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En las puertas de la OTAN

Por Hernán Camacho / Semanario Voz  

La iniciativa legislativa con la que se pretende aprobar un Acuerdo de Cooperación entre Colombia y la OTAN hizo doble carrera en el Congreso. Había sido desechada en el Senado pero tiene vida en Cámara.

Hace apenas dos meses, cuando el país recibía la visita del vicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden y se preguntaban las páginas editoriales de VOZ a qué venía al país, se conocía la negativa del Senado de la República de Colombia a aprobar el proyecto de ley mediante el cual se ratificaba el Acuerdo

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Por Hernán Camacho / Semanario Voz  

La iniciativa legislativa con la que se pretende aprobar un Acuerdo de Cooperación entre Colombia y la OTAN hizo doble carrera en el Congreso. Había sido desechada en el Senado pero tiene vida en Cámara.

Hace apenas dos meses, cuando el país recibía la visita del vicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden y se preguntaban las páginas editoriales de VOZ a qué venía al país, se conocía la negativa del Senado de la República de Colombia a aprobar el proyecto de ley mediante el cual se ratificaba el Acuerdo

de Cooperación y Seguridad de la Información firmado por Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas en el año 2013. En ese momento, críticos y observadores internacionales celebraban que Colombia no hiciera parte de la organización militar más poderosa del mundo, responsable de agitar conflictos por el planeta.

Por debajo de la mesa

Pero la iniciativa se resistía a morir y era tramitado el articulado a la par en la Cámara de Representantes, el cual está a una votación de convertirse en ley. El ponente de la iniciativa, el conservador Telésforo Pedraza, hizo todo lo posible para que el proyecto de ley número 168 de 2013, cuyo contenido es de apenas 14 artículos, transitara sin aprietos tres debates.

En su último debate, el proyecto de ley fue acompañado por el Ministerio de la Defensa y recibió el apoyo sin objeciones de la bancada de la Unidad Nacional y el Uribe Centro Democrático. Por su parte el Polo Democrático y miembros de la bancada del Partido Verde se opusieron a la iniciativa y manifestaron que su aprobación sería un golpe a la paz y las relaciones internacionales del país con gobiernos vecinos agrupados en Unasur, quienes han dicho públicamente que rechazan la inclusión de Colombia a la OTAN.

Aunque el jefe de la cartera de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha preferido mantenerse a distancia en todo el trámite legislativo, voceros del ministerio anunciaron que el Acuerdo de Cooperación e Información tiene por objetivo fortalecer la cooperación con organismos multilaterales y otras naciones, en la perspectiva de buscar mayor efectividad en la lucha contra el crimen transnacional.

“De tiempo atrás el Gobierno de Colombia a través del Ministerio de Defensa viene adelantando acercamientos, entre otras organizaciones, con la OTAN, conformada por 28 de las democracias más respetadas del planeta, para buscar mecanismos de cooperación que permitan ofrecer el conocimiento de Colombia en materia de seguridad, así como obtener experiencias internacionales para elevar los estándares profesionales y operacionales de la Fuerza Pública colombiana en asuntos como misiones humanitarias, misiones de paz, derechos humanos, justicia militar, entre otros temas”, comunicó a la prensa el Ministerio.

Inconveniencia política

“¿Cuál es el afán de meter a este país en un problema que no le compete? Volvernos objetivo militar de los problemas en Medio Oriente, en el norte de Europa. Nosotros no ganamos nada. Nosotros nos convertimos en un centro de acopio de información e inteligencia al servicio de los Estados Unidos y la OTAN, no me vengan a disfrazar de cooperación una intervención en conflictos internacionales”, explicó en plenaria el vocero de la bancada del Polo Democrático, Germán Navas Talero.

El interés de los Estados Unidos es convertir el país en una médula de acopio de inteligencia y el más novedoso centro de espionaje continental. Para ello el eje del proyecto de ley se funda en sus dos primeros artículos: Proteger y salvaguardar la información, hacer todo lo que esté a su alcance por garantizar que la información clasificada mantenga la reserva de seguridad establecida de acuerdo con los estándares comunes acordados, y no divulgar la información y material a terceros sin el consentimiento de los estados partes.

Al respecto, el congresista Germán Navas Talero replicó: “No nos vengan a decir que es para capacitar la inteligencia. Porque yo quisiera que nos expliquen por qué el espionaje al presidente Juan Manuel Santos se hizo desde lugares a los que el Ministerio de Defensa tenía acceso”. La inteligencia se salió de las manos al gobierno, no es un secreto que está al servicio de intereses políticos como sucedió con los escándalos recientes de chuzadas a los delegados del gobierno nacional en la negociación de La Habana o los expedientes de persecución política orquestados desde el DAS contra la oposición, periodistas y magistrados de las altas cortes.

Desintegración continental

Pero la preocupación de posicionar a Colombia como un país plataforma para hostilidades regionales en el continente es también de los gobiernos vecinos que han sido presa de los feroces ataques de Estados Unidos. El presidente Nicolás Maduro, desde hace un año, advirtió la amenaza que contra su país hay por los planes de desestabilización orquestados desde la extrema derecha colombiana y ahora con el apoyo de un aparato militar como la OTAN.

Las consecuencias pueden ser nefastas para esa democracia: “En nombre de toda Venezuela denuncio los planes guerreristas de la OTAN que quieren traer para América del Sur y América Latina. Tenemos que reaccionar desde Unasur y Celac ante estos ataques y el Gobierno de Colombia y su pueblo tienen que reflexionar sobre esto”, señaló Maduro. Unasur ha reiterado que quiere construir una doctrina de paz opuesta totalmente a las estrategias militares de intervención utilizadas por Washington en el mundo, y abrirle la puerta a la OTAN desde Colombia golpearía profundamente la integración del continente. La bancada Verde y del Polo llamaron la atención que la ministra de Relaciones Exteriores, Ángela Holguín, no asistiera al debate.

Ninguna misión de paz

El representante a la Cámara por la colectividad polista Alirio Uribe Muñoz indicó que la OTAN es un peligro para el mundo y está demostrado con cada una de las aventuras militares en las que ha participado.

“La OTAN ha cometido crímenes internacionales como los que vemos hoy en Palestina, ¿por qué tenemos que aliarnos y apoyar guerras ajenas? La OTAN hizo intervenciones militares en Kosovo, Irak, Libia, sin permiso de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Viven de la guerra. Un Congreso denominado de paz apoyando y votando acuerdos de guerra, ¿por qué tenemos que apoyar guerras ajenas y de invasores? Tenemos que decir no a la OTAN”, le dijo a VOZ Uribe, quien además rechazó la actitud de los delegados del Ministerio de la Defensa por ignorar las observaciones de la oposición hechas al proyecto.

En definitiva el acuerdo de cooperación e intercambio de información con la OTAN le entrega, de hecho, a Colombia la membresía como Estado parte. Un golpe a la paz que obligaría a repensar la actitud del gobierno nacional en finalizar el conflicto y en rectificar su relación con los gobiernos progresistas del continente. Desde el Polo Democrático se dijo que se acompañaba a Santos en temas de paz, “pero no lo acompañamos para participar en un conflicto internacional”, subrayó Navas Talero. Ya se sabe a qué vino Joe Biden, a Colombia: no dejar hundir el Acuerdo.

Semanario Voz, Bogotá.

 

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