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Colombia, otra vez entre los 10 peores países para las y los trabajadores, según la CSI

Según el informe que anualmente publica la Confederación Sindical Internacional (CSI), este año Colombia aparece de nuevo en la lista de los 10 peores países del mundo para los trabajadores y trabajadoras.

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Según el informe que anualmente publica la Confederación Sindical Internacional (CSI), este año Colombia aparece de nuevo en la lista de los 10 peores países del mundo para los trabajadores y trabajadoras.

Estos 10 peores países son: Bangladesh, Colombia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guatemala, Qatar, Turquía, Corea del Sur, Filipinas y Kazajstán. Los tres últimos aparecen por primera vez en esta “lista negra”. Ver ilustración:

Colombia también es uno de los 11 países en los que se ha asesinado a sindicalistas. Los otros son Bangladesh, Brasil, Filipinas, Guatemala, Honduras, Italia, Mauritania, México, Perú y Venezuela.

El Índice Global de los Derechos de la CSI clasifica a 139 países en función de 97 indicadores reconocidos internacionalmente, para evaluar dónde están mejor protegidos los trabajadores, tanto en la ley como en la práctica. La CSI representa a 181 millones de trabajadoras y trabajadores en 163 países y territorios, y cuenta con 340 organizaciones afiliadas nacionales.

La CSI ha recopilado información sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores a la sindicalización y la negociación colectiva en todo el mundo desde hace más de 30 años. Este es el cuarto año en que presenta los resultados a través del Índice Global de los Derechos, que aporta un enfoque único y exhaustivo sobre la manera en que las leyes gubernamentales y las prácticas empresariales han deteriorado, o mejorado, en el año precedente.

Ver el informe completo de la CSI (104 páginas) 

Los hechos que hacen de Colombia uno de los 10 peores países para los trabajadores y trabajadoras son, entre otros: asesinatos de sindicalistas y alta impunidad, menoscabo de la negociación colectiva y de las organizaciones sindicales, y la discriminación laboral.

El informe resalta como positivo el proceso de paz en Colombia, pero se contrasta con la precaria situación que viven los trabajadores y las difíciles garantías para el ejercicio de los derechos de libertad sindical.

A nivel mundial, una de las principales conclusiones del informe 2017 es el preocupante aumento de la violencia y represión contra trabajadores. El número de países en que éstos están expuestos a violencia física y amenazas se incrementó en 10%. En apenas un año pasaron de 52 a 59 países.

El informe indica que en la economía mundial los intereses corporativos se sitúan por encima de los intereses de los trabajadores y trabajadoras, y el 60% de los países (84) excluyen a categorías enteras de trabajadores de la cobertura de la legislación laboral.

“Negando a los trabajadores y trabajadoras la protección que garantiza la legislación laboral, se crea una mano de obra oculta, respecto a la cual tanto gobiernos como empresas eluden sus responsabilidades, especialmente para los trabajadores migrantes, del hogar y los empleados con contratos de duración determinada. En demasiados países, los derechos democráticos fundamentales están siendo socavados en aras de los intereses de las empresas“, afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

Otras conclusiones relevantes del informe son: más del 75% de los países no conceden a algunos o a todos los trabajadores el derecho a hacer huelga, y esa misma proporción de países niega la negociación colectiva. Y de los 139 países examinados, 50 niegan o limitan la libertad de expresión y de reunión.

“Basta con ver esas tremendas cifras para comprender por qué la desigualdad económica es actualmente la más alta en la historia moderna. Los trabajadores y trabajadoras ven denegados sus derechos básicos, que les permitirían organizarse y negociar colectivamente para obtener una parte justa. Esto, sumado a las crecientes limitaciones a la libertad de expresión, está fomentando el populismo y amenaza la propia democracia“, añadió Burrow.

Los países por categorías

El Índice Global de los Derechos de la CSI 2017 clasifica a los países de 1 a 5 con base en 97 indicadores, con una puntuación global que los sitúa en 5 categorías. En la categoría 1 están los países catalogados como mejores para las y los trabajadores, y en la 5 y la 5+ están los peores, así:

– Categoría 1. Violaciones irregulares de los derechos: 12 países, incluye Alemania y Uruguay.

– Categoría 2. Violaciones repetidas de los derechos: 21 países, incluye a Japón y Sudáfrica.

– Categoría 3. Violaciones regulares de los derechos: 26 países, incluye a Chile y Polonia.

– Categoría 4. Violaciones sistemáticas de los derechos: 34 países, incluye a Paraguay y Zambia.

– Categoría 5. Derechos no garantizados: 35 países, incluye a Egipto y Filipinas.

– Categoría 5+. Derechos no garantizados debido a desintegración del estado de derecho: 11 países, incluye Burundi, Palestina y Siria.

Otros países de América Latina

En Argentina, Brasil y Ecuador, según la CSI, las condiciones de trabajo han empeorado. Argentina ha registrado un aumento de incidentes de violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y privadas. En un caso concreto, 80 trabajadores resultaron heridos durante un paro laboral reclamando mejoras salariales y de sus condiciones de trabajo.

En Brasil hubo un incremento considerable de casos de explotación laboral en la construcción de las instalaciones para los Juegos Olímpicos de 2016, y el desmantelamiento de la legislación laboral por parte de la nueva Administración brasileña el año pasado provocó una fuerte degradación de las normas del trabajo.

En Ecuador, se prohibió a dirigentes hablar en nombre de su sindicato y las oficinas sindicales fueron allanadas y ocupadas por el Gobierno.

“El desafío estriba en que los Gobiernos acepten su responsabilidad de gobernar para las personas, y no solo en interés de las grandes empresas, adoptando leyes que respeten las normas internacionales del trabajo. Hasta en las circunstancias más opresivas, los trabajadores seguirán organizando sindicatos, y ya es hora de que los políticos se pongan de su lado en lugar de pisotear sus derechos“, dijo Sharan Burrow.

Situación por regiones

La región de Oriente Medio y el Norte de África fue una vez más la peor en cuanto al trato recibido por las y los trabajadores; con el sistema de la kafala en los países del Golfo, que impone condiciones de esclavitud a millones de personas.

La negación absoluta de derechos básicos de los trabajadores sigue vigente en Arabia Saudita. En países como Iraq, Libia, Siria y Yemen, los conflictos y la desintegración del Estado de derecho implican que no exista garantía alguna de derechos para los trabajadores. En un país destrozado por conflictos, como es Yemen, 650.000 trabajadores del sector público no han cobrado salario alguno durante más de ocho meses, y cerca de 4 millones de empleos en el sector privado se han perdido, dejando a familias enteras desamparadas.

La continua ocupación en Palestina implica también que los trabajadores ven denegados sus derechos y la oportunidad de encontrar trabajos decentes.

Las condiciones en África se han deteriorado, siendo Benín, Nigeria y Zimbabwe los peores países -incluyendo numerosos casos de trabajadores suspendidos o despedidos por emprender acciones de huelga legítimas.

En Corea del Sur, Han Sang-gyun, presidente de la Korean Federation of Trade Unions, lleva encarcelado desde 2015 por haber organizado diversas manifestaciones durante la revolución de las velas, oponiéndose a la propuesta de reforma laboral de la ahora depuesta presidenta Park Geun-hye.

En Kazajstán varios líderes sindicales fueron arrestados simplemente por haber convocado una huelga. En Filipinas, el clima de violencia e impunidad, que ha proliferado bajo el régimen del presidente Duterte, ha tenido un profundo impacto sobre los derechos de los trabajadores.

Persisten los problemas en el sector del vestuario en Myanmar, con largas jornadas laborales, bajos salarios y malas condiciones de trabajo, que se ven exacerbados por graves deficiencias en la legislación laboral, que hacen que resulte especialmente difícil registrar nuevos sindicatos.

tomado de ail.ens.org.co

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