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Reconocimiento especial a las mujeres

Reconocimiento especial a las mujeres 
Marzo 8 de 2018
Por Clara Giraldo. 
Vicepresidenta Nacional de Mujeres del PDA

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Reconocimiento especial a las mujeres 
Marzo 8 de 2018
Por Clara Giraldo. 
Vicepresidenta Nacional de Mujeres del PDA

 

Reconocimiento especial a las mujeres
Marzo 8 de 2018
Por Clara Giraldo.
Vicepresidenta Nacional de Mujeres del PDA

En este mes de marzo concurren dos eventos trascendentes en la lucha democrática. El primero, es la conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora, como un acto de reconocimiento por aquellas luchadoras que dieron su vida por alcanzar niveles de participación y protagonismo en las decisiones y el desempeño en todos los roles de la vida política; el otro gran proceso, será el electoral en el cual las mujeres colombianas participan activamente, tanto como candidatas como votantes, como una manifestación de la celebración de sus derechos políticos adquiridos sólo desde mediados del siglo pasado .

Esta feliz coincidencia, de la lucha universal e histórica con la participación en la contienda política no sería posible sin el aporte de grandes luchadoras nuestras que contribuyeron, en su campo y a su manera, por la reivindicación de la condición de la mujer: la reconocida María Cano por los derechos laborales, pero también un grupo de mujeres que con una tenacidad a toda prueba movieron la estructura social de Colombia para lograr el acceso a la Universidad del género femenino: Ilva Camacho, quien desde su columna periodística invitó a la unión de las mujeres de Colombia por su derecho de acceder a la Universidad; .Ángela Villa de Toro y el grupo de mujeres reunidas en torno a la revista Letras Y Encajes , quienes promovieron la educación profesional de la mujer antioqueña; o cómo no mencionar a Ana Restrepo Castro, Fita Uribe y Susana Olózoga quienes realizaron un activismo político en procura de la reforma educativa que permitiera el ingreso a la universidad ; pero sobre todo a Georgina Flechert, la líder más visible del movimiento feminista de los años veinte y quien jugó un papel determinante en los cambios legales que permitieron la educación superior para la mujer. Ellas y tantas otras que por razones de espacio no me es dado nombrar, nos regalaron el ingreso a la Universidad a las colombianas.

El accionar de todas ellas estuvo enmarcado en las grandes trasformaciones sociales que surgieron en el mundo con la primera postguerra y en Colombia en particular, en el fin de la hegemonía conservadora, que aunque daba sus últimos coletazos, mantenía la fuerza para oponerse y hundir dos sendos proyectos de Ley (1927-1928) que promovían igualdades civiles y eliminaba la discriminación de la mujer ante la educación universitaria. Sin embargo, con el cambio de gobierno y sobre todo con la tenacidad de las compañeras que demostraron su capacidad para cumplir las más valiosas labores de la sociedad al realizar manifestaciones masivas en defesa del territorio nacional, amenazado en el amazonas por una invasión peruana, dieron pie a la expedición de la Ley 28 de 1932 que será un paso definitivo en la igualdad civil y el Decreto 227 de 1933 que extendía las reformas educativas a la enseñanza para las mujeres con lo cual el ingreso a la universidad se tornaba formalmente posible. Quedaría pendiente aún el derecho al voto que se obtendrá en la década de los 50s y del cual hablaré en otra ocasión.

Esas luchas, dadas por esas compañeras hace casi un siglo, me han permitido ingresar a la universidad y desarrollar mis expectativas de vida y obtener las herramientas para romper ese “techo de cristal” que nos limita. Es por esto que debo reconocer su perseverancia en la conquista de sus derechos y continuar su legado. Por ello, mi postulación a la Cámara de Representantes tiene como uno de sus pilares la lucha por la equidad de género y la defensa de los derecho de la mujer.

La emancipación femenina se ha dado en gran parte por medio de la educación y eso me obliga también a defender la Universidad Pública, porque gracias a ella muchas compañeras, sobre todo de las clases menos favorecidas, han logrado despojarse de sus ataduras y mirar la vida individual no diseñada por el proyecto hegemónico y la estructura patriarcal.
Un abrazo sororo para todas las mujeres luchadoras en el dia en que se conmemora las luchas de las mujeres trabajadoras.

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