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Es imperativo que los precios de la energía bajen en Colombia

Por Diego Otero Prada  

Colombia es el único país del mundo que no ha sentido alivio en el precio de los combustibles, como la gasolina, el diesel oil, el GLP, el gas natural y  la energía eléctrica. Nuestros economistas neoliberales son unos verdaderos extremistas que por apegarse a sus ideologías están perjudicando al país y a sus habitantes.

Veamos un ejemplo muy claro. En Estados Unidos el día 26 de enero de 2015 el precio de la gasolina regular estaba en un promedio de dos dólares el galón, equivalente a 4774 pesos  (con un dólar de 2387 pesos el 27 de enero de 2015), mientras que en Bogotá cuesta 8402 pesos  en enero 2015. Una diferencia de 3628 pesos impresionante e inexplicable.

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Por Diego Otero Prada  

Colombia es el único país del mundo que no ha sentido alivio en el precio de los combustibles, como la gasolina, el diesel oil, el GLP, el gas natural y  la energía eléctrica. Nuestros economistas neoliberales son unos verdaderos extremistas que por apegarse a sus ideologías están perjudicando al país y a sus habitantes.

Veamos un ejemplo muy claro. En Estados Unidos el día 26 de enero de 2015 el precio de la gasolina regular estaba en un promedio de dos dólares el galón, equivalente a 4774 pesos  (con un dólar de 2387 pesos el 27 de enero de 2015), mientras que en Bogotá cuesta 8402 pesos  en enero 2015. Una diferencia de 3628 pesos impresionante e inexplicable.

El problema está en el diseño de la fórmula de precios

¿Por qué ocurre esto?  ¿En el caso de los combustibles es simplemente un asunto de impuestos, como se dice? En las fórmulas que utiliza el gobierno para establecer los precios y en su  sustento teórico se encuentra la explicación.

En primer lugar, los precios de los energéticos, excepto los de la energía eléctrica, están dolarizados. En segundo lugar, utilizan el concepto de costo de oportunidad, es decir, que parten de precios internacionales, en lugar de costos internos promedio, como si el país  estuviera importando o exportando. Entonces se dice que los  productores de los energéticos deben recibir una remuneración igual a  la de los precios de exportación porque  esta es la alternativa a la de  venderlos en el mercado interno. En otras  palabras, ECOPETROL, si no recibe el precio internacional de la gasolina podría más bien exportarlo.  Algo completamente descabellado, por supuesto, porque en un país serio prima está el abastecimiento interno. Si los combustibles los importáramos,  en esta situación la política correcta es cobrar por lo  que nos cuesta.

Entonces, tenemos dos problemas: la dolarización de los precios y el concepto del costo de oportunidad. Aunque hoy el precio del barril de petróleo ha caído de 100 dólares en octubre a -45-50 dólares en enero, un 50%, el precio de la gasolina o el diesel al consumidor final no ha disminuido en esta proporción, en parte compensada esta disminución  porque a su vez el dólar se ha devaluado, de 1900 pesos a 2400 pesos,  o sea, un 26,3%. Pero la reducción en el precio ha sido ridícula, unos 100 pesos solamente.

Por lo tanto, hay que romper el nudo gordiano. Aislar los precios  internos en su formulación del valor en dólares, es decir,  expresar las fórmulas en  pesos. En segundo lugar, olvidarse  del costo de oportunidad y trabajar con costos promedios para el precio al productor y reconocerle una rentabilidad alta, que puede llegar hasta el 100%

Estructura del precio de la gasolina regular en Bogotá

A 15 de enero, la distribución del precio der la gasolina corriente en Bogotá se muestra en la Tabla  1.

Tabla 1. Estructura del precio de la gasolina regular en Bogotá-enero de 2015

CONCEPTO

VALOR

PARTICIPACIÓN

INGRESO AL PRODUCTOR

4794,04

57,06 %

IMPUESTOS

2176,89

25,91

MÁRGENES

904,40

10,76

TRANSPORTE

416,97

4,97

OTROS

109,30

1,30

TOTAL

8401,60

100,0

Fuente: UMPE (27 de enero de 2015). Estadísticas de precios de los combustibles.

Analizando esta estructura del precio de la gasolina regular en Bogotá, se observa que el ingreso al productor representa el 57,06% del precio final. Siguen los impuestos con el 25,91%, los márgenes para los mayoristas y los minoristas el 10,76%, el costo de transporte 4,97% y otros conceptos 1,30%. En definitiva el precio al usuario final está determinado  por el ingreso al productos y no por los impuestos.

El ingreso al productor está por encima del costo de oportunidad

El ingreso al productor, en este caso se trata de ECOPETROL,  que es la empresa encargada de procesar el crudo y producir combustibles, es de 4794,04 pesos por galón que vende en refinería. Es decir,  un poco más que la venta al consumidor final en los Estados Unidos que es 4774 pesos el galón, y valor superior al precio en refinería en ese país, algo sin sentido. A costos de producción internos en Colombia, un galón de gasolina no cuesta más de 1420 pesos, de ahí que como se dijo atrás, si le aceptamos una rentabilidad de 100% a ECOPETROL, su ingreso sería de 2840 pesos el galón, que sería 1954,04 pesos por galón menos  con respecto a lo que hoy recibe, que representaría un real  beneficio para el usuario colombiano, y la gasolina podría bajar a 6447,56 pesos el galón. Y aún así, quedamos por encima del precio en Estados Unidos.

Pero hay algo extraño, si el precio del barril de petróleo es de 50 dólares, con márgenes de refinación de 5%, el galón de gasolina en refinería vale 1,25 dólares, equivalente a 2983,75 pesos, con lo cual no se entiende por qué el ingreso para ECOPETROL  es de 4794,04 pesos, o sea 2,00839 dólares.

Estamos regalando a ECOPETROL  1810,28 pesos por galón
En conclusión se está engañando a los colombianos. Aun aceptando el concepto de costo de oportunidad, esta idea no se cumple porque se le está dando al productor un premio, en lugar de 1,25 dólares el galón que sería el costo de oportunidad,, se le está dando 2,00839 dólares, un regalo de 0,75 dólares, o 1810,28 pesos, siguiendo la lógica de los neoliberales. Es decir, el precio de la gasolina  debería ser en enero de 6591,32 pesos. Un verdadero atraco para los colombianos por donde quiera que se mire. Esto no puede permitirse, debe dársele solución. Hay que cambiar los parámetros de la fórmula aprobada en 2011, que limitaron los aumentos o disminuciones en el ingreso al productor a menos de 3,0 % por mes. Fue una improvisación y falta de conocimiento del mercado petrolero porque partió el gobierno de Santos bajo la idea que no  habría  bajas bruscas en el precio internacional del petróleo, una verdadera falta de conocimiento de la historia mundial del petróleo.

Tenemos una política de precios como si fuéramos importadores de energía

En el capitalismo competitivo actual  hay que producir con alta  productividad, utilizando de la mejor manera la combinación de trabajo, capital y recursos naturales. Colombia es suficiente en recursos energéticos pero no sirve para nada porque los cobramos a precios internacionales como si fuéramos importadores, y hoy peor porque estamos muy por encima de los precios internacionales. Todos los países autosuficientes en energía, por ejemplo en petróleo, tienen precios de los combustibles muy por debajo de los de Colombia. Es que ni siquiera la discusión  es si se cobra el costo de oportunidad, porque hoy estamos muy por encima de este. ¿Entonces, neoliberales, Ministro de Hacienda, Presidente, donde estamos? ¿Qué teoría estamos aplicando? Que no la expliquen porque como están las cosas no entendemos

Pero la discusión económica no convence a nuestros neoliberales. La única manera es derrotarlos políticamente  y con movilizaciones masivas. Si los derrotamos le haremos  un gran favor al país

Precios bajos de los energéticos favorece el crecimiento económico y el bienestar

Precios más bajos favorece el consumo de los hogares, reduce los costos de transporte y de producción  de bienes y servicios. Por supuesto, va disminuir las utilidades de ECOPETROL, pero es el costo que debe pagar la empresa para el beneficio general. Aquí están muy claro que lo que favorece a General Motors no favorece al pueblo.

En cuanto al gobierno,  para que no pierda ingresos, se puede diseñar la fórmula para que el valor de estos se mantenga. Pero bajos precios de los energéticos disminuyen la inflación y favorecen  la economía y por este efecto  se incrementan los impuestos para el gobierno.

Urgente que todos los ciudadanos, organizaciones sociales y políticos se movilicen para exigir un cambio en la política de precios de los energéticos.

 

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