Nacionales
POR SOBERANIA, DEMOCRACIA Y DERECHOS DE LAS MUJERES 8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Por: Luz María Correal Pérez
Lejos de “remediar” la situación de la población colombiana; las políticas del gobierno de Juan Manuel Santos tienden a agravar la crisis de la nación y en especial la vida de las mujeres. Las recientes medidas económicas como la Reforma tributaria y la asignación del salario mínimo, habida cuenta que la canasta básica familiar le cuesta a un trabajador colombiano el 28.8 por ciento de su salario y que apenas el 17,4% de los trabajadores gana más de dos salarios mínimos; empobrecen a las capas más vulnerables de la sociedad, vulneran los derechos fundamentales y aumentan las brechas de desigualdad e inequidad; tal como dan cuenta los estudios de organismos y agencias internacionales que ubican al país entre los diez países con mayor desigualdad en el mundo1. A la postración económica del país se suma la decadencia moral que arropa con un manto de corrupción a variados personajes de los partidos de la coalición de gobierno, con el robo al erario público y al recibo de sobornos , lo que de hecho refleja la descomposición y desvergüenza de las élites.
Por: Luz María Correal Pérez
Lejos de “remediar” la situación de la población colombiana; las políticas del gobierno de Juan Manuel Santos tienden a agravar la crisis de la nación y en especial la vida de las mujeres. Las recientes medidas económicas como la Reforma tributaria y la asignación del salario mínimo, habida cuenta que la canasta básica familiar le cuesta a un trabajador colombiano el 28.8 por ciento de su salario y que apenas el 17,4% de los trabajadores gana más de dos salarios mínimos; empobrecen a las capas más vulnerables de la sociedad, vulneran los derechos fundamentales y aumentan las brechas de desigualdad e inequidad; tal como dan cuenta los estudios de organismos y agencias internacionales que ubican al país entre los diez países con mayor desigualdad en el mundo1. A la postración económica del país se suma la decadencia moral que arropa con un manto de corrupción a variados personajes de los partidos de la coalición de gobierno, con el robo al erario público y al recibo de sobornos , lo que de hecho refleja la descomposición y desvergüenza de las élites.
En el marco de la conmemoración del Día internacional de la mujer proclamado por la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague en 1912 por Clara Zetkin, los derechos económicos y políticos , bandera de reivindicaciones que lograron ser consignados en las legislaciones de los países, en unos más temprano que en otros, y que constituyó una conquista indiscutible de las mujeres, discriminadas y excluidas por siglos del ejercicio como ciudadanas, se tornan hoy inasequibles para millones de mujeres en el mundo a causa del modelo económico neoliberal.
En Colombia, la situación económica y social de la mujer es lamentable, tanto por las condiciones materiales de existencia- desempleo más alto en relación al masculino, 20% de brecha salarial, menor acceso a los puestos de trabajo en la economía formal-, como por la cultura patriarcal que la condena a una posición de inferioridad y sumisión. El Informe, “Desempleo femenino en Colombia” del Banco de la República y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, señala que el desempleo femenino , ocupa la tasa de desempleo más alta en Latinoamérica, “ las mujeres menores de 25 años, con educación secundaria completa y que son cabeza de hogar, experimentan las mayores brechas (laborales); así mismo, las mujeres casadas presentan tasas de desempleo dos veces más alta que las de los hombres, y al parecer, dicha condición limita sus posibilidades de participación en el mercado laboral” . Mayores responsabilidades recaen en hombros de las mujeres: los hogares con jefaturas femeninas al 2015 en el área urbana era de 39,6% y en la rural 25,5%, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2015).
En el campo, el panorama es desastroso. Según informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el 25% de los propietarios rurales son dueños del 95% de la tierra, el 64% de los hogares campesinos no tienen acceso a la tierra, y la pobreza rural es del 20%. Las mujeres sufren con más rigor la situación de pobreza y de acceso a los recursos públicos.
Frente a la violencia, el mayor flagelo que sufren las mujeres, se refuerza la concepción patriarcal del poder y opresión del hombre sobre ellas. El informe de La Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2015), señala que el 39.4% de las mujeres y el 41.3% de los hombres están de acuerdo con que “los hombres de verdad son capaces de controlar a sus parejas” y que el 36,5% de ellas y más de la mitad de los hombres piensan que “una buena esposa obedece a su esposo siempre” 2.
En este panorama, a las mujeres colombianas nos corresponde elevar nuestra voz de protesta y de denuncia no sólo por la vulneración de nuestros derechos particulares, sino por las políticas gubernamentales de entrega del patrimonio nacional, de los hechos de corrupción, del abandono estatal a poblaciones indígenas y afros, de la desatención a los adultos mayores y a la población infantil, de la dilación a la vinculación laboral de las 60.000 madres comunitarias por parte del Estado, de la tentativa de aumento en la edad de pensión ,de la violación al derecho a educación y salud; entre otros derechos democráticos de hombres y mujeres. Es hora de retomar las banderas de nuestras precursoras por la defensa de la soberanía nacional a la usanza de nuestras heroínas en la gesta de independencia, de los derechos civiles en los tiempos de Ofelia Uribe de Acosta, de los derechos laborales reclamados por María Cano y Betsabe Espinosa, del clamor de Soledad Acosta de Samper quien en referencia a la entrega de Panamá, en 1903 sentenció :” Salvemos a Colombia de la muerte que la amenaza…lancémonos juntos a salvarla, a volver por su honra y a sacarla del abismo“.
Notas
1. “La pobreza y la prosperidad compartida”, informe del Banco Mundial
2. El Tiempo, Dic 18. 2016 pág. 4