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Nacional

La microeconomía y la macroeconomía de los papeles de Panamá

Por Aurelio Suárez Montoya  

Poner a escampar capitales por fuera le deja graves secuelas al país en el frente fiscal.

Los registros develados por el grupo periodístico ICIJ sobre los archivos del bufete de abogados Mossack Fonseca incorporan a 1.245 ciudadanos colombianos con 1.850 empresas creadas en Panamá. Entre los 233 intermediarios gestores hay 65 bufetes jurídicos y 47 abogados. Se estima además que los gastos de formalización se acercan a 50 millones de dólares y su sostenimiento alcanza al año otra buena suma.

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Por Aurelio Suárez Montoya  

Poner a escampar capitales por fuera le deja graves secuelas al país en el frente fiscal.

Los registros develados por el grupo periodístico ICIJ sobre los archivos del bufete de abogados Mossack Fonseca incorporan a 1.245 ciudadanos colombianos con 1.850 empresas creadas en Panamá. Entre los 233 intermediarios gestores hay 65 bufetes jurídicos y 47 abogados. Se estima además que los gastos de formalización se acercan a 50 millones de dólares y su sostenimiento alcanza al año otra buena suma.

Sobre los nombres conocidos, en la primera fase, aparecieron empresarios, políticos renombrados y parientes cercanos, negociadores de los procesos de terminación de los distintos conflictos armados, como también los mismos abogados intermediarios, exfuncionarios de entidades financieras oficiales y un ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

El caso de Carrasquilla es de los más insólitos e ilustrativos no solo por el alto cargo, sino porque su empresa, Navemby Investments, “es el socio mayoritario de Konfigura Capital S.A., sociedad que funciona como el gestor profesional de dos fondos de capital privado dedicados a la compra de cartera siniestrada”, como lo detalla el portal connectas.org. Navemby fue creada en 2007, al año siguiente de que el gobierno de Uribe eliminara el impuesto del 7 % a los giros de las ganancias de las empresas extranjeras. Un cálculo rápido sobre el beneficio fiscal para todos estos agentes por la supresión de dicho tributo hasta el 2015 se aproxima a 18 billones de pesos, más de lo que vale la reforma tributaria.

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Más tarde, con el archivo panadata.net, aparecieron otros, entre ellos el vicepresidente Germán Vargas Lleras, en Anaco Development, o la actual ministra de Trabajo, Clara López Obregón, especialmente con una firma familiar creada en 1983, cuando las normas cambiarias solo tenían como tubo de escape la ‘ventanilla siniestra’, precisamente creada en el gobierno de López Michelsen, que nunca se cerró. Al final, según Juan Ricardo Ortega, se estima que en el paraíso panameño hay hasta 20.000 millones de dólares y, en el resto de oasis tributarios, cerca de 100.000 millones de dólares.

¿Cuál es la motivación para poner a escampar capitales por fuera? Se entiende que empresas que operan en los mercados externos requieren este instrumento siempre y cuando las pongan a su nombre y den cuenta de todas sus operaciones, sin tapujos, sin refacturación de costos ni maniobras artificiosas, como los ‘precios de transacción’ a los cuales ciertas compañías venden minerales e hidrocarburos a sus filiales allí, para luego revenderlos más altos al comprador final. Pero excepto lo mencionado, es el utilitarismo de la optimización de ganancias individuales, de no compartirlas con el resto de la sociedad, lo que lleva a esconderlas con nombre ficticio y testaferro gestor a bordo, lo cual deja muy agrio sabor a inequidad e ilegalidad.

Y no es ‘colombianada’. Aparecen ciudadanos, la mayoría muy ‘ilustres’, de decenas de países y siempre, detrás de todos, el que lleva la parte del león: los bancos que se instalan en los paraísos para gozar del manejo de dichos fondos. Los flujos encubiertos, venidos de toda suerte de ilícitos y crímenes, encontraron padre putativo en la libre circulación de capitales y participan en la fiesta. En conclusión, maximizar la tasa de ganancia privada es la razón última de esta ‘racionalidad’ extrema.

Las secuelas macroeconómicas más conocidas se presentan en el frente fiscal. El desfalco a la Hacienda es descomunal y el ministro del ramo, Mauricio Cárdenas, avisó que el 65 %, que dijo que “todo era legal”, resultó ilegal. Pero hay más impactos: en el frente cambiario y en el económico mismo.

Respecto al primero, aumentan la volatilidad de la tasa de cambio cuando traen sus dineros en forma de ‘inversión extranjera’, incentivados por rebajas impositivas o similares y sacando las ganancias correspondientes, o volando como golondrinas cuando lo deseen. En efecto, los flujos venidos de Panamá entre 1994 y 2015 sumaron 20.284 millones de dólares (BanRepública), siendo el segundo origen luego de Estados Unidos, y los que salieron para el istmo fueron 7.923 millones de dólares, el primero entre todos los destinos.

Con relación al efecto económico, es nada menos que sustraer de la economía nacional un volumen enorme de recursos, cerca del 25 % del PIB, restarle al ahorro nacional para las actividades productivas y enviarlas a la especulación al extranjero, un daño imperceptible pero, si se quiere, el más lesivo. Otro caso de cómo la microeconomía entra en contradicción con la macroeconomía.

El Tiempo, Bogotá.

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