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El 4×1000: Historia de una infamia

Periódico El Satélite  

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anunció el pasado lunes festivo de manera tajante al país que el impuesto a las transacciones financieras del 4×1.000 se mantiene como parte de la base tributaria que requiere el Estado para alcanzar las metas del gobierno propuestas hacia el 2018, fin del periodo de Santos II.

Coincidencialmente, el hoy poderoso ministro de Hacienda de Santos II, era en 1998, cuando se creó “transitoriamente” este impuesto, ministro de Transporte del entonces presidente Pastrana.

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Periódico El Satélite  

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anunció el pasado lunes festivo de manera tajante al país que el impuesto a las transacciones financieras del 4×1.000 se mantiene como parte de la base tributaria que requiere el Estado para alcanzar las metas del gobierno propuestas hacia el 2018, fin del periodo de Santos II.

Coincidencialmente, el hoy poderoso ministro de Hacienda de Santos II, era en 1998, cuando se creó “transitoriamente” este impuesto, ministro de Transporte del entonces presidente Pastrana.

 

Otro que se ha encumbrado en este segundo gobierno de Santos hasta llegar al nuevo cargo que se conoce como “superministro”, Néstor Humberto Martínez Neira, también es cocreador del 4×1.000, pues, en el gobierno de Pastrana, ocupaba el Ministerio del Interior.

En uno de los debates de campaña en las pasadas elecciones, se preguntó a los candidatos si iban a sostener el 4×1.000: todos dijeron que sí, menos el candidato-presidente quien se abstuvo de responder por ser, precisamente, el Presidente.

El 4 por 1.000 que empezó como un 2×1.000 como base de financiación de las medidas de emergencia económica cuando el UPAC quebró a Colombia en un monto que en 1998 se estimó en 12 billones de pesos, solo iba “hasta el 31 de diciembre de 1999”. Al cabo del tiempo (16 años después) no solo se ha incrementado sino que ha servido una y otra vez como instrumento de demagogia de todos los sucesivos candidatos a la Presidencia que prometen desmontarlo en campaña y luego lo prorrogan bajo el menor pretexto: por la temporada de sequía, por la temporada de invierno, porque sí y porque no…

Y lo más cruel, lo más inmoral de este impuesto, es que la enunciación de sus propósitos en ese decreto 2331 de la emergencia económica: (…) “resolver la situación de los sectores financiero y cooperativo, aliviar la situación de los deudores por créditos de vivienda y de los ahorradores de las entidades cooperativas en liquidación, mediante la creación de mecanismos institucionales y de financiación y la adopción de disposiciones complementarias”, solo se ha cumplido en el primer punto: “resolver la situación del sector financiero”… único propósito de entonces y de hoy porque lo del sector cooperativo y la situación de los deudores y ahorradores del UPAC, apenas era un macabro pretexto.

Paradójicamente, quienes urdieron la tramoya hace 16 años, Cárdenas y Martínez Neira, ambos hoy, poderosos músculos políticos del sector financiero, son los mismos que impulsan desde sus encumbradas curules ministeriales la prórroga indefinida del 4×1.000, para seguir haciendo que al sector financiero de Colombia no le vaya a pasar nada aunque a su alrededor pase de todo.

Pero de qué nos quejamos: no sabemos elegir y menor leer. El artículo 29 del decreto que estableció el hoy 4×1.000 dice textualmente: (…) “el tributo a cargo de los usuarios del sistema financiero y de las entidades que lo conforman (será) destinado exclusivamente a preservar la estabilidad y la solvencia del sistema”. Exclusivamente eso, lo demás, que era la física quiebra de millones y millones de familias colombianas, era por si acaso.

Fin de folio. Colombia, en 1998, fue precursora de la crisis mundial del 2008 protagonizada también por el sector financiero y resuelta de la misma forma: salvando a los delincuentes y dejando en la inopia a sus víctimas.

http://periodicoelsatelite.webnode.es.

 

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