Que no termine en ruinas el derecho a la educación de los colombianos

Sara Abril. Representante Estudiantil al CSU (Universidad Nacional). El espectador 18 de septiembre de 2016

La Universidad Nacional ha vuelto a ser noticia por el deplorable estado del edificio de la Escuela de Artes Plásticas, que está agrietado y cayéndose sobre sí. Y es que desde hace más de cuatro años esta edificación tenía diagnosticados problemas estructurales por falta de mantenimiento y fue declarada en estado de alta vulnerabilidad, como el 56 % de los edificios del campus, por el último informe de infraestructura que hizo la universidad en 2012. En la sede Bogotá de la Nacional, el edificio de Arquitectura ya está en ruinas, se cayó el techo de la Facultad de Derecho, de Veterinaria y el baño de Cine y Televisión.

Por ello resultan irresponsables las declaraciones de las directivas de la Universidad Nacional, quienes sin ningún estudio conocido por la comunidad afirman que “el edificio se encuentra en condiciones de prestar su uso”, cuando es evidente que éste muestra prominentes grietas, reflejo de problemas estructurales, razón por la cual la dirección de la Escuela de Artes Plásticas decidió desalojar el segundo piso de la edificación.

Además, el rubro de la universidad para inversión será de $31.000 millones (provenientes de recursos propios y de endeudamiento), lo que es un 2 % de los $2 billones requeridos, según la información de rectoría, para solucionar los urgentes problemas de las edificaciones de la sede Bogotá.

Según el Sistema Universitario Estatal, las universidades públicas tienen un déficit de $16 billones, no obstante, la propuesta de Santos es endeudarlas, lo que implica, no sólo que no habrá financiación adicional, sino que se terminarán hipotecando los pocos recursos de estas instituciones, justo cuando las universidades están en déficit y cuando las tasas de interés se están elevando. La sostenibilidad financiera puede terminar en una cura peor que la enfermedad.

En la Universidad Nacional, y en general en todas las universidades públicas, las grietas no son la excepción sino la norma, no obstante, en 2017 bajará el presupuesto para educación. El Gobierno debe responder por la infraestructura y la financiación de las universidades, porque, de seguir eludiendo su responsabilidad, se estará poniendo en riesgo el patrimonio de la Nación y la vida misma de los estudiantes. La universidad es patrimonio de los colombianos, debemos defenderla. ¡Que no termine en ruinas el derecho a la educación de los colombianos!

Sara Abril. Representante Estudiantil al CSU (Universidad Nacional).