Nacional
Viacrucis arrocero
Por Eudoro Álvarez
Los arroceros plantearon, en el 2011, al gobierno nacional la situación generada por las deudas impagadas a causa de la crisis sanitaria; se les respondió que se tomarían medidas y se ofrecieron prórrogas, refinanciaciones más capital de trabajo fresco para proseguir su trabajo.
Por Eudoro Álvarez
Los arroceros plantearon, en el 2011, al gobierno nacional la situación generada por las deudas impagadas a causa de la crisis sanitaria; se les respondió que se tomarían medidas y se ofrecieron prórrogas, refinanciaciones más capital de trabajo fresco para proseguir su trabajo.
En reuniones de concertación se comprometió al Banco Agrario para que tramitase las solicitudes y se hicieron brigadas de promoción para que los agricultores accediesen a lo ofrecido.
La dura realidad es que trascurrido más del año, aún la mayoría de los agricultores afectados con las deudas, alargan la espera para que se les resuelvan sus quebrantos.
Se agrava la situación para quienes aplicando paquetes tecnológicos recomendados de afán por los investigadores, volvieron a sufrir ver menguadas sus cosechas y los rematan con la de soya, perturbada por el verano y los malos precios.
Para noviembre de 2011 se comenzaron los trámites y se enviaron las primeras cartas a la banca, recomendadas por los brigadistas de cartera comisionados; antes de la segunda sesión con estos funcionarios, ya reclamaban los productores el primer incumplimiento: los plazos acordados de cinco años, eran reducidos a tres, a dos y uno, rubricados en el pre-acuerdo negociado.
Por mayo de 2012, luego de presentar los documentos exigidos, la respuesta del Banco era total silencio; entretanto, agrocomercios suspendieron los créditos a los productores ante el no pago de obligaciones derivada de la ausencia de la respuesta bancaria en materia de dineros del prometido crédito.
En junio del mismo año, el Banco respondía al fin: devolvía nueve documentos de los solicitados y para continuar, requería otros cinco, sin los cuales no se podía extender el trámite; esto cuando en junio ya se estaba agotando el plazo meteorológico de siembras.
En noviembre de 2012, al año de iniciada la gestión, requiere el Banco:” Lo invitamos a tramitar su nueva operación de crédito dentro de las normas y políticas de nuestra entidad con proyectos viables técnica, financiera y ambientalmente”: tan amables!!
En enero de 2013, el Banco “pela el cobre”: anuncia acción judicial, adicionando los honorarios contraídos por el cobro pre-jurídico de la obligación.
A esto se le llama diligencia gubernamental en la atención del desastre sufrido por los agricultores, quienes continúan a la espera de respuestas ciertas, ajenas a la verbosidad engañosa con que se les ha maltratado.
eudoroalvarez@gmail.com.
6 de febrero de 2013.