Titulares
Preguntas sin respuestas
Las compactadoras para el aseo de Bogotá ¿son o no chatarra?
El pasado 28 de diciembre, en una columna publicada en el diario El Espectador y reproducida en esta página web, Aurelio Suarez exigió una explicación de la administración distrital sobre la importación de los camiones compactadores para el servicio de aseo de Bogotá. Las respuestas se vienen produciendo, pero no por parte del Alcalde Petro ni de sus colaboradores, sino de las investigaciones de los medios de comunicación que ya alertan
Las compactadoras para el aseo de Bogotá ¿son o no chatarra?
El pasado 28 de diciembre, en una columna publicada en el diario El Espectador y reproducida en esta página web, Aurelio Suarez exigió una explicación de la administración distrital sobre la importación de los camiones compactadores para el servicio de aseo de Bogotá. Las respuestas se vienen produciendo, pero no por parte del Alcalde Petro ni de sus colaboradores, sino de las investigaciones de los medios de comunicación que ya alertan
que lo que empezó como una aparente comedia de errores parece tener un fondo de manejos irregulares que exigen explicaciones urgentes que la Administración Distrital no ha ofrecido.
El diario El Espectador publica hot en primera plana, bajo el titular “CONEXIÓN PANAMÁ”, una investigación que detalla cómo los vehículos fueron adquiridos a través de Internet en varios sitios web, entre ellos uno denominado “Salvage cars for sale” que traduce “Vehículos siniestrados para la venta”, en subastas con precios base iniciales irrisorios (de US$ 200.oo a US$2.000.oo) y declarados en los documentos de importación por valores de US$ 32.000.oo por vehículo. El importador original, una empresa intermediaria de Panamá con gerente colombiano, Milton Cabeza, tuvo que ser reemplazado por el Distrito comoquiera que a los particulares les está vedado importar vehículos usados. Como afirmara Aurelio Suarez al concluir su artículo, “Los actuales administradores de la Capital y sus adláteres se han atribuido ser consecuentes luchadores por la transparencia en el manejo de los recursos públicos. Deben tener explicación clara para estos interrogantes y actuar en consecuencia.”
El siguiente es el texto completo de la investigación publicada por El Espectador: