Nacional
¿Qué se esperaba de los TLC?
Por Eduardo Sarmiento Palacio
La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) presentó serias objeciones a los acuerdos que han seguido a la firma de la Alianza del Pacífico. En carta abierta denuncia que las determinaciones significan el desmonte de la franja de precios que ha sido el principal mecanismo de protección
Por Eduardo Sarmiento Palacio
La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) presentó serias objeciones a los acuerdos que han seguido a la firma de la Alianza del Pacífico. En carta abierta denuncia que las determinaciones significan el desmonte de la franja de precios que ha sido el principal mecanismo de protección
del sector, acentúa la desgravación del TLC, elimina la protección a los sectores claves y abre la posibilidad de que los acuerdos comerciales sean aprobados por el Gobierno sin pasar por el Congreso.
La Alianza del Pacífico fue concebida como una forma de extender el libre comercio por la puerta de atrás. En el fondo se buscaba los países socios se especialicen en los bienes de ventaja comparativa y adquieran los restantes en el exterior. El esquema es viable para Chile y Perú que tienen una amplia factura de exportaciones. Lo mismo puede decirse de México por la vecindad de Estados Unidos.
La realidad es muy distinta en países como Colombia y Brasil que enfrentan serias limitaciones en los productos de ventaja comparativa. De hecho, tienen que elaborar otros bienes para emplear los recursos disponibles de tierra y mano de obra y balancear las cuentas externas, y ello requiere un marco comercial que concilie el mercado interno y externo. En la ausencia de esa protección quedarían expuestos a cuantiosos e insostenibles déficits en cuenta corriente. Lo cierto es que el país celebró la conformación de la Alianza con un déficit comercial de US $ 7.000 millones con los tres socios.
No menos grave son las repercusiones sobre el TLC. Muchos de los blindajes que se adoptaron para frenar y dilatar las liberaciones, como las desgravaciones graduales y la franja de precios, se verán seriamente resquebrajadas. Los pares de los TLC preferirán adquirir los productos en los países con menores aranceles. Los estímulos y los acuerdos tenderán a acentuar las desventajas del TLC de Colombia y Estados Unidos, que cada vez aparecen más evidentes. En el primer año de ejecución, las exportaciones cayeron 14% y el balance comercial bajo de US $ 7.600 a 2.800 millones. La posición de Colombia en la Alianza del Pacífico y los TLC es similar a la de los países periféricos de Europa. El país solo puede sostener la competencia con una baja de salarios que agravaría la distribución del ingreso.
Las objeciones de la SAC y los gremios se refieren a aspectos que eran previsibles y han debido presentarse antes de la firma de la Alianza del Pacífico. ¿Qué otra cosa se podría esperar? los esfuerzos y los estímulos de sus gestores están comprometidos en desmontar la protección y sacrificar el mercado interno.
Los hechos estas dejando al descubierto las deficiencias de los diagnósticos y los criterios que sirvieron de base para la firma de los tratados. El país quedó inmerso en una competencia internacional adversa. Los TLC lo colocan en clara desventaja por la enorme diferencia de productividad con los socios y la Alianza del Pacífico por la menor demanda por sus productos de ventaja comparativa. El juego de suma negativa le significará al país cuantiosos déficits en cuenta corriente financiados con inversión extrajera y obligaran a grandes devaluaciones.
Las dificultades de la agricultura en los últimos veinte años se originaron en la apertura comercial. La combinación de los TLC y la Alianza del Pacífico es el peor de los mundos para un país que requiere de subsidios y de mercado interno para ampliar la producción agrícola y el empleo. Lo que se plantea es una política comercial que le dé un tratamiento distinto a las exportaciones y al mercado interno y la presencia de una empresa estatal que aumente la productividad y reduzca los costos en forma selectiva.
El Espectador, Bogotá, 16 de marzo de 2014.