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Retirar reforma a la salud del Congreso y reemplazarla por una que modifique estructuralmente el sector, solicita Clara López a presidente Santos

Retirar el proyecto de reforma a la salud que se tramita en el Congreso de la República para que sea reemplazado por otro que modifique estructuralmente el sector y que se elaborado con la participación consensuada de todos los actores pertinentes, solicitó la presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón en carta dirigida al primer mandatario Juan Manuel Santos, con copia a todos los directivos de los partidos políticos.

La dirigente política de oposición sustenta su solicitud

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Retirar el proyecto de reforma a la salud que se tramita en el Congreso de la República para que sea reemplazado por otro que modifique estructuralmente el sector y que se elaborado con la participación consensuada de todos los actores pertinentes, solicitó la presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón en carta dirigida al primer mandatario Juan Manuel Santos, con copia a todos los directivos de los partidos políticos.

La dirigente política de oposición sustenta su solicitud

en las múltiples reacciones en contra que ha suscitado la reforma al sistema de salud habida cuenta que la misma no aboca cambios de fondo, “razón por la cual –afirma- el aforismo gatopardiano le queda como anillo al dedo: ¡Qué todo cambie para que todo pueda seguir igual!”

En su misiva, López Obregón coloca como ejemplos sistemas de salud como los de Canadá y Ecuador, países en que este fundamental derecho no es tratado como negocio y su viabilidad está sustentada “en una racional distribución territorial de los servicios, las personas todas acceden según el nivel de complejidad requerido y son atendidas sin discriminación alguna por su capacidad de pago. Es decir, la salud se trata como un derecho y no como una mercancía”.

El texto de la carta es el siguiente:

Bogotá, 5 de noviembre de 2013.

Doctor
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República
Ciudad.

Con copia al Congreso de la República y a los Partidos políticos colombianos

Apreciado señor Presidente:

El proyecto de Salud que cursa en el Congreso de la República ha desatado el más encendido debate sobre la naturaleza misma del Sistema de Salud impuesto en Colombia a partir de la Ley 100, el cual esta pretendida reforma no aboca en su reestructuración de fondo, razón por la cual el aforismo gatopardiano le queda como anillo al dedo: “¡Qué todo cambie para que todo pueda seguir igual!”

Las EPS se denominarán Gestoras, el Fosyga, Salud Mía y el POS, Mi Plan; pero los incentivos perversos para erigir barreras de acceso a los usuarios en función de las utilidades de las EPS que ahora se llamarán “remanentes” para esconder su verdadera naturaleza, subsisten sin remedio efectivo. Lo que no se confiesa es que en países tan disímiles como Canadá y Ecuador, los sistemas de salud se fundamentan en una racional distribución territorial de los servicios, las personas todas acceden según el nivel de complejidad requerido y son atendidas sin discriminación alguna por su capacidad de pago. Es decir, la salud se trata como un derecho y no como una mercancía.

El profesor Michael J. Sandel de la Universidad de Harvard publicó el año pasado un interesante libro titulado Lo que el dinero no puede comprar en el que analiza cómo los mercados pueden arrinconar los preceptos morales. Son muchos los casos que se pueden citar, unos más controversiales que otros: la compra venta de órganos y hasta de niños en adopción, la de premios honoríficos y, desde luego, en la larga lista cabe la salud. Todos sabemos que los servicios de la salud cuestan y que el Estado tiene el mandato constitucional de utilizar la soberanía fiscal para financiarlos vía impuestos y cotizaciones parafiscales. Dicho eso, cabe la pregunta: ¿Puede ponerse un precio a la vista, a la capacidad laboral y hasta la vida de una persona por conducto de un sistema de salud que permite discriminar el acceso en función de la capacidad de pago? La situación es tan grave que la gente se está agravando mientras le colocan una cita médica para dentro de tres meses e incluso muriendo en los pasillos de los hospitales en espera del papeleo que impide una atención médica oportuna y eficiente.

Las movilizaciones de médicos, pacientes, estudiantes, internos y residentes y de la población usuaria ganan en audiencia a diario. Todos y todas relaman una reforma de fondo de la Ley 100. Una verdadera reforma diseñada para garantizar la universalidad de la salud como derecho fundamental, incluida la atención primaria y la prevención.

Señor Presidente: El proyecto en curso no garantiza la salud de los colombianos y las colombianas. Comedidamente elevamos a usted la petición de retirarlo del Congreso para que sea reemplazado con una reforma estructural elaborada con la participación consensuada de todos los actores pertinentes. 

Atentamente,

CLARA LÓPEZ OBREGON
Presidenta
Polo Democrático Alternativo

 

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