Andrés Felipe Arias, Ma. Del Pilar Hurtado, Luis Carlos Restrepo, son solo algunos de los actores de la corrupción uribista

Como bien lo anotó en su cuenta de Twitter el senador del Polo Democrático Alternativo, Alexander Lopez Maya, el cinismo del expresidente Álvaro Uribe Vélez llega al extremo de calificar de “persecución política” la merecida condena que acaba de proferir la Corte Suprema de Justicia contra su pupilo el exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, cuando en su gobierno se robaron a través del rimbombante programa Agro Ingreso Seguro la nada despreciable suma de tres billones de pesos.

El exministro Arias es uno más de los actores de la corrupción uribista que tuvo preso al país durante ocho años mediante su ignominia, abuso, autoritarismo y complicidad con los paramilitares. Con otros exfuncionarios uribistas, Arias tiene el común denominador que desconoce la justicia colombiana huyendo para no responder por sus delitos, con la activa cooperación y complicidad de su jefe, Uribe Vélez, que se convirtió en protector de bandidos.

Entre los prófugos de la justicia colombiana también está la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado, quien salió a Panamá cuando era inminente su captura.  Uribe Vélez le buscó asiló en ese país debido a que la exfuncionaria estaba dispuesta a negociar con la Fiscalía en el caso de su captura y seguramente quedaba al descubierto todos los planes de seguimiento y chuzadas que urdió desde la presidencia de la República durante los ocho años de su mandato.

Otro fugado de Colombia por no responderle a la justicia es el famoso “doctor Ternura”, Luis Carlos Restrepo, ex alto comisionado de Paz, quien engañó al país con supuestas desmovilizaciones de guerrilleros y paramilitares.

Ello sin contar el sinnúmero de exfuncionarios y excongresistas del uribismo investigados o condenados por la justicia por sus crímenes y fechorías. Hay que recordar entre los procesados del uribismo al exdirector del DAS, Jorge Noguera; al exsecretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno; al exdfirector de la Dirección nacional de Estupefacientes, Carlos Albornoz Guerrero; a los exministros Sabas Pretelt de la Vega y Diego Palacio involucrados en el escándalo de la “yidispolítica”.

Todos estos nombres, por mencionar simplemente algunos, hicieron parte de la mafia que se apoderó del país durante ocho años y que en nombre de la “lucha contra el terrorismo” y “la confianza inversionista”, se dedicaron a enriquecerse con los dineros públicos y a cometer todo tipo de tropelías para garantizar la reelección del mesías. Por ahora sigue incólume el jefe de la banda.