Nacional

Ahora las presidenciales

Por Eudoro Álvarez Cohecha   

Cuando aún no se han consolidado los datos que definan cómo queda integrado el parlamento colombiano, es evidente que se dan algunos resultados dignos de destacar.
 

Lo primero es la pervivencia de los partidos que representan la inconformidad de la población y que acudieron al voto

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Por Eudoro Álvarez Cohecha   

Cuando aún no se han consolidado los datos que definan cómo queda integrado el parlamento colombiano, es evidente que se dan algunos resultados dignos de destacar.
 

Lo primero es la pervivencia de los partidos que representan la inconformidad de la población y que acudieron al voto de opinión, como estrategia política para captar seguidores.
 

Lo segundo es que en el Senado de la república tendremos la voz cantante del mejor congresista de Colombia, Jorge Robledo, consolidado en su posición de vocero máximo de la oposición democrática y con el concurso de nuevos voceros que coinciden, por la unidad de bancada, contraparte del régimen y de contera de la reelección de Juan Manuel Santos.
 

Muchos ciudadanos, reincidieron en la práctica desafortunada de vender sus votos y a partir de hoy, pretenderán que se les gobierne bien cuando tornaron a votar mal. Se cumple la plática del papa Francisco cuando afirma que estos sistemas empobrecen a la gente, para poder comprarlos y continuar desde los gobiernos desarrollando sistemas inequitativos que obligan a quienes así empobrecen a venderse, consolidando un círculo vicioso de reproducción de la pobreza.
 

Es inconfundible, a partir de estos resultados, el debate presidencial; el presidente candidato tendrá que responder por sus cuatro años de mal gobierno; el vocero del ahora senador Uribe, a proponer lo mismo que Santos, pero con la variante de la solución de fuerza al conflicto armado; la señora candidata del partido conservador, una especie de alter ego femenina de Uribe quien junto con el candidato de los verdes propondrán más de lo mismo, sin que se les note una pizca de sonrojo.
 

Al otro lado del espectro, Clara López Obregón, candidata del Polo, planteando un acuerdo nacional en el que quepan todos los colombianos; dispuesta a defender la producción nacional, aún con inversión extranjera pero con réditos para lo nacional contrastando la confianza inversionista de los demás candidatos; la defensa del trabajo, en el entendido que los salarios dignos y los empleos estables, son un motor del desarrollo y del mercado interno como base de un crecimiento con distribución de la riqueza, compendiando así una propuesta de defensa de la industria nacional y el agro como fuente de seguridad y soberanía alimentaria.
 

La democracia, con el debido componente económico de este principio, son condiciones de ese programa nacional de convergencia, cobijado con la defensa de la soberanía nacional como requisito necesario para definir, sin imposiciones, los caminos en pro de un país que sea vivible para todos y en el cual los resultados no sean a favor de lo extranjero sacrificando los proyectos de vida de miles de colombianos.

Villavicencio, 10 de marzo de 2014.

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