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Dos Premios Nobel piden mayor participación femenina en la mesa de negociación de paz en La Habana
Página /12
Jody Williams y Shirin Ebadi reclamaron que las mujeres tengan mayor participación en la mesa de negociaciones fr psx que se realiza en La Habana. Williams sostuvo que “el cuerpo de la mujer es un campo de batalla”.
Las ganadoras del Nobel de la Paz, Jody Williams y Shirin Ebadi, reclamaron que las mujeres tengan mayor participación en la mesa de negociaciones que el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc mantienen en Cuba desde hace más de dos años.
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Jody Williams y Shirin Ebadi reclamaron que las mujeres tengan mayor participación en la mesa de negociaciones fr psx que se realiza en La Habana. Williams sostuvo que “el cuerpo de la mujer es un campo de batalla”.
Las ganadoras del Nobel de la Paz, Jody Williams y Shirin Ebadi, reclamaron que las mujeres tengan mayor participación en la mesa de negociaciones que el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc mantienen en Cuba desde hace más de dos años.
En una rueda de prensa celebrada en Bogotá, en la que hicieron un balance de la visita que mantuvieron durante una semana en Colombia, Ebadi afirmó que en los últimos siete días se entrevistó con representantes del gobierno que participan en el proceso de paz y quedó sorprendida por el hecho de que sólo una mujer, María Paulina Riveros, forma parte en los diálogos. El optimismo de los colombianos en torno de la firma de un acuerdo entre el gobierno y la guerrilla colombiana subió del 39 al 47 por ciento desde octubre, según una encuesta difundida ayer.
Ebadi, primera musulmana e iraní en ganar el Nobel de la Paz, sostuvo que las mujeres deben estar en primera fila para hablar de la paz, que no es correcto que estén detrás del telón. En ese sentido, afirmó que las mujeres de Colombia tienen grandes capacidades y se preguntó por qué no permiten que expresen su opinión. También reflexionó sobre el espacio que debe abrirse tras los diálogos y en el que debe conjugarse la paz con la justicia, dicotomía sobre la que, señaló, existe una línea muy fina que separa los dos procesos. En su opinión, es necesario que sean las víctimas y familiares las que tracen esa línea, proceso en el que las mujeres deben jugar también un papel fundamental puesto que son las mayores víctimas en el conflicto armado que azota Colombia desde hace más de 50 años. “Ellos (las víctimas) deben decir con qué condiciones empieza la justicia”, manifestó. Para ejemplificar este papel, Ebadi recordó que la semana pasada Sudáfrica liberó a Eugene de Kock, coronel de la policía que participó del Apartheid, conocido como el asesino número uno del régimen, y que fue encarcelado en 1994.
La iraní explicó que, tras un período de perdón, preguntaron a las víctimas si consideraban suficiente el tiempo que el ex policía había pasado en la cárcel. Ante la respuesta positiva, lo dejaron en libertad, un ejemplo que, en su opinión, debía ser ilustrativo para la sociedad colombiana. Las negociaciones de paz están centradas actualmente en el tema de víctimas con el objetivo de llegar a un acuerdo que incluya el proceso de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición del crimen.
Por su parte, Jody Williams hizo hincapié en la necesidad de que las mujeres participen tanto en los diálogos como en el denominado proceso de posconflicto que debe iniciarse cuando las partes lleguen a un acuerdo definitivo. Agregó además que en caso de que no jueguen un rol importante, Colombia podría quedar abocada a una situación como la que vive El Salvador. Tras el acuerdo de paz entre el gobierno salvadoreño y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el país centroamericano quedó atravesado por una ola de violencia debido a la acción de las bandas violentas conocidas como maras.
Williams, que ganó el Nobel en 1997 por su trabajo desarrollado para conseguir la prohibición internacional del uso de minas antipersonales y municiones de racimo, afirmó que los hombres causaron el conflicto colombiano y las mujeres aguantaron la guerra. Asimismo, subrayó la necesidad de pensar cómo va a ser una nueva Colombia, algo que, en su opinión, no será posible si no se discute sobre las raíces del conflicto. Ese paso será fundamental para la construcción de una paz duradera, sostenible y con justicia, algo que, dijo, requiere la participación de toda la sociedad. La estadounidense destacó la necesidad de prestar atención a la violencia sexual y explicó que en la sociedad colombiana existe una actitud machista que convierte a las mujeres en objetos, proceso en el que la televisión juega un papel fundamental. En estas condiciones, explicó, es muy fácil que crezca la violencia doméstica y el sexismo. “El cuerpo de la mujer es un campo de batalla”, concluyó Williams.
El sondeo que se conoció el pasado jueves 5 de febrero, realizado por la firma Cifras y Conceptos, fue hecho en medio de la tregua unilateral indefinida que cumplen las FARC desde el 20 de diciembre. El respaldo a las negociaciones creció, pues el 41 por ciento de los encuestados considera que la mejor forma de acabar el conflicto que afecta al país desde hace cinco décadas es mediante el diálogo, mientras que en enero de 2013 el 33 por ciento de las personas pensaba así.
Página/12, Buenos Aires.