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Nacional

ANIF: un troglodita fiscal

Por Octavio Quintero  

La Asociación de Instituciones Financieras (ANIF), que domina el banquero, Luis Carlos Sarmiento Angulo, podría considerarse, en materia fiscal, el troglodita que persiste en los impuestos indirectos como base principal de ingresos estatales, calificados hoy en día en todo el mundo como la injusticia social más insostenible que mide a ricos y pobres con el mismo rasero a través de eso que conocemos como IVA (Impuesto al Valor Agregado).

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Por Octavio Quintero  

La Asociación de Instituciones Financieras (ANIF), que domina el banquero, Luis Carlos Sarmiento Angulo, podría considerarse, en materia fiscal, el troglodita que persiste en los impuestos indirectos como base principal de ingresos estatales, calificados hoy en día en todo el mundo como la injusticia social más insostenible que mide a ricos y pobres con el mismo rasero a través de eso que conocemos como IVA (Impuesto al Valor Agregado).

En el momento de la equidad que pregona Santos II, en lo fiscal, debería ser aquel concepto que descargara la mayor parte de la base tributaria del país sobre los impuestos directos (a la renta y el patrimonio) porque es que eso sí diferencia  a las capas sociales, no el consumo de una botella de leche o una libra de arroz.
 
Y, sobre el IVA, la fórmula que se recomienda actualmente, es fijar tarifas más caras sobre los productos suntuarios, de manera que compensen un IVA cero en los productos básicos de la canasta familiar…
 
Todo el mundo admite que la reforma tributaria aprobada en los últimos días del 2014 es un parche transitorio en el neumático, mientras se llega a una reforma tributaria “estructural” como la demandan los mismos empresarios que dieron su visto bueno al parche, por asuntos de cuadre presupuestal en este 2015.
 
Hace poco pasó por aquí el director del Departamento de Economía de la OCDE (el club de los ricos), Álvaro Pereira, hablando de lo mismo; de una reforma tributaria estructural pero, a diferencia de echar mano del IVA en primera instancia, su propuesta radica principalmente en el cierre de la evasión y elusión y, en la eliminación de ese cúmulo de exenciones tributarias que se ha ido formando en protección de los más privilegiados, y dijo textualmente que elevar el IVA de manera generalizada (…) “favorece a los hogares ricos, que son los mayores consumidores”.
 
Pues, no, esto no preocupa a ANIF que al dar a conocer su estudio lo basa en una elevación del IVA del 16 al 18%.
 
Hasta en el país del capitalismo por excelencia, el presidente Obama ha propuesto un presupuesto para la próxima vigencia fiscal pidiendo al Congreso que aumente los “impuestos a personas adineradas y corporaciones privadas, y, de contera, propone un recorte de impuestos a la clase media y las familias más pobres. Y en Croacia, para que se vea que es en todas partes, el gobierno ha condonado las deudas de las familias más pobres con el fin de desbloquear las cuentas bancarias de al menos 300.000 ciudadanos.
 
En Colombia, para hacer el parangón, el presidente Santos se ha abstenido ladinamente de sancionar la ley 1731, aprobada hace 7 meses, que contempla la condonación de deudas a los agricultores y adopta medidas en materia de financiamiento para la reactivación del sector agropecuario, pesquero, acuícola, forestal y agroindustrial, ley que significó desmontar en vísperas de su reelección ese “tal paro agrario” que no vio sino hasta que le explotó en la cara.
 
Los gremios económicos y el gobierno colombiano, neoliberales por excelencia, siguen montados en el cuento del crecimiento económico, sin desarrollo social, como la carta triunfadora de la política macroeconómica, y de ello se ufana en sus constantes giras al exterior, a donde sale “a botar corriente” en presencia del séquito de periodistas que le acompaña en la fabricación de un irreal país de maravillas.

Fin de folio: Se abisma uno del cinismo de ANIF, la improvidencia de Santos y el aguante de la gente…

 

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