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Relato breve de un providencial naufragio. A propósito de la tentativa de condecorar al ex procurador Ordóñez

Por Jorge Gómez Gallego*

A propósito de la tentativa de condecorar al ex procurador Ordóñez

El pasado 8 de marzo, justo cuando se celebraban innumerables eventos conmemorativos del día internacional de los derechos de la mujer, el Diputado Carlos Ríos, del Partido Conservador y del equipo santista de la Senadora Olga Suárez Mira, presentó una proposición para otorgar la Orden de la Antioqueñidad al ex procurador Alejandro Ordóñez Maldonado.

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Por Jorge Gómez Gallego*

A propósito de la tentativa de condecorar al ex procurador Ordóñez

El pasado 8 de marzo, justo cuando se celebraban innumerables eventos conmemorativos del día internacional de los derechos de la mujer, el Diputado Carlos Ríos, del Partido Conservador y del equipo santista de la Senadora Olga Suárez Mira, presentó una proposición para otorgar la Orden de la Antioqueñidad al ex procurador Alejandro Ordóñez Maldonado.

Tal como lo consideré y lo considero mi deber, me opuse que se confiriera ese galardón al doctor Ordóñez en virtud de que su reelección había sido declarada nula por el Consejo de Estado, máximo tribunal de lo contencioso administrativo, porque su inclusión en la terna de candidatos había sido lograda mediante maniobras clientelistas y fraudulentas. (http://noticias.caracoltv.com/colombia/consejo-de-estado-destituye-al-procurador-alejandro-ordonez)

Consideré desde ese día que otorgar es galardón era enviar un pésimo mensaje para la sociedad, premiar a un personaje de tan alto rango cuando este había utilizado su cargo de forma fraudulenta para hacerse reelegir. Exaltar a quien le tuerce el pescuezo a la ley es inaceptable en una sociedad que se precie de ser democrática. Además, es un mensaje pésimo para los ciudadanos, algo así como “embárrela primero que la Asamblea lo premiará después”.

Hice énfasis en que además era un exabrupto conceder la condecoración justo el día internacional de los derechos de la mujer, cuando el doctor Ordoñez utilizo su cargo de Procurador para hundir el proyecto de la Clínica de la Mujer de Medellín, con argumentos prejuiciosos, evitando que se coronara un viejo anhelo de las mujeres de esta ciudad de tener un centro especializado para atender sus enfermedades específicas, una suerte de afrenta a las organizaciones de mujeres.

Sin embargo, mi voz no fue escuchada y mi voto solitario fue acompañado de una constancia indignada. Santistas y uribistas votaron junticos. Pero lo que no calculó el proponente de la condecoración, ni quienes lo acompañaron movidos por una cuestionable solidaridad de cuerpo, era la enorme indignación ciudadana que iba a producir la decisión. Un alud de cartas, correos electrónicos, llamadas telefónicas, columnas periodísticas y mensajes en redes sociales inundó todos los medios de comunicación tradicionales y modernos, en un fenómeno de movilización social sin antecedentes en esta ciudad contra una decisión de una corporación pública.

Muchos colectivos y ciudadanos independientes habían anunciado plantones y manifestaciones el día 24 de marzo, día señalado para llevar a cabo el evento en el que se iba a declarar al destituido ex procurador, antioqueño por adopción, cuando apareció el hallazgo hecho por el periodista Oscar Sánchez del diario El Colombiano, la cual conocí por cuenta del abogado administrativista David Suárez, en el sentido de que la condecoración que se había aprobada, está reglada por la Ordenanza 041 de 2003, que modificó la Resolución 019 de 1999 de la Mesa Directiva de la Asamblea Departamental, que establece que la Orden se entregará a personas que, sin ser nacidas en el Departamento, “han hecho aportes trascendentales a su desarrollo en el sector público, privado, cultural, deportivo y , social, con un tiempo de desempeño en la región no menor de 2 años.”

Informé este hallazgo a la Mesa Directiva de la Duma mediante misiva que radiqué el miércoles 22, y esta a su vez elevó una consulta urgente a la Oficina Jurídica de la Asamblea, la que conceptuó rápidamente que la condecoración era ilegal por no cumplir el requisito mencionado y sirvió de fundamento para que varios Diputados que habían acompañado inicialmente la condecoración, presentaran una proposición revocatoria, proposición que desde luego acompañé sin reservas y que finalmente fue acogida por 16 de los 20 Diputados presentes en la sesión del día 23 de marzo.

No sobra advertir que mi alegato contra la condecoración, así como la decisión final, no corresponden a diferencias ideológicas con el señor Ordóñez, “no estoy de acuerdo con sus ideas pero me haría matar porque se las dejen expresar” para parodiar la frase atribuida a Voltaire pero que en realidad fue acuñada por su biógrafa británica Evelyn Beatrice Hall. En todas las declaraciones, intervenciones está claro que mi posición es un rechazo a su conducta antiética y a la ilegalidad del acto.

De esta forma concluyó un episodio, que de haber culminado con la condecoración a Ordóñez, hubiera quedado en los anales de la historia de Antioquia como un baldón contra la decencia y la democracia y se comprobó una vez más que la movilización ciudadana tiene un enorme poder al momento de impulsar causas nobles, o como en este caso, de reversar decisiones oprobiosas.

 

*Diputado Asamblea Departamental de Antioquia

POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO

​Correos electrónicos: jorgegomez@jorgegomezdiputado.org – jorgog@une.net.co

 

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