Nacionales
De Saludcoop a Cafesalud: de la sartén a las llamas
Por Juan Ahumada Farietta / Revista Deslinde
Los escándalos de Saludcoop, el descubrimiento de grandes irregularidades en Cafesalud y la visible continuidad en un esquema de salud que busca ganancias privadas en lugar de la salud pública son evidenciados nuevamente en espera de que la población reaccione.
Por fin se anunció la demorada liquidación de la EPS Saludcoop, antecedida por el escandaloso uso de los recursos de la salud en negocios ajenos a esta; la publicación de los estrambóticos salarios y lujos del señor Palacino y sus amigos; los malabares de la Superintendencia para revocar las merecidas multas; la incidencia de las deudas de Saludcoop en la crisis de decenas de hospitales y clínicas; y el caos en la prestación del servicio del cual son indicativo decenas de miles de tutelas.
Por Juan Ahumada Farietta / Revista Deslinde
Los escándalos de Saludcoop, el descubrimiento de grandes irregularidades en Cafesalud y la visible continuidad en un esquema de salud que busca ganancias privadas en lugar de la salud pública son evidenciados nuevamente en espera de que la población reaccione.
Por fin se anunció la demorada liquidación de la EPS Saludcoop, antecedida por el escandaloso uso de los recursos de la salud en negocios ajenos a esta; la publicación de los estrambóticos salarios y lujos del señor Palacino y sus amigos; los malabares de la Superintendencia para revocar las merecidas multas; la incidencia de las deudas de Saludcoop en la crisis de decenas de hospitales y clínicas; y el caos en la prestación del servicio del cual son indicativo decenas de miles de tutelas.
La solución del Gobierno Santos fue la de liquidar a Saludcoop y trasladar en bloque los 4’600.000 afiliados a Cafesalud, bajo juramento de que no se presentará ningún trauma en el proceso.
El primer lunar de esta operación fue el haber escogido a Cafesalud, una EPS también intervenida por la Superintendencia, contra la cual cursaron 5.146 tutelas en el 2014 y 3322 en el primer semestre de 2015, y la cual, según el Defensor del Pueblo, presenta graves insuficiencias en: “la red prestadora de servicios, en cuanto a recursos humanos, tecnológicos y logísticos, traslado de pacientes, referencia y contrareferencia, oportunidad en las citas médicas y suministro de medicamentos”1.
Dada la precaria situación financiera de Cafesalud, en esta operación, se le otorgó un crédito por doscientos mil millones de pesos, con recursos del Fosyga, para recapitalizarla a costa del erario público, y con el fin de llenar los estándares mínimos de funcionamiento. El objetivo, según el Ministro Gaviria es “que en poco tiempo la sociedad anónima Cafesalud se convierta en una EPS sólida, con la posibilidad de entrar a jugar en el mercado de las EPS, sin la injerencia del Estado” 2. La segunda mancha del asunto está en que, aunque parezca increíble, la EPS Cafesalud es uno de las muchas empresas del grupo empresarial Saludcoop.
Como bien resume la sabiduría popular, saltamos de la sartén a las llamas.
Al revisar el proceso, desde que empezó la intervención en Saludcoop hasta el anuncio de liquidación, como lo reconoce el Ministro Alejandro Gaviria, estamos ante una maniobra que busca, en primer lugar, garantizar la “sostenibilidad” del nefando sistema de intermediación parasitaria y aseguramiento de las EPS, y, en segundo lugar, entregar el grueso del negocio de la salud convertida en mercancía al gran capital privado, en detrimento inmediato del erario público, las IPS y los pacientes.
En medio de la intervención de la Supersalud, iniciada el 11 de mayo de 2011, fue evidente el esfuerzo del Gobierno para limpiar la cara de Saludcoop y mantenerla en el negocio. La multa impuesta por la Superintendencia fue impugnada por la misma entidad, y en el Plan Nacional de Desarrollo de Santos II se introdujo el “mico” de legalizar la transformación de Saludcoop de Cooperativa a Sociedad Anónima, con un plazo de siete años para regularizar su situación. Esto significaba darle la opción a los cerebros de las irregularidades de conseguir compradores de las acciones de Saludcoop y de las empresas del grupo, lo cual era imposible mientras fuera propiedad cooperativa.
Como el “mico” no pasó, decidieron liquidarla. En este proceso se contabilizarán activos y pasivos, y se tendrán que vender los primeros, que fundamentalmente son las acciones de Saludcoop en cada una de las empresas del grupo empresarial, para satisfacer a los acreedores. ¿Quién adquirirá estas acciones, necesariamente, a bajo precio? Serán capitales privados, seguramente foráneos, en el marco de los TLC. En todo caso el comprador de las acciones de Saludcoop en liquidación tomará el control de Cafesalud y de las empresas del grupo, que incluye clínicas, laboratorios, empresas de equipamiento médico y hasta agencias de empleo, además de las EPS Cafesalud y Cruz Blanca. Pero el principal activo son los, por ahora, 7’000.000 de afiliados a Cafesalud, que significa el manejo de recursos por la bobadita de casi cuatro billones de pesos anuales3.
Según el Ministro, las deudas de Saludcoop ascienden a 3,6 billones de pesos, pero los activos a duras penas alcanzarán para cubrir el 80% de las deudas. En el proceso de liquidación, a la hora de pagar las deudas con los activos ya convertidos en dinero, se debe respetar la prelación legal, en la que las facturas por servicios prestados ocupan el último lugar. Como no habrá remanente suficiente para pagar lo que se adeuda a las Instituciones Prestadoras de Salud, públicas y privadas, que asciende a 1,4 billones, éstas serán las grandes damnificadas. Este detrimento ya ha sucedido en la liquidación de otras EPS, lo que agravará la crisis que asola la red pública hospitalaria e impide la satisfacción del Derecho a la Salud.
Cafesalud: sigue la corrupción y la pésima atención
No bien posesionado, el nuevo presidente de Cafesalud, Guillermo Grosso, exinterventor de Saludcoop, sub judice por sus actos allí, brotaron los fétidos aromas de la corrupción, al conocerse la firma de contratos por más de $800.000’000.000, con diversas empresas del mismo grupo y con amigos del flamante ejecutivo, muchos de ellos ajenos a la prestación de servicios de salud, sin licitación, ni concurso, a pesar de que el Estado tiene el control de la mayoría accionaria y tiene intervenido a Cafesalud; se sumaron las indemnizaciones a altos funcionarios de Saludcoop y la repartija burocrática, en la que fue evidente la intromisión de Dilian Francisca Toro del partido de la U. Los abusos fueron tan descarados que la Junta Directiva no tuvo más remedio que remover al flamante jefe4.
En los primeros meses de traslado, abundan las quejas de los afiliados de Saludcoop, a quienes se les están negando hasta los servicios de urgencia, para no hablar de la interrupción de tratamientos y procedimientos, que según la propaganda oficial estaban garantizados; los hospitales y clínicas siguen colapsando, y la negación práctica del Derecho a la Salud, de origen estructural, clama por que se ponga fin al sistema de intermediación parasitaria y aseguramiento.
1. http://www.dinero.com/pais/articulo/deudas-eps-liquidacion-quien-paga/198518
3. La UPC combinada del régimen contributivo y subsidiado, que recibe la EPS por cada afiliados ronda los $550.000.
4. Revista Semana. Los líos de Grosso en Cafesalud. http://www.semana.com/nacion/articulo/saludcoop-salida-de-grosso-de-cafesalud-revelaria-corrupcion/464062
Revista Deslinde, Bogotá.
