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Obra inconclusa de Bonos de Agua causa emergencia ambiental en Floridablanca

Una obra de alcantarillado que se financió con recursos de los llamados ‘Bonos Carrasquilla’ hace nueve años sigue inconclusa y está generando una emergencia ambiental en zona rural de Ruitoque Bajo, donde las aguas residuales de decenas de viviendas del centro poblado La Hormiga se están ‘empozando’ en una finca del sector.

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Una obra de alcantarillado que se financió con recursos de los llamados ‘Bonos Carrasquilla’ hace nueve años sigue inconclusa y está generando una emergencia ambiental en zona rural de Ruitoque Bajo, donde las aguas residuales de decenas de viviendas del centro poblado La Hormiga se están ‘empozando’ en una finca del sector.

Una obra de alcantarillado que se financió con recursos de los llamados ‘Bonos Carrasquilla’ hace nueve años sigue inconclusa y está generando una emergencia ambiental en zona rural de Ruitoque Bajo, donde las aguas residuales de decenas de viviendas del centro poblado La Hormiga se están ‘empozando’ en una finca del sector.

Imagínese por un instante que su familia tiene una finca en Ruitoque Bajo y que de un momento a otro comienza a recibir las aguas residuales de decenas de vecinos suyos.

Imagínese ahora que este problema no lleva sólo unos días, sino meses e incluso años, y que con el paso del tiempo las aguas negras se han acumulado en su predio, formando una especie de pantano maloliente.

¿Qué diría si supiera que todo es por una obra de alcantarillado inconclusa de la Alcaldía de Floridablanca que debía entregarse en 2011? ¿Y que además es uno de los tantos proyectos enredados por los malos manejos de los ‘Bonos de Agua’, también llamados ‘Bonos Carrasquilla’?

Esa es la situación que vive actualmente Milena Beltrán, propietaria de una finca del centro poblado La Hormiga, quien denuncia que a pesar de las quejas que ha presentado en los últimos años, el problema no ha sido resuelto por las autoridades.

La obra que está en el centro de esta problemática ambiental es la red de alcantarillado de La Hormiga, uno de los seis proyectos contratados con el Convenio 963 de 2010 entre la Alcaldía de Eulises Balcázar y Acuasan (empresa de acueducto de San Gil) por $3.595 millones.

Este proyecto buscaba resolver la necesidad de cerca de 300 familias que viven en este sector del área rural de Floridablanca, que actualmente no cuentan con una red de saneamiento básico.

Según un informe de la Contraloría General de la República, a la fecha la obra solo tiene un avance del 62,16% y se habrían presentado irregularidades en la ejecución del contrato. Por ello en la actualidad adelanta un proceso de responsabilidad fiscal.

La Alcaldía de Floridablanca explicó que en septiembre de este año quedará definido el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado Rural y sólo para esa fecha se tendrá certeza de cómo se terminará la obra o si se ejecuta el proyecto a partir de cero.

La Alcaldía de Floridablanca les recordó a los residentes de La Hormiga que la red no está terminada y por ello no deben conectarse a ella.

¿Cómo comenzó todo?

En 2007, el Congreso expidió la Ley 1176, que le dio vía libre a los ‘Bonos de Agua’ y autorizó el uso de recursos del Sistema General de Participaciones para financiar obras locales de acueducto y saneamiento básico.

El municipio de Floridablanca vio en esta norma una alternativa para financiar más de 30 proyectos formulados en 2006, entre ellos el alcantarillado de La Hormiga, cuyo valor rondaba los $1.900 millones. A través de los ‘Bonos de Agua’, el secretario de Infraestructura de Floridablanca de ese entonces, Raúl Eduardo Cardozo Navas, firmó en noviembre de 2010 el Convenio 963 con Acuasan, que tenía como gerente a Roque Alirio Martínez Santos. Menos de un mes después (en diciembre de 2010), esta empresa de servicios públicos contrató las obras de alcantarillado de La Hormiga con la empresa Codesco, por un valor de $1.846.531.481.

Según los documentos en poder de esta redacción, los estatutos de Acuasan permitían celebrar el contrato ‘directamente’, previa solicitud de una oferta por parte de la entidad (tiene un régimen especial de contratación). No obstante, para esta obra se invitaron tres oferentes, siendo elegida la firma Codesco, representada legalmente por Carlos Alberto Monsalve García. El acta de inicio se suscribió en diciembre de 2010 y la fecha de entrega estaba prevista para julio de 2011. Pero esto nunca ocurrió y hoy la obra está abandonada y las aguas negras siguen cayendo en el patio de la casa de Milena Beltrán.

La Unidad Investigativa averiguó ¿por qué?

La administración de Héctor Mantilla indicó que no hay soportes de la negociación hecha en 2010, pero explicó que Acuasan fue elegida para ejecutar la obra por su experiencia en proyectos similares y porque ofrecía “menores costos de administración sin sacrificar idoneidad”.

Meses después de la suscripción del convenio, el secretario de Infraestructura local, Raúl Eduardo Cardozo Navas, fue designado gerente de Empas, mientras que el gerente de Acuasan, Roque Alirio Martínez Santos, pasó a ser registrador especial para Floridablanca.

“Dejaron la obra tirada”: afectados

A los pocos meses de iniciadas las obras surgieron los primeros inconvenientes. Según un informe de la Contraloría de 2015, hubo fallas en la planeación que llevaron a varias suspensiones. La primera fue entre abril de 2011 y 2013. Luego hubo otra en 2014, hasta que en noviembre de ese año las obras se paralizaron definitivamente.
Además, la Cdmb devolvió el Plan de Saneamiento y Vertimientos (Psmv), pues no cumplía con la norma, y para 2016 aún no se tenía claro dónde iba a quedar la planta de tratamiento de aguas residuales (ptar).
“A nosotros nos buscaron para el permiso de servidumbre. Como era para el beneficio de la comunidad, mi papá no vio problema en dar la autorización, pero de un momento a otro pararon la construcción y el tubo quedó en la mitad de la finca”, relató Milena Beltrán.
La comunidad fue informada de que no podían usar la red, pues la obra estaba inconclusa, pero pasaron los años y los trabajos no se terminaron. Al final, de forma paulatina, algunos residentes fueron conectando sus pozos sépticos al tubo con mangueras caseras.
Inicialmente, el problema no fue evidente, pero luego de varios meses comenzaron los malos olores, después surgió un brote de agua negra y con los años este creció hasta convertirse en el pantano que está causando la emergencia ambiental.

Source: Obra inconclusa de Bonos de Agua causa emergencia ambiental en Floridablanca by Vanguardia

Advertencias de la Contraloría y Cdmb

El informe de la Contraloría indica que los problemas de planeación también se dieron con otros proyectos que se financiaron en Floridablanca con ‘Bonos de Agua’, donde hubo “suspensiones, plazos adicionales de tiempo, trabajos inconclusos y eventualmente la no ejecución de los contratos”.

Proyectos que se debían ejecutar en menos de un año, aún no se han terminado y “en algunos casos los contratos se liquidaron por la inviabilidad” de estos.

Además del alcantarillado de La Hormiga, otras obras financiadas con ‘Bonos de Agua’ que tuvieron inconvenientes son el acueducto veredal de Agua Blanca (28,27% de ejecución) y la optimización de las redes de La Judía y Alsacia sector Malabar.

En el caso del Convenio 963 de 2010, se hicieron pagos por $2.532 millones y solo hay registro de cantidades ejecutadas por $2.228 millones (la Alcaldía dice que está tramitando el reembolso de cerca de $300 millones).

La obra de La Hormiga solo tiene un avance del 62,16%, no está funcionando y no cuenta con ptar. Por ello se adelanta el proceso de responsabilidad fiscal PRF 2017-00767 en contra del Municipio de Floridablanca.

Por su parte, la Cdmb inició un proceso sancionatorio contra la Alcaldía de Floridablanca, bajo el expediente SA-0119-2014, el cual aún “se encuentra surtiendo la etapa probatoria”. Esto debido a que no allegó los ajustes que se pidieron para el Plan de Saneamiento y Vertimientos. En el marco del proceso, la corporación les ha enviado varios oficios a los gobiernos locales de turno (el último en junio de 2018, ya con Héctor Mantilla como mandatario municipal), advirtiendo sobre la actuación “pasiva” que han tenido frente al tema.

Lío jurídico por el convenio

La Alcaldía de Floridablanca afirma que se ha hecho “todo lo posible jurídica, administrativa y financieramente” para atender la situación y culminar la obra en La Hormiga.
Explica que no tiene ningún vínculo contractual con Codesco, empresa contratada para ejecutar la obra, pero en su momento le envió varios oficios a Acuasan para exigirle que cumpliera lo acordado.
A pesar de esto, la empresa de servicios públicos liquidó unilateralmente el convenio en 2017, sin haber terminado todos los seis proyectos. Por ello la Alcaldía solicitó primero una conciliación extrajudicial y ahora está a la espera de que Acuasan reembolse $312 millones que fueron pagados, pero que no se ejecutaron.

Según el Secretario de Infraestructura, Édgar Rojas, actualmente hay un proceso en la Fiscalía por estos hechos, porque las obras nunca se terminaron.

La empresa de acueducto de San Gil, por su parte, adelantó acciones legales contra Codesco por el presunto incumplimiento del contrato.

Acuasan no ha hecho un pronunciamiento formal frente a estos cuestionamientos, a pesar de las llamadas y peticiones hechas por la Unidad Investigativa desde finales de 2018.

 

$!Obra inconclusa de Bonos de Agua causa emergencia ambiental en Floridablanca

¿Qué ha hecho la Alcaldía?

Más allá de los líos jurídicos que se relacionan con la ejecución de esta obra y con la liquidación del convenio 963, la Alcaldía de Floridablanca indicó que este no es impedimento para terminar el proyecto y ya está trabajando en una solución.

Según la Alcaldía, en este momento se busca la actualización del Psmv y el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado Rural, para que el proyecto esté acorde con un objetivo a largo plazo.

La meta es que entre septiembre y octubre se conozca el plan y se determine si las actuales redes sirven o si por el contrario se deben construir unas nuevas. Además, se espera que se defina la ubicación de la planta de tratamiento (si en Floridablanca o en jurisdicción de Girón) y la tecnología que se usará.

Mientras tanto, se han hecho cuadrillas y jornadas de limpieza y taponamiento de los pozos sépticos, pero al parecer muchas personas han vuelto a conectarse la tubería inconclusa. También aseguran que han realizado varias reuniones para indicarle a la comunidad que no se puede conectar a la red inconclusa.

En esos casos, la Alcaldía dice que ha hecho el respectivo reporte a la Cdmb, para que se impongan sanciones. En 2014 se hizo un seguimiento a 60 pozos sépticos y se encontró que el 19% estaba en regular o en mal estado. Además, el 93% de las familias estaba vertiendo aguas grises en la red inconclusa.

La situación actual podría ser más compleja, pues muchos de esos pozos sépticos podrían estar colmatados (superando la capacidad que tienen) y no hay certeza de cuántas familias más se han conectado a la red en los últimos cinco años.

Frente a los dos posibles predios para ubicar la Ptar, la Cdmb dijo en 2016: “no es técnicamente viable tratar de recoger las aguas residuales de la parte alta con la parte baja… sería necesario construir sendos colectores de longitudes muy largas, lo cual no es factible”.

La Cdmb explicó que por ley es el Municipio de Floridablanca el responsable de garantizar la correcta prestación del servicio de alcantarillado, presentar el plan de saneamiento y vertimientos y hallar una solución para los vecinos de La Hormiga.

Endeudados con los ‘Bonos de Agua’

El municipio de Floridablanca, en cabeza de Eulises Balcázar Navarro, comprometió en 2009 vigencias futuras por $10.677 millones, a través de ‘Bonos de Agua’, pignorando por los siguientes 19 años el 50% de los recursos que recibe del Sistema General de Participaciones para agua y saneamiento básico (tasa del UVR + 11%).

Cuatro años después, ya se habían realizado pagos por $5.047 millones, pero estos solo se aplicaron a intereses. Es decir, para 2014 aún no se habían efectuado abonos a capital y seguían con una deuda con altos intereses y cuota variable.

Debido a esta situación, la Alcaldía refinanció la deuda en dos ocasiones para mejorar las condiciones. Primero en 2014, cuando quedó con un crédito con Findeter de $12.234 millones con IPC + 11%. Y luego en 2017, cuando suscribió un contrato con Bancolombia por $11.724 millones al DTF + 4%.

A la fecha, ocho años después del primer préstamo, se han pagado $12.665 millones en intereses y sólo se han cancelado $770 millones en abonos a capital (datos con corte a octubre de 2018). A finales del año pasado aún se debían más de $10.000 millones.

 

Tomado de https://www.vanguardia.com

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