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$67.000 millones al año les cuesta alza de transporte a barranquilleros

Norman Alarcón Rodas, Barranquilla, octubre 14 de 2016

La situación del transporte en la capital del Atlántico no pinta bien. Al contrario, todos los análisis indican que la tendencia de la problemática de la movilidad es a empeorar. Esta involucra todo un espectro de asuntos relacionados con el traslado de la ciudadanía en distintos modos, que según el Plan de Desarrollo Distrital 2016-2019 se utilizan así: transporte público, 58,1%; privado, 13,1%; taxi, 6,3%; a pie, 5,4%; informal, 4,2%; moto, 3,2%; bicicleta, 0,3% y otros modos, 9,4%. También está involucrada la malla vial, los andenes, el espacio público y la realidad socio económica de más de dos millones de personas en el Área Metropolitana de Barranquilla (AMB).

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Norman Alarcón Rodas, Barranquilla, octubre 14 de 2016

La situación del transporte en la capital del Atlántico no pinta bien. Al contrario, todos los análisis indican que la tendencia de la problemática de la movilidad es a empeorar. Esta involucra todo un espectro de asuntos relacionados con el traslado de la ciudadanía en distintos modos, que según el Plan de Desarrollo Distrital 2016-2019 se utilizan así: transporte público, 58,1%; privado, 13,1%; taxi, 6,3%; a pie, 5,4%; informal, 4,2%; moto, 3,2%; bicicleta, 0,3% y otros modos, 9,4%. También está involucrada la malla vial, los andenes, el espacio público y la realidad socio económica de más de dos millones de personas en el Área Metropolitana de Barranquilla (AMB).

Según la Encuesta Barranquilla Cómo Vamos, esta es la quinta ciudad del país donde las personas demoran más en sus desplazamientos, teniéndose como uno de los asuntos casi insolubles de superar el incremento del parque automotor que es de más de 36.000 vehículos al año según la misma fuente, cuando las vías son prácticamente las mismas y con bastante deterioro.

A todo esto se le suma la decisión de las autoridades distritales y del AMB de aumentar a partir del pasado primero de octubre las tarifas del transporte masivo (Transmetro) y colectivo de buses y busetas en $200 cada trayecto, lo que significa aumentos de 11,11 por ciento y 11,76 por ciento, respectivamente, casi el doble que la inflación de 2015. Si tenemos en cuenta que el Transmetro transporta 130.000 pasajeros al día dicho aumento significa sacarles del bolsillo a los usuarios 26 millones de pesos diarios y al año 9.360 millones; y en el transporte colectivo que mueve 800.000 pasajeros diarios, según Analtra, el costo incremental es de $160 millones diarios, $57.600 millones al año. La pérdida de poder adquisitivo total en un año de los empobrecidos atlanticenses es de 66.960 millones de pesos, recursos que antes se utilizaban para alimentación, salud, educación, etc.

Pero aquí no termina la película de terror porque la crisis del sistema masivo del Transmetro se agrava cada día que pasa, sin demeritar que este tipo de transporte es el que requiere toda ciudad de más de un millón de habitantes, porque el modelo instaurado no ha sido el más apropiado y se debate de crisis en crisis, que terminan pagando los de siempre. Del aumento tarifario, cien pesos van a un fondo de estabilización para acortar la distancia entre la tarifa técnica ($2.600) necesaria para llegar a un punto de equilibrio del negocio y la que paga el usuario ($2.000). La crisis del modelo ha llevado a deudas crecientes de los operadores que superan los tres billones de pesos entre los sistemas masivos de Bogotá, Cali y Barranquilla, con lo cual se muestra que el sector financiero es el que obtiene pingües ganancias.

Peores días están por venir a causa del proyecto de reforma tributaria que el gobierno de Juan Manuel Santos se apresta a presentar al congreso para su aprobación, el cual, ya se sabe, contiene rebaja de impuestos de renta a las trasnacionales extranjeras y grandes empresarios del país que será compensada con el incremento del impuesto más regresivo contra la población, el IVA que subiría del 16 al 19%, que significa un 18,75% de aumento que obviamente repercutirá en una mayor pobreza y miseria para millones de compatriotas. También está enderezada esta nueva tributación contra la clase media, los empresarios no monopolistas, los tenderos a quienes les piensan aplicar un nuevo gravamen llamado monotributo.

Ante tan cruda realidad no se harán esperar las protestas airadas de millones de barranquilleros y colombianos que no admiten tamaños desatinos de la cúpula gobernante que solo pretende congraciarse con los círculos más pudientes y privilegiados del mundo, como el FMI, Banco Mundial, OCDE, BID que representan el capital financiero parasitario, responsable de la crisis que quieren descargar en los sectores sociales más débiles que tendrán que unir fuerzas para la necesaria resistencia civil que dé al traste con tanta iniquidad.

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