La mitad de los colombianos no pueden acceder a la canasta básica de consumo

Por Cristian Plata Herazo / Las 2 Orillas  

Cómo reparte sus ingresos el 55 % de la población que recibe un salario mínimo.

Quizás, ya suene trillado escuchar a muchos colombianos decir una y otra vez que: ¿Por qué Colombia estando en una posición geográfica privilegiada (por la conexión con los dos océanos), ser uno ser uno de los países ricos en materia de biodiversidad, con gente tan pujante y echada para delante no repunta entre los países con mayor PIB, o países con mejor reputación? La respuesta no es tan simple, trasciende a ámbitos históricos, culturales, sociales y en especial económicos.

Colombia vive desde hace mucho tiempo una crisis social a raíz de la guerra, principal causante del aumento de la tasa de mortalidad, posicionando la del género masculino por encima a la del femenino, en materia educativa para 2005 el promedio de años de escolaridad era 6 años, además, de sus 2900 Km de costa, solo 16% de la población está relativamente cerca a esta, asimismo, las diferencias de calidad de vida entre las clases sociales son abismales, en comparación con países vecinos, pues para el año 2004 el 10% de la población colombiana más rica ganaba 53 veces más que el 10% más pobre, frente a Venezuela que para el mismo año, su decil de población más rica ganaba solamente el 8 veces más que el decil más pobre, dando prueba de que la pobreza que se ha convertido en sello permanente para nuestra porción de mundo; Colombia.

Otros datos que muchos obvian, es que el colombiano promedio no ahorra, puesto que el 55 % de la población colombiana gana un salario mínimo y este solo alcanza, a duras penas, para arriendo, comida y transporte, más detalladamente, los 644.350 lo reparten así: 42 % para alimentos, 22 % para pagar facturas, 12 % para la educación de los hijos, 12 % para pagar transporte, 7 % en medicamentos y consultas médicas, y le queda un 5 % para que se lo mecatee en cositas, si es que le queda que es muy poco probable, lo peor de todo es que contrastado con países como Australia, el colombiano de a pie, el colombiano promedio, debe trabajar 16 minutos para comprar un kilogramo de arroz mientras que en el país oceánico con solo 8 minutos de trabajo se consigue la misma cantidad del alimento mencionado. En Colombia prácticamente la mitad de la población no puede acceder a la canasta básica de consumo; literal, el colombiano promedio está al borde de la pobreza.

Ese mismo colombiano del que hablamos, vive en un hogar por lo común de cinco miembros, lo que dije en un comienzo de pujante referente a los colombianos, lo exalto, que bárbaro esos colombianos que con un mínimo sustentan toda una familia, es así como entonces detrás de todos esos indicadores, se muestran datos puntuales que muchos obvian, y que los economistas como íntegros profesionales del área económica y social son los únicos que lo toman en cuenta.

Lo anterior permite comprender que la economía de un país, en este caso Colombia, no es entendida meramente con estadísticas de niveles de ingresos, porcentajes de desempleados, tasas del PIB, o solo temáticas de bases matemáticas etc., estas son de vital importancia, pero existen factores que los economistas según Schelling (2005) como encargados de estudiar la relación entre el comportamiento de los individuos pertenecientes a un conjunto social y las características de ese conjunto, no deben olvidar , y es esa integridad o conocimiento de distintas áreas lo que hace sustancial la opinión de este profesional en la toma de decisiones gubernamentales y empresariales. Por ende la particularidad de los economistas radica en el entrenamiento que estos tienen para ver las interacciones y relaciones en los mercados, y mostrarlas por medio de análisis económicos los cuales se apoyan de modelos o abstracciones que captan los rasgos del comportamiento económico de individuos y empresas, ilustrando la razón de porque las perspectivas de los economistas a pesar de formarse en el mismo enfoque dispersan en la explicación de distintos momentos económicos, y es que la economía no es como la física que sus leyes son universales, el estudio de la economía está basado en la observación, en condicionantes del objeto de estudio , asemejándola más con la biología que también se basa en la premisa observativa.

En conclusión, la manera ideal de entender la situación económica de un país es basándose en el estado del nacional promedio, en él se evidencia el transcurrir de la gran mayoría, además que la economía no es una ciencia sin ciencia, esta sigue un método convencional que evidencia las herramientas que los economistas, profesionales integrales, utilizan para entenderla.

Las 2 Orillas, Bogotá.