¡Hasta siempre maestro! Un homenaje a Carlos Gaviria

El pasado 4 de mayo se realizó un sentido homenaje al maestro y  amigo, quien por encima de todo, buscó siempre resaltar el derecho a la vida a través de su pasión por los valores de la libertad y la democracia.

El homenaje se realizó en la Universidad Autónoma, y contó con la participación de la presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón, el padre Javier Giraldo, la exalcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas, la periodista Ana Cristina Restrepo y de varios académicos y amigos personales de Gaviria.

“La partida de nuestro maestro fue prematura. Nos hace mucha falta, pero sin lugar a dudas sobrevive y perdura, no solamente en nuestra mente, sino por su profundo humanismo en el fondo de nuestras almas y de nuestro corazón”, dijo Clara López Obregón, presidenta del Polo Democrático Alternativo.

La dirigente política también recordó el paso del maestro Gaviria por el PDA: “A mí me tocó ver su desarrollo en el Polo cuando fue nuestro primer presidente, cuando se logró la gran unidad de todos los sectores de la izquierda de Colombia, en ese gran proyecto que buscaba amparar las izquierdas bajo un solo partido, bajo un solo ideal, y quien consolidó esa gran utopía, fue él”.

De la misma manera, López Obregón resaltó el gran ser humano que una vez fue: “En él están centrados los valores y el simbolismo mismo de lo que tiene que ser un dirigente. Preciaba la coherencia por encima de cualquier otro valor, pero la coherencia humanista, de respeto profundo de la dignidad del ser humano que él vertía en todos sus escritos, sentencias y accionar político”.

Por su parte, el defensor de los derechos humanos, padre Javier Giraldo, dijo que  la prematura despedida de Carlos Gaviria, lo llevó a releer las reflexiones de otro gran maestro, que tuvo con él no pocas afinidades en sus principios, ideales y sus trayectorias, el filósofo inglés Bertrand Russell, y que al finalizar el profundo texto de El credo del hombre libre, Russell enfrenta los retos que la muerte proyecta sobre el sentido de la vida. “Es por eso que todos reconocemos que su docencia y su ejercicio del derecho estuvieron marcados por posiciones críticas que siempre relativizaron el derecho y la ley, tratando de supeditarlos a principios éticos y humanísticos”.

Sin embargo, Gaviria no estuvo exento de las críticas. “Él hablaba lo que pensaba y hacía lo que decía, hablando con verdad y con franqueza. Esto le costó ser tildado de amigo de la violencia, porque aquí la intolerancia llega a los extremos de tergiversar absolutamente todo, y pienso que un humanista como Carlos Gaviria debería no haberse sentido aludido, pero sí se le veía en su ceño: el dolor que sentía por ser tan injustamente tratado”, aseguró López Obregón.