Columnistas

Los bienes comunes y la participación ciudadana en el Quindio.

Por Horacio Duque  

Aun no cierra el debate sobre el Plan de Desarrollo del departamento del Quindío para el siguiente cuatrienio. El nombramiento de un nuevo director de Planeación en la Gobernación es un ingrediente cuyo impacto deberá verse en el producto y el resultado general de esta herramienta de gestión pública regional.

Focalizado el interés oficial en la defensa de los bienes comunes, la participación ciudadana se considera estratégica y transversal tanto en la armazón del Plan como en la construcción posterior del desarrollo social, económico, político y cultural.

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Por Horacio Duque  

Aun no cierra el debate sobre el Plan de Desarrollo del departamento del Quindío para el siguiente cuatrienio. El nombramiento de un nuevo director de Planeación en la Gobernación es un ingrediente cuyo impacto deberá verse en el producto y el resultado general de esta herramienta de gestión pública regional.

Focalizado el interés oficial en la defensa de los bienes comunes, la participación ciudadana se considera estratégica y transversal tanto en la armazón del Plan como en la construcción posterior del desarrollo social, económico, político y cultural.

Si bien es cierto la participación democrática de los ciudadanos es un propósito central en el texto constitucional de 1991, reglamentado por las leyes 134 de 1994 y 1757 de 2015, los avances durante 26 años en dicha materia son mínimos, pues en el Estado y su régimen político prevalece una fuerte cultura de exclusión y desconocimiento de las voces e iniciativas comunitarias.

En la profundización de la participación política hay elementos de orden cultural que deben ser superados no solo con nuevas normas sino con otros sentidos y significados políticos.

En el proyecto de Plan del padre Osorio se aborda la participación desde el programa de gobierno y de la necesidad del cambio social, así como desde mecanismos como las mesas de concertación y los Foros Municipales.

La hipótesis programática plantea en sus fundamentos y 26 iniciativas concretas la necesidad de forjar una nueva sociedad sobre el principio de una participación activa.

Democracia y participación son puntos claves para la propuesta de cambio social progresivo y reformista.

Para los nuevos gobernantes del Quindío la participación ciudadana no es solo un mandato de la Constitución y de la ley sino una estrategia fundamental de construcción social, –frente a las particularidades históricas regionales que la sumen en una profunda crisis estructural– cuya solución más que depender estrictamente del ejercicio del Gobierno dependerán en el porvenir del esfuerzo y de la cooperación de la ciudadanía, es decir, del ejercicio de una participación liberadora, apoyada por el Estado de derecho en cuanto garante de la participación y de la democracia.

La Resolución 000228 expedida recientemente por el Gobernador, establece en su artículo 12 que un Pacto Social nuevo que permita la formulación del Plan, constituirá de hecho la síntesis del proceso de planificación, traducido en un acuerdo de voluntades entre los ciudadanos, sus organizaciones, el Gobierno regional, las instituciones departamentales y el Gobierno Nacional, con la finalidad expresa de trabajar, desde ahora, en la perspectiva y en las líneas que determine este proceso de planificación, para que el Departamento logre reorientar su camino en pos de resolver sus crisis, se articule a las dinámicas de desarrollo Regional, Nacional y Global; y para que sus ciudadanos puedan alcanzar los niveles de calidad de vida siempre deseados.

El espíritu constitucional y el precepto legal en torno al mandato y relación, Plan de Desarrollo-Participación Ciudadana, fueron asumidos de manera plena por la primera autoridad del departamento del Quindío, en la Resolución 00228 de febrero 1 del 2016 (Anexo # 2) en cuyo Artículo 1 se lee: “Convocar a todos los sectores de la sociedad quindiana, a sus autoridades, a sus instituciones, a los municipios, a la comunidad, y a la ciudadanía, en general, a iniciar el proceso de elaboración y formulación del Plan Departamental de Desarrollo 2016-2019; el cual se realizará mediante una metodología participativa, bajo la figura de Mesas de Concertación.

Coherente con tal mandato, el Artículo 9 de dicha Resolución no sólo realza la participación sino que establece cuales son las Mesas de Concertación: “El Plan de Desarrollo 2016 – 2019 Será construido mediante una metodología participativa, ya que es sabido por todos que la planificación con participación de las comunidades contribuye a la legitimidad del Gobierno, a construir oportunidades que mejoren la calidad de vida de la población, a construir confianza entre el Gobierno y los ciudadanos, a evitar la improvisación administrativa, a construir capital social, lo mismo que comunidades responsables. Las mesas de concertación tanto en su número como en su contenido temático se corresponderán con las cinco crisis señaladas en el programa de Gobierno, En Defensa del Bien Común, y con sus propuestas de solución. Dichas mesas serán las siguientes:

Mesa I.

Quindío próspero y productivo, para afrontar la desaceleración económica del departamento.

Mesa II.

 Quindío inteligente, tolerante y solidario, para resolver la creciente y agobiante inseguridad.

Mesa III.

Mitigación y adaptación al cambio climático, para atender los graves problemas de disponibilidad, uso y tratamiento de las aguas en el departamento.

Mesa IV.

De Inclusión social, centrada en la protección a la vida y en la educación de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para que aporten al desarrollo de un nuevo Quindío

Mesa V.

De Buen gobierno, al rescate del interés común, ante la crisis de gobernabilidad democrática en el Quindío.

De manera complementaria el Artículo 10 de dicha Resolución de la Gobernación determina: “La composición de las mesas de concertación se definirá en la metodología participativa que para tal efecto diseñará la Secretaría Departamental de Planeación.

Así, la Secretaría de Planeación acoge el mandato del señor Gobernador y diseña en la Resolución N° 001 de Febrero 8 del 2016, dicha metodología para el funcionamiento de las mesas encargadas de la construcción del Plan Departamental de Desarrollo, lo mismo que define su composición. Para tal efecto se establece en el Artículo 9  lo siguiente: “las cinco mesas de Concertación se conformarán mediante invitación del Gobierno a las instituciones más representativas del departamento, de los sectores étnico y sociales, de los gremios de la producción, de la comunidad, del sector educativo, cultural, ambiental. La pretensión es que en ellas se congregue la mayor diversidad posible”.

En esos términos gobierno y ciudadanía se necesitan y se implican en la tarea de desatar los procesos de cambio que requiere la región. Tal circunstancia explica porque el Programa de Gobierno, En Defensa del Bien Común fue acogido mayoritariamente por el electorado quindiano, de acuerdo con la lectura de los consultores encargados de sistematizar la nueva plataforma programática regional.

En el espíritu de esta concepción política democrática la citada Resolución No 001, asume, en el Artículo 1, los siguientes principios del ejercicio participativo de las mesas:

a)-. Participación ciudadana como acción planeada y organizada para contribuir con el gobierno departamental en la materialización de un Pacto Social por el desarrollo del Quindío, cuyos propósitos básicos se encuentran contenidos en el Programa de Gobierno, En Defensa del Bien Común.

b)-. Consenso entre actores con el fin de desatar procesos que permitan el avance del Quindío hacia estados de mejor calidad de vida, de justicia social, de desarrollo humano y de democracia.

c)-. Pacto Social que se deriva de la construcción del Plan de Departamental de Desarrollo, 2016-2019, y traduce un acuerdo de voluntades entre los ciudadanos y sus organizaciones, el gobierno y las instituciones departamentales, y las entidades nacionales, con la finalidad expresa de trabajar para que el Departamento del Quindío resuelva sus problemas de desarrollo.

d)-. Compromiso, sensibilidad y de visión de futuro, para que las determinaciones que se tomen sean las mejores, las más justas y las adecuadas a la situación social, política, económica y cultural del Quindío.

e)-. Primacía del bien común ya que deben anteponerse los intereses particulares para acordar los “proyectos estratégicos de beneficio común”, de los cuales tanto la región como los grupos y sectores del departamento podrán resultar beneficiados.

Esto significa que el logro de lo particular será imposible si primero no se atiende y se fortalece lo colectivo.

f)-. Apropiación ciudadana ya que todos los grupos y sectores constitutivos de la sociedad, que participen en este proceso de construcción de región, tendrán la oportunidad de proponer, discutir, evaluar y controlar, es decir, involucrarse activamente en el conjunto de programas y proyectos resultantes.

En ese sentido, las mesas de concertación no fueron sectoriales –propiamente–. Se buscó que fueran multisectoriales con el propósito de que cada una de las crisis fuera analizadas desde perspectivas diferentes, para que en esa misma línea se buscaran soluciones conjuntas por actores diversos y por instituciones diversas. De hecho este mecanismo debe generar solidaridades y alianzas frente a un problema que como el económico o el de la inseguridad, por ejemplo, afecta el conjunto diverso de la población del Quindío.

Lo deseable es que todos estos principios y propósitos asociados con la concepción filosófica de la participación democrática sean la base de una nueva cultura regional propicia para la paz con equidad y justicia en el departamento del Quindío.

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