Siento que me están minando el camino de una campaña que muestra que puede ser muy exitosa: Clara López

Por: Natalia Herrera Durán y Alfredo Molano Jimeno / El Espectador  

La candidata presidencial del Polo Democrático dice que el llamado a indagatoria de su esposo, Carlos Romero, es lo más duro que ha vivido.

Clara López Obregón es la presidenta del Polo Democrático Alternativo y su candidata presidencial para 2014. Las encuestas la muestran como una mujer con buena aceptación ciudadana y podría cumplir un papel importante en la consolidación de la llamada tercería. En entrevista con El Espectador,

López Obregón habló de las posibilidades de consolidar un acuerdo con otras fuerzas políticas para las elecciones presidenciales, del ambiente de polarización política entre el santismo y el uribismo, así como del llamado a indagatoria de su esposo, el exconcejal Carlos Romero, en el proceso del carrusel de contratos en Bogotá. La principal conclusión de esta conversación es que Clara López se mantendrá en su aspiración presidencial, pero que la puerta de una alianza con otros grupos políticos no está cerrada.

Desde que Santos anunció su intención de reelegirse empezó la campaña presidencial, ¿usted cree que estas elecciones serán entre la guerra y la paz?

Ese es el dilema que han puesto los medios de comunicación para incentivar la polarización entre dos propuestas que son las dos caras de una misma moneda: la propuesta del establecimiento. Pero la disyuntiva no es entre la guerra y la paz, sino entre un modelo económico que está echando aguas por todas partes y la necesaria apertura hacia un mejor modelo de desarrollo. Este modelo económico no es viable, entonces nosotros estamos propugnando por un viraje hacia la política social y no hablo de la asistencialista, que termina sirviendo para hacer política.

Pero admitiendo que el proceso de paz es determinante en la campaña presidencial, ¿cuál es la posición del Polo?

La discusión es cuál es la paz que vamos a construir en el posconflicto. Los guerreros tienen que firmar la paz y si alguien ha sido un guerrero en este país ese es el presidente Santos. Y los civiles dediquémonos a construir la paz. El posconflicto es para la gente de paz. Y esa es nuestra apuesta. El doctor Santos puede ser la persona para firmar el acuerdo del fin del conflicto, y la historia le tendrá que reconocer eso, pero el posconflicto no pasa por la reelección de Santos. La paz no pasa por la reelección de Santos. Él no es capaz de sostener la paz de este país.

Se ha empezado a hablar de garantías políticas para la oposición, más en el marco del proceso de paz…

Me parece extraordinario que la guerrilla haya logrado sentar al Gobierno para hacerle entender que debe haber garantías para todo el mundo. Es fundamental que se cumpla la Constitución y la ley, porque aquí parece que quienes no somos del Gobierno no estamos en el Estado. Uno no encuentra en los cargos altos del Estado a nadie que no sea parte de la política de la mermelada. En el Banco de la República, en el Consejo Nacional Electoral, en la Registraduría, etcétera.

La Procuraduría le ha estado llamando la atención a Santos para que no participe en política, ¿qué opinión le merece?

Nosotros hemos criticado algunos de los hechos que la Procuraduría ha protagonizado. No puedo estar de acuerdo con la postura que ha tomado el procurador con el aborto, con el matrimonio igualitario, pero le quiero decir que siendo alcalde de Bogotá durante un proceso electoral se aplicó la misma Ley de Garantías. Tuve que garantizar la ecuanimidad de una administración y no tuvimos una sola queja. Sólo espero que quienes lancemos nuestra campaña a la Presidencia nos ofrezcan la franja AAA en la televisión, como lo hizo Santos.

¿Pero teniendo en cuenta las decisiones que ha tomado la Procuraduría, ustedes creen que tienen garantías para ser gobierno?

A mí me tocó la Procuraduría de Alejandro Ordóñez en la Alcaldía de Bogotá. Y es exigente, demasiado exigente, pero nunca noté que hubiera exigencias de carácter administrativo que no fueran correctas. No soy partidaria de la función que tiene el procurador de destituir a personas elegidas popularmente, pero la Corte Constitucional dijo que tenía esa facultad. Y en una democracia, si no está de acuerdo con eso, lo que corresponde es hacer una reforma integral por vías democráticas. Y creo que una reforma a la justicia podría prever que esas funciones las asumiera un tribunal disciplinario, que tenga un miembro de la oposición. Pero no estoy de acuerdo con los que aplauden al procurador cuando destituye a un alcalde y lo censuran cuando investiga a otro.

Háblenos de Aída Avella, la candidata presidencial de la Unión Patriótica.

Me parece muy bien. El Polo apoya la interpretación del Consejo de Estado de restituir de manera integral a la UP. No puede ser sólo darle la personería jurídica, tienen que darle un apoyo especial y nosotros somos partidarios de que no se les aplique el umbral.

¿Cómo recibió el llamado a indagatoria de su esposo, el exconcejal Carlos Romero?

Hacer política en este país siendo mujer se ha convertido en un viacrucis. El proceso que he vivido durante los últimos días es una demostración de que uno sobrevive a los atentados personales, a un exilio, a la estigmatización y a la exclusión. Pero a lo que es muy difícil de sobrevivir es a que le asesinen moralmente al esposo. Y que lo hagan con la intencionalidad de afectar las posibilidades políticas de una mujer.

Es decir, ¿su interpretación de lo que le está sucediendo a su esposo es que es un ataque en su contra?

La realidad es que Carlos Romero ha sido una persona que se ha dedicado, desde su juventud, a la política desde la izquierda. Es un hombre que pudo haber sido muy importante en cualquier partido tradicional, pero decidió hacerlo en la opción. El único patrimonio que tiene es su honra y lo que ha pasado es que se le ha atacado su honra. El señor vicefiscal dice que lo llama a interrogatorio y en rueda de prensa lo que hizo fue una imputación de cargos. Lo señaló y le dijo el delito. ¿Dónde está el derecho de defensa? ¿No se supone que el interrogatorio es para que la persona tenga uso del derecho a la defensa y que lo que se busca es darle ese espacio para que aclare algo que debe aclarar? Y cómo quiere que piense que no es coincidencia que desde el momento en que sale esa noticia un ataque brutal a la página del Polo nos deja sin comunicación.

¿De dónde viene el ataque?

A (Alfonso) Palacio Rudas le escuché decir que lo que caracteriza la violencia colombiana es que uno ya no sabe por el carácter de la víctima quién es el victimario.

¿Ve amenazadas sus garantías electorales?

Me siento totalmente vulnerada en mis garantías, como mujer y como persona. A Carlos le imputan hechos de cuando existía la Secretaría de Obras Públicas, que dejó de existir en la alcaldía de Lucho Garzón, y la cerraron porque tenía gastos de funcionamiento y no tenía inversión. Entonces dónde está el interés de los contratos.

¿Está pensando hacer a un lado su candidatura por este suceso?

No renuncio. Lo que siento es que me están minando el camino de una campaña que muestra que puede ser muy exitosa. Pero se equivocan si creen que a los sombrerazos van a sacar del camino la propuesta que represento.

¿Y cuál es esa propuesta?

Una propuesta abierta a mi partido y a la sociedad que se identifica con lo que somos las mujeres. La gente está harta de peleas, de la pugnacidad de los guerreros y de la faltad de ánimo conciliatorio. La propuesta que encarno entra dentro de lo que el país está reclamando en materia de atención social y de resolución directa de los problemas de la gente de a pie.

Las encuestas muestran que en la polarización santismo-uribismo podría caber una tercería si se unieran las otras fuerzas políticas, ¿cómo ve ese panorama?

Cuando fui candidata a la Alcaldía de Bogotá, en los 80, participé en una gran coalición integrada por el Nuevo Liberalismo Independiente, A Luchar, Frente Popular y Convergencia, que eran los simpatizantes del M-19 y la UP. En ese momento la consigna fue la unidad.

Entonces, ¿por qué hoy es tan difícil acordar la unidad?

Siempre me hago esa pregunta. He percibido que hay barreras en los diálogos que se adelantan. Este año, después del mandato del Polo de buscar una convergencia, asistí a una reunión. Allá estuvimos muchos, pero no todos. Plantee la disposición del Polo de participar, de propiciar, de promover una convergencia, puse a disposición la personería jurídica del partido, no para que se unieran alrededor del Polo, sino para que sirviera de instrumento eficaz para completar los acuerdos, y fuimos rechazados por el doctor Navarro de una manera fuerte y de ahí él salió a hacer el acuerdo con los

¿Qué pasa con el Partido Verde?

El problema con los verdes es que hay sectores que uno no entiende dentro de un proceso alternativo. Cuando el Partido Verde defina su verdadera vocación política e ideológica, pues uno sabe con quién está hablando. Pero uno va a una reunión y está Navarro, va a otra y está Alfonso Prada. Hemos conversado con varios sectores distintos dentro de ese mismo partido y hemos dicho que estamos en disposición de conversar, pero uno tiene que saber cuál es el verdadero contenido. Porque no percibo la posibilidad de hacer un matrimonio de conveniencia. Pienso que en la política, la propuesta y el programa están por delante y no se puede darle visos de alternativo a algo que si llega al Gobierno no lo será. Entonces para nosotros la consecuencia y la consistencia política son la esencia del acuerdo.

¿Estarían dispuestos a acoger la propuesta de Navarro de una consulta interpartidista?

La discusión no la voy a hacer en público. La discusión se está dando en los canales normales con los representantes de los sectores. El tema es cómo puede llegar uno a acuerdos y pienso que se puede, pero los acuerdos deben darse en la franqueza y la discusión autorizada con los sectores respectivos, donde el protagonismo no opaque la posibilidad de llegar a acuerdos.

¿Qué es lo que está pasando con Iván Cepeda, que llama a la unión de la izquierda y algunos del Polo rechazan el llamado?

El tema con Cepeda es que se dirige al Polo como si no fuera del Polo y como él no asistió a nuestro congreso, no ha entendido que el mandato del mismo es buscar la convergencia democrática. Él no tiene que andar haciéndonos llamados para que el Polo adelante la política que está adelantando. Uno percibe que Cepeda también está en los anuncios públicos cuando lo que toca son las conversaciones francas que lleven a acuerdos sin protagonismos. Los anuncios públicos son el protagonismo de cada cual queriendo ser autor. En los temas de unidad tiene que ser un proceso de coautoría. El tema ahora no es proponer, lo difícil es pasar del dicho al hecho, ahí estaría el avance concreto.

Pero con lo que dice se ve que las posibilidades de que haya una fuerza alternativa unida son pocas…

No sé. Fíjese que Navarro está haciendo un esfuerzo grande, ya se está montando la consulta de la Alianza Verde para ver si pueden tener un candidato.

Esta semana se dieron a conocer las listas para Cámara y Senado, y hay quienes criticaron que muchos de ellos no tienen votos. ¿Qué diría sobre eso?

El Polo Democrático Alternativo hace la política con la movilización social. Entonces muchos de ellos no son conocidos en los medios, pero sí en las luchas populares. Allí hay gente muy valiosa.

¿Y cuál es el cálculo electoral de ustedes?

Estoy convencida de que vamos a a aumentar nuestra participación en el Congreso y el umbral no es una preocupación. Creo que sacaremos entre siete y diez senadores. Robledo va a ser el senador más votado del Congreso.

El Espectador, Bogotá.