El gobernador del “tilín tilín” – Primera parte

Jorge Gómez Diputado Polo Antioquia, Medellín, octubre 8 de 2016

El Gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez hizo una rendición de cuentas cuando completó los primeros 100 días de mandato. En aquel momento expresé públicamente que 3 meses largos son insuficientes para evaluar ejecutorias de un mandatario. Es un lapso que puede marcar tendencia, permitir proyecciones, aunque exiguo para hacer balances concluyentes. El pasado sábado se cumplieron 9 meses de mandato y a gran velocidad se aproxima el año de haber derrotado en las elecciones a los candidatos del Uribismo y del “más educado”.

Con una cuarta parte del mandato cumplido es posible proyectar un balance de las ejecutorias del gobernante antioqueño, por lo que me di a la tarea de revisar los anuncios hechos de su propia boca y confrontarlos con las acciones. Éstos fueron los hallazgos:

El primer anuncio al conocer los resultados electorales que lo dieron como ganador y le permitieron ocupar titulares de prensa, atraer cámaras, reflectores y micrófonos, fue la de iniciar una vigorosa acción para lograr unas vías seguras en nuestro departamento, propuesta que incluía la creación de una nueva Secretaría, la de Seguridad Vial. El ruido se fue desvaneciendo y ya muy pocos se acuerdan de esa promesa y desde luego el doctor Pérez no ha vuelto a decir “ni mu” del asunto.

En esa misma declaración, anunció una “reestructuración a fondo de los entes descentralizados del Departamento: FLA, BENEDAN, IDEA”. ¿Alguien sabe de algún movimiento en ese sentido? En la Asamblea Departamental, por lo menos, se desconoce un proyecto de ordenanza en ese sentido. Tras los titulares producidos el día después -28 de octubre de 2015-, ningún medio de comunicación ha vuelto a mencionar ese tema.

Una vez posesionado desató un agitado debate en torno al contrato celebrado por la administración anterior para la construcción del túnel del Toyo en la vía a Urabá. Vale la pena recordar que este contrato fue diseñado bajo la figura de obra pública, con recursos del Departamento de Antioquia, el Municipio de Medellín y la Nación. El propósito fue permitir el cierre financiero de las concesiones privadas Mar 1 y Mar 2, en una cuestionable operación que entrega la responsabilidad de las vías no rentables al Estado, mientras permite la obtención de rentas parasitarias al capital financiero entregándole en concesión los proyectos viales de alto tráfico o bajo costo, es decir rentables.

El doctor Pérez y sus asesores denunciaron, con sobrada razón, que el contrato estaba lleno de ilegalidades, que se había hecho sin diseños definitivos para un túnel en una zona de alta inestabilidad geológica, sin presupuesto para adquisición de predios, sin licencia ambiental y, tal vez lo más grave, el contrato no concluía con la terminación de la obra, sino al momento de acabarse el presupuesto.

Durante cerca de tres meses el asunto protagonizó las agendas en los medios regionales, e incluso en los noticieros de cubrimiento nacional. No voy a entrar en detalles de todos los ires y venires, los dires y diretes que rodearon el sainete. Solo menciono el epílogo: el contrato hoy es exactamente el mismo que firmó de manera “absolutamente preciosa” el exgobernador Fajardo. No se le modificó una coma. El contrato se reinició con un lánguido otrosí, con el único cambio de definir la forma de la facturación y hacer una declaración abstracta en el sentido de que, si se acaba la plata, el faltante lo pondrán los 3 dueños del proyecto -Nación, Departamento de Antioquia y Municipio de Medellín-Hay que precisar que esta declaración es abstracta porque en ninguna parte del documento dice en qué proporción concurrirán con los dineros faltantes. ¡El verdadero parto de los montes!

Otros de los anuncios puestos en titulares tienen que ver con la imposición de multas a quienes consuman estupefacientes en lugares públicos; el toque de queda nocturno en todo el Departamento para menores de edad; los “gigantescos” operativos contra las clínicas de estética de garaje; las “exhaustivas” investigaciones para las cadenas de Wathsapp que promovieron un paro armado orientado por una banda criminal a principios de abril. ¿Alguien sabe algo de todas esas que fueron “novedades” cuando se publicaron?

Hoy asistimos a otra de los divorcios entre el decir y el hacer, característico del doctor Pérez. Se aprobó en el Senado, con la complicidad de la mayor parte de los gobernadores y de la bancada de la Unidad Nacional, la Ley de licores que le quiebra la columna vertebral al monopolio rentístico de los licores en cabeza de los departamentos por mandato constitucional. Esta Ley se aprobó en beneficio de las multinacionales Pernod Ricard y Diageo y su propósito es cambiar producción y trabajo nacionales por extranjeros.

El doctor Pérez, según se lo dijo al sindicato el Gerente de la Fábrica de Licores, estaba dispuesto a “hacer huelga de hambre si era necesario” para frenar el proyecto. Pues nos quedó debiendo la tal huelga de hambre; entre los cómplices del proyecto se cuenta el propio Gobernador, a quien le parecieron muy convenientes dos o tres adornitos que le introdujo al proyecto de Ley el Ministro Cárdenas, sin cambiar su esencia y unos cuantos pesos más de impuestos que jamás reemplazarán las utilidades que dejará de generar la FLA. ¡Y eso que dice pensar en grande!

Por razones de espacio tendré que ocuparme en una segunda entrega de los “proyectos detonantes” incluidos en el Plan de Desarrollo, que lo único que “tronaron” fue titulares de prensa.

Concluyo esta primera entrega señalando que estamos al frente a un verdadero campeón del “mucho tilín-tilín y nada de paletas”. Si su antecesor condujo una administración dirigida al manejo de medios, este Gobernador va ganando de lejos. Los antioqueños nos vamos fatigando de estos mandatarios pantalleros y manipuladores de la opinión pública. Muy visionarios para entender qué puede ser noticia, sin impactar real y positivamente en la vida de los ciudadanos.