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Nacional

El “Electrinegociado”

Por José Arlex Arias Arias  
 
Para los neoliberales, “la lógica del mercado” redundaría en grandes beneficios para la población, por lo cual las multinacionales serían el Robín Hood de la globalización, que les traería regalos de bienestar, y por lo tanto, el papel del Estado quedaría sin razón de ser. Esta ha sido la discusión en las dos y media últimas décadas. Impuesto el neoliberalismo –en muchas naciones y sectores, a sangre y fuego–, hoy recogemos sus consecuencias y podemos cotejar con las cifras que mientras se desprotegió a esa población, se le entregó a las multinacionales todo tipo de gabelas como garantías a los inversionistas, concentrando la riqueza y “despatrimonializando” a los países.

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Por José Arlex Arias Arias  
 
Para los neoliberales, “la lógica del mercado” redundaría en grandes beneficios para la población, por lo cual las multinacionales serían el Robín Hood de la globalización, que les traería regalos de bienestar, y por lo tanto, el papel del Estado quedaría sin razón de ser. Esta ha sido la discusión en las dos y media últimas décadas. Impuesto el neoliberalismo –en muchas naciones y sectores, a sangre y fuego–, hoy recogemos sus consecuencias y podemos cotejar con las cifras que mientras se desprotegió a esa población, se le entregó a las multinacionales todo tipo de gabelas como garantías a los inversionistas, concentrando la riqueza y “despatrimonializando” a los países.

En los servicios públicos, los gobiernos neoliberales que ha tenido Colombia, ininterrumpidos desde 1989 con el Acuerdo de Washington, implementaron su lógica del mercado con la libre competencia; así le arrebataron el monopolio al Estado para trasladárselo a las multinacionales. Era clientelista y corrupta la red pública hospitalaria, pero ahora es “muy bueno” el monopolio de las EPS que producen los miles de “paseos de la muerte”; eran corruptas, clientelistas y burocráticas las empresas de servicios públicos del Estado pero ahora son “muy buenas” las privadas, que aumentan las tarifas cuando les da la gana y su servicio es tan malo o peor. Lo que realmente buscaron fue apoderarse de ese patrimonio social, convirtiéndolo en filón de oro privado, pues algunas empresas de servicio público estatal, como la de Medellín, producen cerca de un billón de pesos de utilidades cada año.
 
Privatizaron casi todo el sector eléctrico cuidándose que los recursos para las empresas salieran del bolsillo de los contribuyentes o del presupuesto –también proviene de ellos–; es decir, sus empresas privadas las financiamos los colombianos. Así sucede con las concesiones, que para disimular, las bautizaron como Alianzas Públicas Privadas. En los recibos de los servicios públicos aparecen los costos fijos, que nos toca pagar obligatoriamente; en la salud, las cuotas moderadoras y copagos, además del 12.5% del salario, y en concesiones viales, asumir determinada cantidad de peajes, pasen o no los vehículos. Estos negociantes, antes de tener un ejército de trabajadores para prestar un buen servicio, contratan un batallón de abogados para demandar al Estado y defenderse de los reclamos de los usuarios.
 
En la energía eléctrica, además del costo fijo, desde hace nueve años nos cobran el de confiabilidad, que muchos han aforado en 900 millones de dólares anuales y otros en un total de $15 billones. Esta cuantía se la hemos regalado a las multinacionales; sin embargo, con el argumento del fenómeno del Niño, el gobierno de Santos autoriza un aumento en las tarifas para cubrir sus supuestas pérdidas por falta de previsión y aumento de precios de comercialización. A los caribeños, la trasnacional Gas Natural Fenosa ya nos había anunciado un alza del 7.53% a partir de este 1 de noviembre. Se suma a un aumento del 10.9% de junio de 2014, y a otro del 13.2% en mayo de 2015 por Resolución CREG 036, con lo cual las alzas en dos años son un extorsivo 31.63%. ¡La lógica del mercado arruina a la población y llena el bolsillo de la multinacional!
 
arlexariasarias@yahoo.com
 
Cartagena de Indias.

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