¡Ya escogí los candidatos!

Por José Arlex Arias Arias  

El columnista Ramiro Bejarano publicó en El Espectador del pasado 15 de febrero el artículo “Escogiendo candidato”, en el que plantea una serie de recomendaciones sobre por quién votar en las elecciones parlamentarias del próximo 9 de marzo. Esto, alrededor de una tendencia que indica

que no hay por quién votar, lo que conllevaría a la abstención o al voto en blanco. El tema es controvertido por las dimensiones de sus consecuencias para la democracia de un país.

La abstención tiene diversas interpretaciones –que no entraré a juzgar–, entre ellas: quienes lo hacen por principios porque no creen en el sistema democrático; los que no les interesa la política; los que aseguran que “el que escruta, elige”, entonces siempre ganarán los mismos; los que están cansados de la compra y venta del sufragio; los que no pudieron ir a votar; en fin, la lista se puede alargar. En cuanto al voto en blanco, asimilado a una protesta o castigo a candidatos o partidos, termina perjudicando a los que no utilizan la corruptela, los que están respaldados por votantes libres, ya que los candidatos corruptos no dependen de la opinión, ni de principios y valores ni, de programas políticos, sino de los votos amarrados, que están asegurados. Eso pasa con la Unidad Nacional y la reelección de Santos, que tienen atadas las votaciones compradas con los Auxilios Parlamentarios o Cupos Indicativos, los mismos de Uribe Vélez. En síntesis, el abstencionismo y el voto en blanco terminarían prestándose para mantener un modelo económico neoliberal que ha causado grandes estragos al aparato productivo del país y a la población colombiana.

El doctor Bejarano escribió que “Un buen ejercicio para aproximarse a un nombre es preguntarle cómo votó los siguientes proyectos: •Reforma, ley estatutaria y ley ordinaria de la salud. •TLC con EEUU. •Incidente fiscal que afecta la tutela. •Ley que criminaliza la protesta. •Reforma tributaria que rebajó impuestos al gran capital y gravó inmisericordemente a la clase media. •Ley que aprobó la Alianza Pacífico. •Ley de inteligencia que permite espiar conversaciones sin orden judicial e impide el acceso a los documentos por 30 años, prorrogables por otros 15. •Tramposa reforma a la justicia. •Acto legislativo del fuero penal militar. •Defensa jurídica de los militares. •Ley de la infraestructura. •Ley que ordenó expedir pasaportes diplomáticos a los congresistas. •Arancel judicial que encareció el acceso a la justicia. •Ley de acceso ciudadano a los documentos públicos. •Marco jurídico para la paz. Y en nombramientos, sirve establecer si participó afirmativamente en las siguientes designaciones: •Al procurador Alejandro Ordóñez Maldonado. •Reelegir al procurador después de cuatro años de su tenebrosa gestión. •A Sandra Morelli Rico como Contralora General de la República. •A Jorge Armando Otálora como Defensor del Pueblo. •Para elegir a Simón Gaviria jefe del liberalismo y a Roy Barreras presidente del Senado. Un parlamentario que haya aprobado con su voto uno cualquiera de los proyectos o nombramientos anteriores, debería tener problemas con su electorado…”

El senador Jorge Robledo no solo votó en contra de estos actos sino que se ha puesto al frente de los más grandes debates para desentrañar que los mismos hacen parte de la superestructura del Estado neoliberal para  permitir la recolonización de Colombia. Por eso, siguiendo la lógica del doctor Bejarano, votaré por el senador Robledo, cabeza de lista del PDA y por quien respalda para la Cámara, Luis Alberto Mendoza.

arlexariasarias@yahoo.com

Cartagena, 24 de febrero de 2014.