¡Qué ignominia la del gobierno colombiano!

Por José Arlex Arias Arias  

Este país colmó su capacidad de asombro. No hay otra forma de describir la serie de hechos insólitos de corrupción, violencia, intolerancia, criminalidad y muerte, segregación, pobreza, miseria, imprevisión, “raponazos” electorales y chuzadas y “hackeos” que ocurren sin que los “cacaos”

que conducen la opinión pública ayuden a reaccionar a esa masa amorfa llamada sociedad. Ellos, en consonancia con el Estado que sostienen, quieren una población que aguante hasta lo impensable. La noticia de lo sucedido en Fundación (Magdalena) es para que toda esta sociedad estuviera levantada señalando las verdaderas causas y haciendo tomar medidas correctivas.

El pasado 18 de mayo el mundo conoció que en Fundación, un bus que transportaba niños quedó envuelto en llamas, dejando como resultado 35 muertos. 18 niñas y 16 niños, entre los 2 y 12 años de edad, y un adulto quedaron calcinados. El caso se registró luego de que los niños salieran de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y abordaran el bus contratado por esa comunidad para transportarlos. El bus transportaba 43 niños de sectores deprimidos. A menos de cuatro cuadras de la iglesia, barrio Altamira, el vehículo se prendió y explotó.  Recuerdan los costeños que el 5 de abril de 2007, en la Troncal del Caribe, entre Santa Marta y Riohacha, otro bus que transportaba pasajeros explotó. Murieron 27 personas y 15 quedaron heridas. 

El presidente Santos –en plan de reelección– solo atinó a decir que “les renovamos a esas familias nuestros sentimientos de dolor y al Ministro de Defensa y al general Palomino, que tomen las disposiciones del caso para que el Gobierno Nacional pueda intervenir, porque esto es una responsabilidad de los municipios”. Por su parte, Luis González León, Director Nacional de Fiscalías Seccionales, anunció que se le imputarán cargos a Jaime Gutiérrez Ospina –conductor de la buseta– y a Manuel Salvador Ibarra Plaza –de la iglesia pentecostal que contrató el transporte, los cuales podrían quedar recluidos hasta 60 años, por homicidio culposo agravado en concurso con homicidio culposo agravado en 35 oportunidades. A los señores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar no se les escuchó decir ni “mu”. Como siempre, el pueblo solidario comenzó a hacer las colectas para las familias de las víctimas y no faltará un “avivato” que se quede con los fondos. El Senado apenas atinó a solidarizarse con un minuto de silencio. Y salió el “demente” regionalista que se mofó escribiendo: “Tan cara que está la gasolina y desperdiciándola en 32 costeños? Tienen huevo” y “#meprendocomoniñoenbus los 32 niños que fueron a darle de comer a calidoso… y a terminar de quemarse en el infierno”.

Este es el país del “capitalismo salvaje”, que ha convertido a la seguridad social y la atención de la niñez en un festín de negociados, profundizando la privatización de sus programas y recortando los presupuestos. Esos niños vivían en una barriada abandonada, como los millones de inocentes que, en condiciones similares, son víctimas de todo tipo de vejámenes y soportan la ignominia de un Gobierno que privilegia el Marco o el recorte del Déficit Fiscal por encima de los derechos fundamentales de la población. 

arlexariasarias@yahoo.com

Cartagena, 26 de mayo de 2014.