del país, con la autorización del Presidente, lo cual violó mi derecho constitucional a la intimidad, lo cual es penalmente sancionable, y en segundo lugar cometió el delito de injuria al maltratrarme con alegatos no ceñidos a la realidad, al mutilar la grabación para ponerme a decir cosas que nunca dije. En otro país eso hubiera tumbado al Ministro. Así, y todo, el Presidente Santos decidió atornillarlo en el cargo.

¿Por qué no se cayó el ministro Lizarralde, pese a su metida de pata?

No creo que el presidente Santos no hubiera conocido el proyecto sobre baldíos que el Ministro presentó en el Congreso, y menos que no se lo hubieran consultado. A él se lo consultaron porque Lizarralde viene hablando del mismo hace rato. Lo que pasó fue que alguien le comentó al Presidente, que tal como estaba ese proyecto, esa iniciativa hubiera tumbado la cabeza del Ministro, e incluso la del propio Juan Manuel Santos. Creo que lo que se está realizando es una maniobra para radicar ese proyecto con los mismos puntos, pero a las escondidas. Y sobre todo, para arreglarle los líos a los clientes de Carlos Urrutia, quien sigue con toda frescura como embajador en Washington.

¿Se sostiene en sus denuncias sobre manejo irregular de baldíos por parte del Ministro, aunque se dijo que es un episodio más de proselitismo del Polo?

Al Ministro le he formulado dos tipos de cargos. Uno sobre procedimientos indebidos como la persecución a los trabajadores de Indulpalma y la creación de falsas asociaciones que se le impuso a los campesinos para condenarlos a contratos leoninos. Además, existen dos actos de ilegalidad, como la acumulación de baldíos, y segundo, la ocupación ilegal esas tierras. El primer caso fue en el Vichada y el segundo en San Alberto, Cesar, que en total son unas 2000 hectáreas. Por eso el proyecto que radicó el Ministro ante la Cámara le resolvía esos problemas a Indulpalma. Y además, promovía la política de asociación entre empresas como Indulpalma y campesinos apalancadas con la plata del Estado. Eso es falta de ética.

¿Está obsesionado con tumbar cabezas como la del exembajador, Carlos Urrutia por el lío de los baldíos?

No opero con la idea de tumbar cabezas, porque ese no es mi oficio. Defiendo lo que es el bien público y la moralidad, pero si de carambola caen cabezas, ni modo. Exigí la cabeza de Urrutia, cayó, pero aún así continuó despachando como embajador en Washington, y en el caso de Lizarralde voy a insistir ante el Presidente para que lo retire del cargo, ya que no puede ser Ministro de Agricultura.

¿Si el proyecto regresa al Congreso, ¿usted ’le dará palo’?

Habría que mirar qué dice de nuevo ese proyecto, pero a mi parecer no sigue siendo bueno. Creo que es un abuso del Gobierno que un proyecto de este calibre se tramite en veinte días, es decir, ’ferrocarrilado’ y a pupitrazo limpio, cuando lo que se requiere es que tenga debate para conocer sus verdaderos alcances. De hecho, ya fue muy grave que se hubiera presentado cuando apenas quedaban menos de 30 días de la actual legislatura. Eso sería un nuevo disparate del Gobierno buscar que se apruebe antes del 15 de diciembre. Los paros agrícolas y sus efectos, podrían restarle fuerza a la reelección de Santos?

Creo que habrá una oposición enorme en las zonas rurales de Colombia frente a su candidatura. Recordemos que mi debate contra el nombramiento de Lizarralde empezó con un hecho de índole político, ya que mientras el agro de la zona andina está perjudicado, los ojos del Gobierno están puestos sobre los futuros negocios de la altillanura colombiana.

Se afirma que usted es muy negativo frente a la política agrícola y de tierras desde que estaba Juan Camilo Restrepo. ¿Entonces, quién podría ser el Ministro de Agricultura ideal?

Con la actual orientación del Gobierno no es factible hablar de un ministro ideal, ya que sus políticas son antiagrarias debido a la promoción de los TLC que destruyen el campo, más la alta concentración de la tierra. Por eso no es posible encontrar a un Ministro que lo haga bien en materia agrícola. Los futuros ministros no deben depender de esa puerta giratoria, tal como ha ocurrido con Rubén Darío Lizarralde al llegar a esa cartera. ¿No es muy escéptico en sus apreciaciones? Parece que no le gusta nada de este gobierno ni de ninguno…

El santismo está buscando cómo deteriora la imagen del senador Robledo, pues se le volvió una especie de obsesión. Alguien me dijo que cuando a los árboles les dan palo es cuando producen frutos, y así me siento, pues seguiré cumpliendo con mi deber y que cada uno piense lo que quiera.

¿No teme que su partido pierda las posibilidades de lograr la alcaldía de Bogotá, ya que la gestión de Gustavo Petro ha sido muy cuestionada, además de los actos de corrupción de los hermanos Moreno?

El Polo Democrático no está gobernando a Bogotá. Eso es perfectamente claro desde hace mucho rato, ya que Gustavo Petro se salió del Polo hace bastante tiempo. Él no fue candidato del Polo, tanto que no estamos haciendo parte de su Gobierno, ya que ha sido una administración bastante mediocre. Que no nos cuestionen por las actuaciones de él en este caso.

¿Por qué el Polo es fuerte cuando cuestiona, pero no cuando administra, tal como sucedió con el vergonzoso episodio del exalcalde Samuel Moreno, que lo tiene hoy en la cárcel?

Ese es un sofisma que se lo aplican exclusivamente al Polo Democrático. Si uno se pone a mirar el resto de los gobiernos de los últimos 100 años todos han sido desastrosos. Todavía no he escuchado a nadie que diga que al Partido Liberal o al Partido Conservador, o la U deberían renunciar a cualquier aspiración.

El País, Cali.

 

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