Conecta con nosotros

Nacional

Escenas tenebrosas

Por José Arlex Arias Arias  

Colombia tiene algunos paisajes que son paraísos terrenales, distinguidos por su compaginación con la naturaleza y la belleza exótica, que transmiten serenidad y mucha tranquilidad. Hasta la década de los ochenta del siglo pasado, Manzanillo del Mar era uno de esos lugares accesibles para cualquier

Publicado

en

Por José Arlex Arias Arias  

Colombia tiene algunos paisajes que son paraísos terrenales, distinguidos por su compaginación con la naturaleza y la belleza exótica, que transmiten serenidad y mucha tranquilidad. Hasta la década de los ochenta del siglo pasado, Manzanillo del Mar era uno de esos lugares accesibles para cualquier

parroquiano; ubicado a solo quince minutos del Centro Histórico de Cartagena, por la ahora nueva Vía al Mar que conduce de Cartagena a Barranquilla, Manzanillo transmitía esa paz a los amantes de la naturaleza. Ahora, debido al desarrollo de la Zona Norte, ese caserío de 2.000 habitantes, en su mayoría pescadores y artesanos que vendían en sus playas turísticas, se encuentra cada vez más rodeado de hoteles y conjuntos residenciales de estratos fuera de categoría. Sienten que los asfixian y perdieron su sustento.

La tranquilidad del villorrio se rompió de un momento a otro. El pasado 12 de julio, los habitantes se encontraron con un perro que jugaba con la extremidad superior de una persona. El sabueso lo desenterró de la parte de atrás de un bohío ubicado muy cerca a la estación de policía, en una zona enmontada del corregimiento. El día anterior –viernes–, Kelly Zapateiro, una agraciada joven de 27 años y con ocho meses de gravidez, había salido de su casa en el barrio Los Libertadores en Cartagena. Los vecinos la vieron partir con su amiga Josefa Cardona, portando unos documentos parecidos a historias clínicas, por lo que se supone que iría a algún control médico. Pero al finalizar el día, Kelly no regresa a la casa, causando desazón en su señora madre, quien denuncia su desaparición.

Ese día, dos personas llevaron un neonato a la clínica de Maternidad Rafael Calvo para que le prestaran primeros auxilios porque había sido parido en la calle por Josefa, quien luego apareció en el centro asistencial corroborando esta versión. Dicen que Josefa tiene relaciones sentimentales con un policía que labora en la estación de Manzanillo del Mar. Mientras tanto, desesperados, los familiares de Kelly seguían en su búsqueda. La policía y la fiscalía envían el brazo hallado a medicina legal, que comprueba que el mismo pertenece a Kelly; simultáneamente, se hallan más huesos y partes de un cuerpo humano descuartizado, calcinado, que se encuentran en pruebas de identidad. A Josefa le practicaron exámenes y nunca ha estado embarazada, al neonato le están haciendo las pruebas de ADN, Josefa fue detenida y el policía es trasladado del cargo pero está huyendo. Los habitantes de Manzanillo del Mar no comprenden hasta dónde llegan las mentes torcidas y piden que no los estigmaticen.

Ese remanso de paz que fue Cartagena se ha transformado. Era la más tranquila de Colombia, pero en este mes: un hijo asesinó a su padre porque no le aceptó en su casa a su novia; en una borrachera que finalizó en una riña, un tío mató a puñaladas a su sobrino; y en una reyerta de celos, una mujer agarró a su conyugue a machetazos y lo asesinó. Son cuatro casos terroríficos con los que se supera el realismo mágico de Macondo y que podrían ser guiones al novelista Truman Capote o Alfred Joseph Hitchcock, pionero de técnicas cinematográficas del suspense y el thriller psicológico. ¿Las autoridades civiles de Cartagena? ¡Bien, entregando en concesión las plazas!

arlexariasarias@yahoo.com

Cartagena, 21 de julio de 2014.

Continúe leyendo
Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *