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“La costa pacífica fue excluída del banquete del desarrollo”: obispo de Buenaventura

Monseñor Héctor Epalza, el jerarca de la iglesia católica que apoya el paro cívico en el puerto valluno, habló del por qué la protesta y la condición para levantarla

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Monseñor Héctor Epalza, el jerarca de la iglesia católica que apoya el paro cívico en el puerto valluno, habló del por qué la protesta y la condición para levantarla

 

En menos de tres años ya son tres los paros cívicos o protestas sociales que lideran los habitantes del puerto más importante sobre el pacífico colombiano, por donde se mueve la mitad de las exportaciones del país. Desde la aparición de las temidas ‘casas de pique‘, donde los delincuentes descuartizaban a sus víctimas para no dejar rastros, el país viene escuchando del problema social y humanitario que padece esa ciudad. La situación tocó fondo, a tal punto que, en su momento, un delegado de la ONU la comparó con el Congo, en África.

 

Si bien el Gobierno tomó cartas en el asunto y desde 2014 puso en marcha una ambiciosa intervención militar y social que involucró la promesa de ejecutar una treintena de obras prioritarias en lo que denominó un Plan de Choque, lo cierto es que en la actualidad varios de esos proyectos están inconclusos o no se han iniciado.

 

Debido a ello, los bonaverenses convocaron a un paro cívico que arrancó el pasado martes 16 de mayo y que ya completa dos días. Hoy esa ciudad está paralizada, el comercio cerró sus puertas, el transporte no circula y toda actividad industrial en el puerto se congeló. Se estima que por la protesta, Buenaventura suma pérdidas cercanas a los $25.000 millones, en tan solo 48 horas de paro.

 

Semana.com habló con monseñor Héctor Epalza, obispo de Buenaventura, quien como jerarca de la iglesia católica hizo un llamado de apoyo y respaldo al comité promotor del paro, porque considera justas las reclamaciones.

 

-Semana.com: Van dos días de protesta cívica, ¿qué balance hace del paro?

Monseñor Héctor Epalza: Estoy fuera de la ciudad porque tenía una reunión en Cali y solo he recibido información fragmentada, aunque sé que ha tenido participación de la gente, pero también muchos lunares.

 

Semana.com: ¿Qué lo motivó para sumarse a este paro?

– M. H. E.: La Diócesis de Buenaventura decidió ser solidaria con la ciudad porque de verdad el pueblo ha sentido, en carne propia, el retraso del Gobierno Nacional y el incumplimiento de las promesas; no solo era un Plan de Choque, como se hizo hace tres años, este paro cívico obedece a que después de un serio análisis notamos que hay problemas estructurales que requieren soluciones inmediatas.

 

Semana.com: ¿Cuáles son las exigencias concretas frente a los incumplimientos que denuncian? 

 

– M. H. E.: Que se declare la Emergencia Económica, Social y Ecológica de Buenaventura para enfrentar aceleradamente toda esa problemática, y no se dilate indefinidamente porque la costa pacífica fue excluída del banquete del desarrollo al que sí invitaron al resto del país.

 

-Semana.com: ¿En qué cambian las cosas si se declara la Emergencia? 

 

M. H. E.: Entiendo que con la declaratoria de esa emergencia, el trámite de los proyectos se haría más rápido, y frente a los problemas se les buscaría una solución inmediata, a corto, mediano y largo plazo.

 

Semana.com: Si le hiciera un balance a las obras prioritarias que el Gobierno prometió realizar en Buenaventura, ¿en qué estado de ejecución se encuentran?

 

M. H. E.: No soy técnico para decirlo, pero solo por atreverme a responder le pondría tal vez un 30 por ciento de ejecución. Hay obras en marcha, pero hay otras que merecen que se ponga el pie en el acelerador, más respuesta.

 

Semana.com: ¿Cuál es esa obra inconclusa que más molestias ha generado?

 

M. H. E.: Después de tres años el hospital sigue cerrado, y es reclamado por una población de 400.000 habitantes. No hay una cama oficial para atender a los bonaverenses.

 

Semana.com: ¿Y la promesa incumplida que más les duele?

 

– M. H. E.: La que el propio presidente Santos nos hizo hace tres años cuando nos dijo que tendríamos un servicio de acueducto 24 horas al día, todos los días de la semana. Hoy ese tema es un verdadero contraste, ya que pese a que estamos rodeados de agua y contamos con 45 millones de metros cúbicos del preciado líquido, el servicio de acueducto, si mucho, llega 18 horas al día y de manera intermitente. Lo único que nos llega sin falta es la factura de cobro.

 

-Semana.com: ¿Reconocen avances en algunos sectores?

 

– M. H. E.: La parte educativa avanza, y en la parte recreativa algo se ha hecho, pero es que al Gobierno le tocó desempolvar compromisos en ese Plan de Choque y luego no se ve realmente la evidencia.

 

-Semana.com: Entonces ¿qué está fallando?

 

– M. H. E.: Todo se lo resumo con este ejemplo. En redes sociales está circulando un video con mi intervención en el Congreso, hace tres años, y ríase porque las quejas, denuncias, demandas y reclamaciones son las mismas de ahora y que motivaron el paro.

 

-Semana.com: ¿Cree que existe buena fe del Gobierno en los incumplimientos o el gobierno no ha tenido voluntad en cumplir los acuerdos? 

 

– M. H. E.: A veces es muy fácil buscar culpables. Sé que hay retrasos, equivocaciones, porque de pronto se hicieron diseños erróneos como le sucedió a Findeter y todo eso retrasa, entonces tendría que buscar con mucha serenidad las causas por las que esas promesas no se han cumplido.

 

-Semana.com: El Gobierno dice que las obras prometidas en el 2014 existen. ¿Es eso cierto? 

 

– M. H. E.: El asunto es que no sé si haya algún mago que las hace invisibles o si estando allí no hubo una comunicación fluida para que el pueblo sepa dónde las hicieron. Sabemos que Findeter hizo cinco colegios y allí están, pero habría que hacer un ejercicio sereno, objetivo y no populista con relación a ese cumplimiento.

 

-Semana.com: ¿Falta a la verdad el Gobierno cuando afirma que en Buenaventura se han invertido más de seis billones de pesos desde la intervención?

 

– M. H. E.: Pues habría que hacer la sumatoria, porque las mentiras y medias verdades que se dicen exasperan al pueblo.

-Semana.com: ¿Qué tan grave es el problema del desempleo en Buenaventura?

– M. H. E.: Allí existe una ironía, porque el comité del paro se basa en las cifras y estadísticas que maneja el mismo Gobierno y con esos datos están mostrando una realidad social y explosiva de Buenaventura. Se habla de un desempleo del 60 por ciento.

-Semana.com: ¿Sirven estos paros?

 

– M. H. E.: Gracias a la movilización civil se hizo visible la realidad social y humanitaria que vivía Buenaventura, porque para las autoridades y el gobierno local aquí no pasaba nada; pero después de los tres paros que se han hecho se le comprobó al Gobierno Nacional que aquí estaban picando a la gente, alto índice de violencia, desaparecidos, fronteras invisibles.

 

-Semana.com: ¿No es paradógico que el paro se convoca debido a la crisis social, pero en dos días ya suma $25.000 millones en pérdidas económicas?

 

 

– M. H. E.: La pregunta es ¿quién está perdiendo esa plata? Los grandes capitalistas. Puede que pierda la ciudad, pero es que precisamente no todo es plata. El capitalismo perverso, en palabras del papa Francisco, lo que ha hecho es enriquecer a una minoría y empobrecer a una mayoría, esa es la gran realidad de Buenaventura.

 

Tomado de semana.com

 

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