¡Este domingo, la alternativa para Bogotá es Clara!

Este 25 de octubre nos jugamos no solo el desarrollo futuro de Bogotá sino el derecho inalienable a adecuar la ciudad a nuestros deseos de reproducir la vida urbana como ejercicio de garantía de los derechos fundamentales y posibilidad de Buen Vivir. La entusiasta campaña por la Alcaldía de Bogotá de nuestra candidata Clara López Obregón ha estado signada por un mensaje de esperanza para consolidar la ciudad inclusiva y participativa que todos los bogotanos anhelan.

Esta sólida propuesta programática por una ciudad libre y justa ha posibilitó la concreción de una amplia convergencia de sectores democráticos dispuestos a jugarse por el derecho de continuar defendiendo y profundizando los intereses colectivos.

Los diversos sectores políticos y sociales que han confluido en esta campaña victoriosa han rodeado la candidatura de Clara López en la seguridad de que su elección como alcaldesa constituye un voto de confianza por un futuro con dignidad, sustentado en un modelo de ciudad para una Bogotá que le apuesta a superar las desigualdades mediante la concreción de un plan de ordenamiento territorial basado en la defensa del medio ambiente y la adaptación al cambio climático, la movilidad sostenible, la inclusión social,  el conocimiento y la cultura, la seguridad, la transparencia administrativa y la defensa de lo público.

Por ello la elección de Clara López como alcaldesa de Bogotá este 25 de octubre  significa avanzar y profundizar sustancialmente en estas políticas de hondo calado social, atender los requerimientos de las nuevas necesidades urbanas y ciudadanas, generando las condiciones para garantizar que, efectivamente, nuestra capital sea la ciudad de oportunidades y epicentro de la paz y el posacuerdo, una vez concluyan las negociaciones en La Habana.

Bogotá no puede retroceder respecto de las conquistas sociales alcanzadas. La victoria electoral de Clara López es garantía suficiente para evitar retornar a la negra noche de la ciudad neoliberal colombiana que está reducida al paraíso de los negocios inmobiliarios y de la corrupción; al lucro derivado del manejo desregulado de las rentas del suelo y su especulación. En este modelo de ciudad el espacio urbano es un rentable negocio a partir de la especulación desaforada del territorio en todas sus manifestaciones, en donde no interesa la habitabilidad de la ciudad ni la vida de sus ciudadanos, mucho menos si estos son pobres y excluidos del mercado.
¡Con su voto este domingo por Clara López a la Alcaldía y por los candidatos tanto al Concejo como a las JAL de la capital en las listas del Polo Democrático Alternativo, haremos realidad el sueño de vivir en una Bogotá con Derechos y en Paz!