“No podemos legitimar explotación y la esclavitud”, afirma senador Ospina sobre proyecto que reglamenta prostitución

“No se puede favorecer a las mafias que se aprovechan de la explotación humana”, aseveró el congresista del Polo.

“La propuesta que  establece medidas para proteger a las personas que ejercen la prostitución y por tratarse de un fenómeno social complejo, relacionado con delitos como la trata de personas, el abuso infantil y el consumo de drogas, la regulación de la prostitución no es ni generalizada ni sencilla”, afirmó el senador Mauricio Ospina Gómez, del Polo Democrático Alternativo.

“Será que quienes ejercen la prostitución bajo condiciones de “dignidad humana”, es decir estas trabajadoras sexuales que viven como quieren, ganan bien, sin humillaciones porque su formación profesional; son el referente para regularizar y laboralizar un oficio donde la gran mayoría llega al fenómeno como consecuencia del maltrato, el abuso, la indolencia de su entorno o la falta de oportunidades, que se han convertido en alcohólicas, adictas, que vive en inquilinatos, que su familia y la sociedad las estigmatiza, que tienen varios hijos en su gran mayoría no deseados y por lo general de distintos padres, que han perdió la esperanza de una vida mejor y por eso la rudeza de su ser?” dijo.

Así mismo dijo que el proyecto de ley no analiza la tipología de la prostitución callejera como fenómeno de improductividad en el negocio de los servicios sexuales y su vulnerabilidad.

Dijo además el congresista del Polo que “en la búsqueda de garantizar los derechos laborales de una minoría, ahondaríamos o legalizaríamos la vulneración de derechos fundamentales de la gran mayoría de quienes ejercen la prostitución en condiciones de marginalidad porque pasar del régimen subsidiado al contributivo, cotizar a pensiones sin un régimen especial por las características del oficio y sin unas reglas claras en términos de riesgos laborales y adicionalmente dejar de recibir el pago directo de sus clientes porque bajo subordinación lo recibirá su empleador no es garantía de que la calidad de vida de las trabajadoras sexuales mejoraría”.

Aseveró que “soy un férreo defensor del derecho a la salud en un país con un modelo económico que día a día busca cosificarnos, considero que la discusión de esta iniciativa no es simplemente moral, porque a pesar del fallo parcial sobre algunos de los derechos laborales de  la sentencia T-629 de 2010 que ha servido de referente para esta iniciativa, la tutelante no fue reintegrada a su trabajo lo que de una manera u otra expresa es el sentido humano bajo el cual fue establecido nuestro Estado Social de Derecho y no una trasgresión de los derechos laborales”.

Para el senador Ospina “es importante para el desarrollo de la discusión de esta iniciativa conocer referentes propios de la minoría objeto del proyecto y ampliar el debate en aspectos complicados como lo son la despenalización del proxenetismo y la determinación del negocio jurídico”.

Para terminar señaló que es importante revisar los resultados de la laboralización o la abolición  de la prostitución que se han hecho en países con mayor equidad o igualdad social, con economías fuertes y niveles de educación superiores al nuestro donde al mercantilizar el fenómeno lo que han logrado es la clandestinidad del mismo.

“No podemos legitimar la explotación y la esclavitud”, puntualizó el senador Ospina.