Nacional
¿Le interesa saber por qué los TLC arruinaron su vida?
Por Mario Alejandro Valencia
Voy a intentar explicar en 5 párrafos por qué si usted es estudiante, empresarios o trabajador, no importa la actividad que realice, los TLC arruinaron su vida. Y también dar algunas sugerencias para arreglarla.
Probablemente usted ha oído hablar muchas veces de los TLC y poco se ha
Por Mario Alejandro Valencia
Voy a intentar explicar en 5 párrafos por qué si usted es estudiante, empresarios o trabajador, no importa la actividad que realice, los TLC arruinaron su vida. Y también dar algunas sugerencias para arreglarla.
Probablemente usted ha oído hablar muchas veces de los TLC y poco se ha interesado en conocer cómo afectan su vida. Tranquilo, no es su culpa; el Estado ha hecho un trabajo extraordinario para que no lo haga o para que crea que estas tres letras le permiten comprar mercancías más baratas de otros países. ¿Quién se opondría a esto?
Pues bien, los TLC no son esto, o mejor, son mucho más. Si usted es estudiante, debe saber que los TLC que ha suscrito Colombia con EE.UU., Canadá, Europa, México y los que quiere implementar con Japón, China y Corea del Sur, tienen cláusulas que impiden a perpetuidad que Colombia pueda hacer lo mismo que hicieron estos países para desarrollarse. ¿Usted no estaría frustrado si un tratado que negociaron a espaldas suyo, arrebatara la posibilidad de copiar el éxito que permitió que otros prosperaran y tengan una vida mejor? Es como si, no importa que saque 5,0 en todas sus notas, su materia está perdida desde el principio. Así son los TLC.
Si usted es empresario, los TLC lo obligaron a entrar en una competencia con los países más poderosos del planeta. Un lector desprevenido dirá: ¿y qué tiene de malo competir? Desde pequeños nos han enseñado que la competencia forja el carácter y nos hace mejores personas. Claro. Pero las competencias, todas ellas, se realizan por categorías. En la de los TLC, suponiendo una carrera de 100 metros, nuestro competidor ha recibido entrenamiento, está bien alimentado, tiene los zapatos más avanzados y la pista está nivelada. En cambio al competidor colombiano no le dieron entrenamiento, está desnutrido, descalzo, su línea de carrera es un barrizal y le toca empezar 50 metros atrás. Es decir, la posibilidad de ganar es 0,0. Ni siquiera creyendo en Jorge Duque Linares lo logrará.
Si es trabajador, la buena noticia es que ahora podrá comprar alimentos, electrodomésticos, tecnología y vehículos más baratos. La mala noticia es que probablemente su empresa ya quebró o está a punto de hacerlo, por culpa de los TLC. Por lo tanto usted ya está desempleado, en el rebusque o va a estarlo. Seguramente usted, como yo y millones de colombianos, va a los centros comerciales y se lamenta de no poder comprar las mercancías muy baratas, porque el salario solo alcanza para sobrevivir.
El modelo económico actual condenó a 47 millones de colombianos a vivir en uno de los países más desiguales del mundo, donde la pequeña élite que se beneficia de los TLC vive como los ricos de Manhattan y la gran mayoría que paga los costos vive como los pobres de Haití. Sin embargo, hay soluciones: 1. No reelegir a Santos, quien quiere firmar más TLC. 2. Exigirle al próximo presidente que renegocie los TLC suscritos y detenga la firma de nuevos. 3. Hacer lo que hicieron los países desarrollados, sin excepción: proteger, incentivar y estimular su producción agrícola e industrial. Es el único camino posible para hacer de Colombia un país del cual sentirnos orgullosos y con riqueza suficiente para todos, como ocurre en países como Alemania, Noruega o Suecia.
28 de abril de 2014.