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Crisis económica y hospitalaria en Colombia

Por Manuel Martínez / Revista Deslinde  

El neoliberalismo es un rey Midas muy especial: todo lo que toca, privatizándolo, lo convierte en inmensas cantidades de oro para una minoría y en desgracias para la mayoría de un país. El daño causado a las fuentes de empleo no solo afecta a la economía de una nación, también produce severas consecuencias en la salud de las personas: ya no hay cuerpo sano ni mente sana.

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Por Manuel Martínez / Revista Deslinde  

El neoliberalismo es un rey Midas muy especial: todo lo que toca, privatizándolo, lo convierte en inmensas cantidades de oro para una minoría y en desgracias para la mayoría de un país. El daño causado a las fuentes de empleo no solo afecta a la economía de una nación, también produce severas consecuencias en la salud de las personas: ya no hay cuerpo sano ni mente sana.

Los malos pronósticos sobre la crisis económica en Colombia se cumplieron antes de tiempo, marcando cifras récord en la tasa de cambio, endeudamiento externo, inflación, déficit comercial y de la cuenta corriente, valor de la acción de Ecopetrol, entre otras. Por su parte, la crisis del sistema de salud se profundiza, llegando a un punto de no retorno e inminente cierre de clínicas y hospitales por la abultada deuda de las EPS.

Si bien los dos aspectos han tenido causas diversas, comparten un punto de convergencia: en periodos de crisis económica, la evidencia internacional dice que las enfermedades, consultas y costos aumentan significativamente, lo que implica una doble tensión. Por un lado, el presupuesto para salud tarde o temprano se reduce por la aplicación de políticas de austeridad en el gasto público, disminuyendo la prestación y la calidad de los servicios. Por el otro, aumenta la demanda de pacientes que ven afectada su salud por el incremento del desempleo, la informalidad y la desigualdad.

Bajo este sombrío panorama es válido preguntarse ¿el colapso del sistema de salud podrá tener efectos contagiosos, desencadenando una crisis sistémica en Colombia?

Evidencia internacional: Crisis económicas y salud

Existe una extensa lista de investigaciones que relacionan las crisis económicas con la salud. En todas se llega a una conclusión central: en periodos de recesión las enfermedades, consultas y costos aumentan significativamente correlacionadas con variables como la reducción del gasto público, el desempleo, la desigualdad y  el deterioro del poder adquisitivo.

Particularmente se han desarrollado estudios recientes en Europa donde se encuentra que “la crisis económica actual pone al sistema sanitario público ante el reto de dar respuesta a un aumento creciente de la demanda asistencial, sobre todo en atención primaria y salud mental, originada por la precariedad económica, por la disminución de los recursos individuales de las personas para dar cobertura a sus necesidades básicas, y por las políticas anti crisis adoptadas por los gobiernos que están conduciendo a una buena parte de la población a una reducción drástica de las medidas de protección social y poniendo en peligro el acceso a la asistencia sanitaria” (Toyos, 2014)

Con respecto al desempleo, se plantea que este tiene efectos destructivos en la salud mental. En efecto, la prevalencia de problemas psicológicos en personas desempleadas (34%) en Europa es más del doble que en personas empleadas (16%). Los efectos negativos del desempleo sobre la salud mental son menores en los países con un fuerte sistema de protección del empleo, que en aquellos con escasa protección laboral. (Karanikolos et al, 2013)

Según varios investigadores europeos, el desempleo se correlaciona significativamente con un mayor riesgo de mortalidad, conductas poco saludables, afecta la salud mental, aumenta los desórdenes psicológicos y de conducta e incrementa el riego de enfermedades psicosomáticas y suicidios. Entre 2011 y 2012 se registraron 150.000 suicidios en todos los países de la OCDE, relacionados con factores asociados a la crisis económica (bajos ingresos, desempleo, consumo de drogas, entre otros). (Toyos, 2014)

La desigualdad es otro factor definitivo en el impacto de la crisis económica en los sistemas de salud. Según Levy y Sidel (2009), refiriéndose a la crisis de 2008, plantean que “aunque todos se verán afectados por la crisis económica, la gente en los países menos desarrollados será la más lastimada. Posiblemente aquellos que viven en países con capacidad económica baja y con grandes brechas entre pobres y ricos sufrirán más desnutrición, indigencia, desempleo, un incremento de la mortalidad infantil y preescolar, violencia y, servicios públicos, sociales y de salud inadecuados, en comparación con los que viven en las otras naciones”. Incluso la desigualdad se ha considerado como la peor epidemia para la salud pública. (Ferrer, 2012)

El número de suicidios, brotes de enfermedades infecciosas, desnutrición, calidad del sueño de los trabajadores, enfermedades cardiovasculares, entre otras, se explica mejor por los recortes públicos. Grecia, España y Portugal adoptaron una estricta austeridad fiscal; sus economías continúan decreciendo y el estrés de sus sistemas de sanidad aumenta más y más. Cada vez son más frecuentes los suicidios y los brotes de enfermedades infecciosas en estos países, al mismo tiempo que los recortes presupuestarios han restringido el acceso a los servicios de salud. (Karanikolos et al., 2013)

Según el portal español, “Economistas Frente a la Crisis”, la austeridad fiscal con la crisis económica y la debilidad de la protección social es lo que, en última instancia, acrecienta la crisis sanitaria y social en Europa. Las personas más vulnerables son las de los países que se enfrentan a los mayores recortes en los presupuestos públicos y al aumento más importante del desempleo.

De igual manera, las crisis tienen efectos directos en los costos de la atención sanitaria: el aumento de la demanda en servicios de salud en Europa, causada por la crisis económica, combinado con la privatización de los sistemas de salud, aumentaron los costos exponencialmente (entre 7 y 8 veces), empeorando la calidad de la atención sanitaria, reduciendo el personal de salud y su cualificación, entre otras. (Fernández, 2014)

En síntesis, tanto la pérdida del empleo como la desigualdad tienen efectos directos en la salud de las personas. La reducción de ingresos, el incremento de los costos de la atención sanitaria y los recortes en los servicios sanitarios dificultan que los pacientes tengan acceso a tiempo a los mismos. Estos efectos se han observado en Grecia, España y Portugal.

La crisis de los récords en Colombia

Colombia se enfrenta a una fuerte crisis económica. En la edición número 57 de la revista Deslinde, se señaló que los desajustes en el sistema económico venían de atrás y que la caída de los precios del petróleo aceleraba el desenlace. El modelo de los TLC, inversión extranjera y endeudamiento, desencadenó la famosa enfermedad holandesa, causante de la quiebra de la industria y la agricultura. Se creó un déficit en la cuenta corriente que se eleva a una cifra récord de 7% del PIB, el mismo nivel que tenía Grecia en el año 2012 cuando inició su crisis. El hueco fiscal, que inicialmente se proyectaba en $3,3 billones para este año, hoy asciende a más de $9 billones según la Comisión Técnica para la Reforma Tributaria Estructural. Bien es sabido que el Presupuesto General de la Nación se reducirá en términos reales para 2016, política fundamentada en la “austeridad inteligente” del gobierno nacional.

La devaluación del peso en un 65% en 12 meses rompió todas las “barreras psicológicas” y proyecciones, que esperaban un dólar a niveles máximos de $2.850  en 2015. Lo grave es que ya va en $3.100 con tendencia al alza y sin que las tasas de interés en Estados Unidos hayan aumentado (¡!). Los efectos en la inflación son evidentes: el encarecimiento de los alimentos hasta en un 20% se debe a que la mayoría de las actividades económicas rurales dependen hasta en un 80% de materias primas importadas (fertilizantes, plaguicidas, semillas, maquinaria, alimentos concentrados y equipos). Lo propio sucede con la deuda externa que se encareció 21%, aumentando en 3 billones de pesos para llegar La devaluación del peso en un 65% en 12 meses rompió todas las “barreras psicológicas” y proyecciones, que esperaban un dólar a niveles máximos de $2.850  en 2015. Lo grave es que ya va en $3.100 con tendencia al alza y sin que las tasas de interés en Estados Unidos hayan aumentado (¡!). Los efectos en la inflación son evidentes: el encarecimiento de los alimentos hasta en un 20% se debe a que la mayoría de las actividades económicas rurales dependen hasta en un 80% de materias primas importadas (fertilizantes, plaguicidas, semillas, maquinaria, alimentos concentrados y equipos). Lo propio sucede con la deuda externa que se encareció 21%, aumentando en 3 billones de pesos para llegar

Los síntomas de crisis económica en Colombia tienen efectos directos en el sistema de salud por cuanto aumenta el desempleo, el poder adquisitivo se ve disminuido por la devaluación, el encarecimiento de la canasta básica y de alimentos, puede aumentar los casos de desnutrición, consumo de drogas, cigarrillo, alcohol, entre otros. El ingreso familiar se reciente disminuyendo los aportes a salud y por tanto la calidad de los servicios. Por donde se le mire, la crisis económica aumenta la demanda de servicios de salud y recorta el gasto público y privado en el sector, todo debido a la aplicación de políticas de austeridad.

Crisis hospitalaria

Las clínicas y hospitales de Colombia, tanto públicos como privados han denunciado que la deuda de las EPS asciende a $12 billones. La suspensión de servicios hospitalarios es un hecho por falta de recursos para operar. “Es inminente que en forma progresiva, desde el punto de vista administrativo, técnico y operativo, se comiencen a cerrar diferentes servicios de hospitales públicos, ante la imposibilidad de cumplir con las obligaciones”, según el último informe de cartera de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos, ACESI. (ACESI, 2015).

Por su parte, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, en el estudio de cartera número 32, con un total de 135 IPS reportantes, registra un monto de cartera por valor de $5,5 billones, que corresponde a un aumento del 10,8% con respecto a la deuda reportada en el semestre a diciembre de 2013. (ACHC, 2015) Las razones de fondo de las deudas y la crisis se encuentran en el poder monopólico que han creado las EPS en el sistema de salud y en el control sobre el  manejo de los recursos públicos que se les otorgó con la Ley 100. La privatización de la administración de los servicios de salud con origen en la misma ley, les otorgó a las EPS facultades de intermediación que dada la “información asimétrica” que caracteriza los sistemas de salud basados en el aseguramiento, les permite, entre otras ventajas, obtener  información de los usuarios sobre su historia clínica, los costos de los procedimientos y demás variables necesarias para calcular los montos de cotización y la manera de maximizar su ganancia. La intermediación de las EPS consiste en ofrecer servicios de mala calidad o por debajo de las cotizaciones, obteniendo cuantiosos recursos públicos que administran a su antojo.

“La Ley 100 constituyó uno de los mayores excesos del neoliberalismo. Sin mayores bases científicas, entregaron el sector salud y las pensiones, que representan más del 12 % del PIB, al sector financiero” (Sarmiento, 2014). El error parte de desconocer el comportamiento del sistema financiero y las características de los sectores sociales, como la salud. Las EPS tienden a imponer precios por encima del costo marginal. De esta manera se presenta una falla de mercado en el sector salud incorregible: “Por tratarse de una seria deficiencia, el sistema ofrece grandes oportunidades monopólicas que no se pueden neutralizar.” (Sarmiento, 2014).

Conclusiones

El contexto de crisis económica no solo tiene manifestaciones en las cuentas nacionales o variables macroeconómicas. Tiene también una fuerte correlación con el aumento de enfermedades, consultas y costos del sistema de salud. En la actual etapa recesiva de enfermedad holandesa que atraviesa Colombia, se combina con el colapso del sistema de salud, causada por el poder monopólico de las EPS y el traslado de sus obligaciones a las IPS y el Fosyga.

Lo que se espera es aún peor. Por el lado de la oferta, el recorte del gasto público en salud, amparado en la “austeridad inteligente” del ministro Mauricio Cárdenas, va a disminuir el grado de maniobra para atender la urgencia sanitaria. El inminente cierre de hospitales y clínicas y de servicios médicos, disminuirán la oferta de salud todavía más. Los costos crecientes de la salud, aumentarán más que proporcionalmente porque, desde el lado de la demanda, las consultas, cirugías, tratamientos, entre otros, se ampliarán al ritmo de las enfermedades asociadas al desempleo, la informalidad, la disminución del poder adquisitivo y la desigualdad. La salud puede llegar a ser el eslabón más débil de la cadena de la economía nacional por una disminución de la oferta (cierre de servicios) y el aumento de la demanda (más enfermedades por la crisis).

En últimas, “el ajuste recesivo inducido por el aumento del déficit de la balanza de pagos y la baja respuesta a la devaluación, se verá agravado por la austeridad fiscal y las fallas del sistema de salud” (Sarmiento, 2015). Por estas razones se propone para siguientes investigaciones, analizar el grado de contagio que tendría el colapso del sistema de salud en la el conjunto de variables financieras y económicas del país. ¿A cuánto ascienden las deudas de las EPS con el sistema financiero?, ¿qué grado de integración tienen las EPS con los bancos?

Biografía

ACESI (2015). “Deudas por servicios No POS agravará situación de clínicas y hospitales”. Disponible en: http://acesi.com.co/deudas-por-servicios-no-pos-agravara-situacion-declinicas-y-hospitales/
ACHC (2015). “32º Informe de seguimiento de cartera hospitalaria con corte a junio 30 de 2014”. Disponible en: http://achc.org.co/documentos/investigacion/estudios/achc/ periodicos/cartera/INFORME%20CARTERA%20A%20JUNIO%20DE%202014%20(30%20 10%202014).pdf
Fernandez, Sergio (2014). “¿Cómo afecta la crisis económica al sistema sanitario español? Artículo publicado en LaMarea.com. Disponible en: http://www.lamarea.com/2014/06/12/ como-afecta-la-crisis-economica-al-sistema-sanitario-espanol/
Ferrer, Emili (2012). “Crisis económica, salud y sistema sanitario”. Portal Economistas Frente a la Crisis, Disponible en: http://economistasfrentealacrisis.com/crisis-economicasalud-y-sistema-sanitario/
Karanikolos; Marina; Mladovsky, Philipa; Cylus, Jonathan; Thomson, Sarah; Basu, Sanjay; Stuckler, David; Mackenbach, Johan P; McKee; Martin. “Crisis financiera, austeridad y salud en Europa”. Disponible en: http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/salud1.pdf
Levy, Barry S. y Sidel, Victor W. (2009). “Crisis económica y salud pública”. Ponencia en el Congreso Anual de la Asociación Norteamericana de Salud Pública, San Diego, California, 27 de octubre de 2008. Disponible en: www.medicinasocial.info
Sarmiento, Eduardo (2014). “Distribución del ingreso con crecimiento es posible”. Editorial Escuela Colombiana de Ingeniería.
Sarmiento, Eduardo (2015). “Debilitamiento fiscal”. Artículo publicado en El Espectador. com. Disponible en: http://www.elespectador.com/opinion/debilitamiento-fiscal
Toyos, Natalia (2014). “Efecto de la crisis económica sobre el sistema sanitario: consecuencias económicas y de salud”. Enero. vol., 8 no. 3 Santa Cruz de Tenerife 2014. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1988348X2014000300012&script=sci_arttext

Revista Deslinde, Bogotá.

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