Calzado en Colombia, una industria que ya no pisa fuerte

Por Bryan Hincapié / Kienyke.com  

En los últimos 25 años la industria colombiana ha sufrido el más grande retroceso de su historia desde su consolidación en las primeras décadas del siglo pasado. La apertura económica, trazada en teoría por el Consenso de Washington y llevada a práctica por los gobiernos neoliberales a partir de Cesar Gaviria hasta al actual presidente Juan Manuel Santos ha debilitado fuertemente la industria.

Los datos comparativos de los últimos años para la industria colombiana no son muy alentadores y mucho menos para el sector del calzado, pese a la tensa estabilidad registrada a lo largo del 2014 para el sector, esta desaceleración en la caída responde en parte al decreto 0074 de 2013 y su posterior modificación con el decreto 456 de 2014 el cual extendió por dos años más la vigencia de los aranceles en 10% para las importaciones de calzado y confecciones; dicho decreto, es sólo un paño de agua tibia.

En el gran problema que afronta actualmente el sector manufacturero colombiano, así lo reconoce la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) en su último informe de la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC), donde afirman que la industria sigue estando rezagada frente al resto de la economía; prueba de ello son las proyecciones de crecimiento realizadas por el empresariado para este año, cuyos porcentajes oscilaban alrededor del 4.5% pero la realidad fue otra, pues el crecimiento de la industria solo ha podido acercarse al 2%, cifra que está muy lejos de ser satisfactoria y no representa un crecimiento aceptable, afirman los empresarios.

Pero la poca recuperación en el mercado interno no es un motivo para celebrar, ya que las exportaciones de calzado y sus partes cayeron un 20.7%, en relación con el mismo periodo del 2013, es decir, la industria del calzado colombiano dejo de recibir más de cinco millones y medio de dólares en la primera mitad del año por concepto de exportaciones, cifra que sin duda puede aumentar en lo que resta del año.

El panorama para los industriales no es muy claro en el mediano plazo, las políticas  tributarías del gobierno no han sido acordes con lo planteado por la ANDI o ACICAM, se hace necesario buscar un sistema tributario y fiscal que fomente la competencia e impulse la producción, sin recargar el faltante presupuestal del Estado en el empresariado colombiano, pero el problema principal del sector radica en las pocas garantías que tiene para consolidar una oferta en el mercado interno, producto de los múltiples TLC que han aumentado las importaciones pero que poco han ayudado a las exportaciones, si a esto le sumamos una balanza comercial deficitaria que aumenta cada día, podemos avizorar un futuro poco promisorio. Las alarmas están encendidas, o se crea una  política de Estado para la industria colombiana o estaremos viendo las últimas huellas del calzado nacional.

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