Ante intenciones de Peñalosa de utilizar métodos arbitrarios para desalojo de vendedores informales en Bogotá, Polo apoya jornadas de movilización

Las vendedoras y vendedores informales son el reflejo del modelo económico que se aplica en el País y por esta razón debe reconocérseles su derecho al trabajo.  La crisis del campo, la desindustrialización y la imposición de medidas provenientes de los TLC’, los órganos internacionales de comercio y la presión del sector financiero ha generado un panorama desalentador y de desplazamiento de los campesinos hacia las grandes Ciudades.

El contexto del aumento de la informalidad en el país está relacionado con la venta de las empresas publicas más rentables de la Nación, como ISAGEN y la intención de hacer lo mismo con la ETB, el aumento paupérrimo del salario MLMV en un 7,0 %, la propuesta de reforma tributaria para gravar con el 19 % la mayoría de productos de la canasta básica familiar y el decrecimiento de la industria en los últimos 3 años en un 4,0 %.

Además del panorama en Bogotá, donde el desempleo es del 8,6 %, el 44,3 % de los trabajadores están en la informalidad y de ellos unos 150.000 somos vendedores ambulantes. El aumento de los pasajes de Transmilenio y el SITP en un 11 % y 13% respectivamente y la existencia de una serie de normas que perjudican la estabilidad laboral y la generación de empleo.

La política en Colombia del espacio público está directamente relacionada con la estrategia de construir Ciudades amables de la visión Colombia 2019 que fue consignada en el documento CONPES 3718 del 31 de Enero de 2012 y el plan Nacional de Desarrollo del presidente  Juan Manuel Santos, en el cual se disponen acciones para apoyar a las entidades territoriales en el fortalecimiento de la capacidad institucional  y administrativa para planeación, gestión y sostenibilidad del espacio público, de esta manera apareció la política privatizadora de “aprovechamiento económico del espacio público” con el cual han puesto a competir a los ciudadanos y vendedores informales con los monopolios por la ocupación de las calles.

Los pronunciamientos públicos del alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa y la puesta en marcha de su programa de gobierno reflejan sus intenciones de utilizar los métodos más arbitrarios para el desalojo de los vendedores informales. Para la persecución y el trato a los vendedores informales como delincuentes ha anunciado la creación de una Comisión de Policía Especializada en Espacio Público y un plan de choque definido en la cumbre sobre seguridad con el presidente Santos en la ciudad.

El Alcalde ha señalado que el espacio público es la cara de la ciudad y que se ve afectada con la presencia de vendedores informales, al invadir el espacio de los ciudadanos, desconociendo que ellos también son ciudadanos.

La realidad demuestra que después de 25 años de neoliberalismo nuestra ciudad padece una crisis económica y social, y por eso la Dirección Distrital del Polo Democrático Alternativo en consecuencia con su ideario de unidad, rechaza de manera enfática los operativos de desalojo que se han desarrollado en contra de las    vendedoras y vendedores informales de la ciudad, respaldamos las jornadas de movilización  y  apoyamos de manera irrestricta sus exigencias de que cesen  los operativos y se establezca inmediatamente una mesa de concertación entre el Gobierno del distrito y los voceros de los trabajadores informales, exigimos pleno respeto al derecho al trabajo y al mínimo vital del que dependen centenares de familias.

COMITÉ EJECUTIVO DISTRITAL POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO

NELSON LINARES Z.                                            
Presidente        

DONALDO CASADO N.                                                         
Secretario General